나와 함께 돌아와.

Te diré mis recuerdos... Aquellos recuerdos que me hacían llorar descenfrenadamente al ver tu cuerpo pálido en esas cuatro paredes.
 

Capítulo XXI:
제 21 장:
 

2 años atrás. 
Dónde yo era el único en tu mundo gris. 
 

Los gritos desgarradores a las cuatro de la mañana hacían que despertará totalmente asustado, mi pecho se compremia al identificar de quien era aquellos gritos. Comencé a recordar la última vez que entre en esa habitación al escuchar esos gritos, las paredes con manchas de sangre y el grito que provocó que mi cuerpo instintivamente retrocediera, fue el momento en el que me echó, queriendo no verme más, intentando que dejará de mirar su cuerpo lastimado y su mirada totalmente perdida, por las emociones que por lo menos yo veía en él en ese momento, que fueron la total ira y tristeza en su ser. 
 

Y ahora me encuentro aquí, otra vez... Pensando en sí ir o no a enfrentarlo y combatir el dolor junto a él.—No quiero que te ocurra nada...—Salí de mi habitación y abrí la puerta, despacio... Y lo vi, temblando en un rincón de la habitación, ocultando su rostro con sus manos, y sin temor me acerque a él. Tomé sus manos tocando las vendas que estaban en sus nudillos he hice que me mirará.—Saldrás de esta pero primero tienes que dejar que te ayude... Por favor.—Lo abrace y sentí sus sollozos, como se aferraba a mi cuerpo con firmeza, como si en algún momento me fuera a ir, dejándolo solo.—Tranquilo, yo estaré contigo Yoongi.
 

Y luego descubrí que la única forma en la que se podía mantener sin herir su propio cuerpo o que le dieran aquellos ataques, era escribiendo; escribía todo el día cartas de dos páginas o más, a veces notas expresando lo que vivía, cada día, yo era el expertador de aquellas lágrimas que escapaban de sus pequeños ojos al escribir algo que era muy fuerte para él, en esa hoja. 
 

Luego de unos meses, comenzó a mejorar, ya no se hacía daño, sólo escribía y escribía nuevas cosas en esos papeles de colores que guardaba en una caja café, todo lo contrario a esos pequeños papeles de colores. Salía temprano de la casa con su vestimenta negra, totalmente cubierto, y llegaba por las tardes triste, a veces Namjoon se acercaba a él y hablaban de aquello pero otras no podíamos ni acercarnos a él, estaba muy triste y eso le causaba enojo, porque aún se encerraba en eso y no quería permanecer ahí otra vez. 
 

—¿Por qué llegas tan tarde?—Escucho sus pasos acercarse a mi y veo el reloj que esta en mi habitación, las cuatro y cuarto de la mañana.—Yoongi...—Lo observó como apoya su cabeza en la cama, y acarició sus cabellos, eso siempre le tranquiliza o también puede hacerlo muy sensible y hacer que sea honesto contigo. 
 

—¿Estoy haciendo lo correcto?
 

—Has mejorado mucho tu solo... Eso es muy admirable Yoongi... 
 

—No me refiero a eso... Él aún me espera.—Y con tan sólo decir él... Sentí mi corazón pequeño, demasiado pequeño para mí cuerpo.—H-hoy lo vi... Dejé la carta en la habitación y espere... Lo vi entrar y observar todo. Su sonrisa... Pero sólo pude susurrar a lo lejos que debía de alejarme... No quiero hacerle daño a las personas que amo.
 

—Lo entiendo, y esta bien lo que hiciste... Tienes que recuperarte completamente para amar a las personas de tu alrededor como se debe. Dejar de sentirte menos a su lado porque crees que no le eres de ayuda... Pero yo y Namjoon estaremos contigo, y cuando estés completamente bien... Serás feliz y tendrás paz.—Siento las lágrimas que he aguantado por unos minutos por fin caer y dar paso hacia mis mejillas, veo su cuerpo dar leves temblores y sus manos firmes a la sábana que cubre mi cuerpo, su rostro aún se encuentra oculto por la sábana.—Te admiro Yoongi... Y siempre lo haré.—Tenlo por seguro que siempre lo haré. 
 

⊶⋅⋆⋅⊷
 

Después de un año cuando por fin pudo estar estable, gracias a las canciones que componía y así pudo hacer su carrera como solista, igual que nosotros... Aunque colaboramos demasiado los tres como para decir que somos solistas pero es algo que no podemos evitar. 
 

—¿Hoy irás a visitar a tu madre?—Obsevo a Namjoon y a Yoongi hablar mientras ven la pantalla del computador al frente de ellos, arreglando de a poco la última canción que hemos hecho.
 

—Si... Hace mucho tiempo que no la voy a ver... Iré en tu auto si no te importa.—Observo como Namjoon le da un leve golpe en el hombro a Yoongi y los dos ríen.—Esta bien... ¿Puedo usar tu auto hoy? 
 

—Así esta mejor. Sí, puedes usarlo.—Obsevo mi móvil con una sonrisa y llega una notificación, próxima llovizna, como a las siete de la tarde comenzará... Siempre se equivocan con el pronóstico aunque hoy a estado nublado y no se a despejado...—¡NO, ME DUELE NAMJOON!—Los Obsevo asustado y me relajo al verlos pelear, Namjoon esta encima de Yoongi riendo porque consiguió inmovilizar al blancucho.—Hobi, ayúdame.
 

—Tu debiste provocarlo, debes salir de eso solo, además, sabes lo que él quiere.—Pone sus ojos en blanco y vuelve a quejarse al sentir presión en su brazo.—Vamos cariño, no te cuesta nada. 
 

—¡Agh! Lo siento Namjoonie, no volveré a molestarte con tus piernitas... 
 

—Lo dice el que si tiene piernas de pollito.—Namjoon por fin lo suelta y Yoongi soba su brazo mirándome molesto. 
 

—¿Qué? Es verdad lo que dijo.