Destino Cruzado // Teller #5

Prologo

 

¡Mierda!

Exclamo al sentir un maldito dolor de cabeza, cierro los ojos inmediatamente al sentir dolor con el contacto solar.

¡Demonios Jacob…!

—Despierta… —que la boda de tu hermana paso hace tres días, pero tú sigues en celebración.

Abro los ojos tratando de cubrirme con las manos y logro visualizar la silueta de Jacob que aprovecho en tirarle la almohada para impedir que siga hablando como una vieja parlanchina.

—No puedes seguir así hermano… —vuelve a insistir Jacob colocándose delante de mí y sonrió de lado al verlo vestido formalmente, algo que no es común en él.

Respiro profundo y me remuevo de la cama, el solo hecho de ver mi cuarto un desastre me genera más dolor de cabeza.

—¿Adónde vas? —pregunto y recibo el vaso de agua junto a las pastillas que me alcanza Jacob, según él es bueno para la resaca.

—Tengo que ir al hotel —dice soltando un fuerte suspiro. Como sabes papá esta junto a mi madre en el hospital por el ataque al corazón que sufrió y pues mi prima Marcia… —ella…

Jacob hace silencio al darse cuenta lo que estaba a punto de decir. Solo forzó una sonrisa porque se adonde se fue y con quien.

—Ve y encárgate de tus cosas, yo llamare a alguien para que limpie el departamento —digo poniéndome de pie para dirigirme al baño. Tres días ya fue suficiente —me digo mentalmente.

—¿Estarás bien? —pregunta Jacob.

—Que sí hombre, no pienso matarme. Tenemos el torneo —digo para darle más tranquilidad.

Sin esperar que me responda me meto al baño, me coloco debajo de la ducha permitiendo que el agua golpee mi cuerpo a su paso. Dejo que mis lágrimas se mezclen con el agua diciéndome mentalmente que esto será la última vez que derrame lágrima alguna por Marcia. Sin embargo, no puedo evitar que sus palabras taladren mi cabeza y sienta mi corazón desangrar.

«Tú y yo no vamos a llegar a nada, entiende que lo nuestro no era más que sexo y te advertí que no involucraras sentimientos. Eres un niño y no pienso, y mucho menos esta en mis planes enfrentar a mi familia y a tu familia por una calentura. No te amo Alonso, déjame en paz»

Estampo mi puño contra la pared uno tras otro imaginando que es el idiota por quien me dejo Marcia.

Media hora más tarde salgo de la ducha y camino hacia mi ropero buscando algo decente para ponerme. Siento ganas de vomitar al oler que mi habitación está impregnado el olor a alcohol y ver el desastre me causa cansancio así que me apresuro en salir de la habitación.

En la sala me siento más relajado al ver el lugar ordenado. Llamo a la empresa que ofrece servicio de limpieza para que me envié a un personal para limpiar mi desastre.

Me tiro sobre el sofá pensando en lo ridículo y lamentable que me había vuelto los últimos días. Fui un idiota —como podría siquiera imaginar que Marcia se podría fijar en un niño como yo.

Escucho el timbre y me imagino que es el personal de servicio, así que arrastro mi cuerpo y abro la puerta. Indico de inmediato el lugar que tiene que limpiar y que trate en lo posible de no hacer ruido, que cuando se vaya no se despida —solo cierre la puerta  

Dando esa orden me acuesto sobre el sofá para tratar de conciliar sueño alguno y que al despertar el dolor de cabeza se haya calmado.

Despierto al sentir cosquillas en los pies.

—¿Qué diablos haces? —pregunto exaltado mientras que Jacob suelta una sonora carcajada dejando caer la pluma al suelo dejandome ver lo que estaba utilizando para molestarme.

—Si vieras tu cara… —dice entre risas.

—¿Quieres saber cómo terminara la tuya si sigues molestándome? —digo tratando de sonar duro lo cual solo causa gracia en mi mejor amigo.

—Mejor quita esa cara de funeral y vayamos a jugar que es lo único que puede distraerme… —dice cansino y me sorprende.

Lo veo caminar con dirección hacia nuestra habitación especial para jugar unos partidos en línea. —¿Sucede algo? —pregunto acomodándome a su costado.

Jacob suelta un suspiro y gira la silla para mirarme fijamente, y algo en mi interior me dice que mi mejor amigo esta con alguna idea loca que no me va agradar para nada.

¿Quieres hacer más emocionante el juego?

—No, solo juguemos un rato. El solo hecho de jugar ya es emocionante.

—¿Te estas acobardando?

Respiro profundo y como siempre, ya caí en su provocación.

—Habla. —¿Qué quieres apostar? —pregunto directamente porque así se pone cada vez que intenta hacer algún juego sucio.

Sonríe.

—Juguemos. El que gana tiene una oportunidad de ser rey y ordenar a su esclavo hacer lo que él rey ordene sin opción a quejarse y mucho menos negarse.

¿Enserio crees que me ganaras?

Jacob solo se encoje de hombros e indica que comience el juego.

Iniciamos el juego y estamos parejos, solo los dos quedamos como finalizaste de nuestro equipo y ahora es momento en que ambos nos enfrentemos, solo uno puede sobrevivir y será el ganador. Y como si el juego fuera la vida misma, una pequeña distracción te cuesta la vida y eso es lo que aprovecho Jacob.

Menciono el nombre de su prima y yo como tonto volteo a verlo, y seguido escucho el sonido que indica que perdí.

¡Eres un tramposo…!

—¿Acaso te estas negando a obedecer a tu rey? —pregunta levantando una ceja.

—Sabes que hiciste trampa, pero como soy un caballero hare lo que me ordenas.

Bueno madre me dio dos opciones, la primera asumir la responsabilidad del hotel porque ellos quieren retirarse ya del negocio y lo segundo es… —me mira.

¡Habla…!

—Lo segundo es que vaya a una cita a ciegas con la hija de una de sus compañeras de universidad, y pues creo que es lo más factible.

¿Irás a la cita?

—Bueno, irás tu mi buen amigo —dice Jacob apoyando una mano sobre mi hombro haciéndome abrir mis ojos en demasía.




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