Introducción

«Los escucho hablarme, cada noche, cada amanecer, están hablándome. Tengo miedo de ir tras esas voces, pero mi corazón late demasiado, mi curiosidad crece y quiero ir más allá de lo desconocido, no puedo evitarlo. Me lanzaré a ese viento de dudas, aunque pierda todo lo que amo, todo lo que tengo» pensó Alyssa, mientras daba una calada a su cigarrillo. La noche era muy oscura y solo la iluminaba la luna y las estrellas.

Hacía viento, su cabello rizado se movía con la fuerza del soplo, luego lanzó la colilla al suelo y la pisó para apagarla.

El sonido de unas pisadas hizo que Alyssa se girará para observar

—¿Tú?, ¿Qué haces aquí? —preguntó la chica mirando con atención—. ¿Cómo supiste donde encontrarme?, ¡No quiero tus disculpas!, no me interesa.

Alyssa enderezó su postura, estaba enfadada, incluso su rostro estaba enrojecido, pero de pronto se puso pálida de miedo, tenía los ojos muy abiertos y su respiración era rápida

—Pero… ¿¡Qué rayos haces?! —exclamó con terror.