Capítulo 2

¿Zoe?

De a poco abro mis ojos y estoy en un sitio que no conozco, es como una especie de jardín en una azotea.

¿Zoe? 

Puedo escuchar que él de nuevo me llama, decido levantarme de banquillo donde me encontraba sentada e ir a buscarlo, pero al ponerme de pie me siento algo mareada por lo cual pierdo el equilibrio y me preparo mentalmente para el golpe cuando algo o mejor dicho alguien, detiene mi caida.

Oye hermosa ten mas cuidado, recién llegas y no quiero que te vayas - Dice mientras me mira directamente a los ojos, al principio esto me intimidaba un poco, pero luego empecé a amar que lo hiciera ya que es una de las cosas que no se me olvida al despertar.

Yo, yo lo siento, es solo que no esperaba estar aca, ni siquiera me acoste a dormir. - Dije, recordando de golpe lo que había pasado en el restaurante.

¿Todo esta bien, hay algo de lo que quieras hablar? - En sus ojos se refleja la preocupación verdadera y siento que mi corazón saldrá pronto de su sitio.

Y es así como empiezo a contarle todo, El chico de los ojos azules no sabe mucho de mi relación, ya que teníamos varios meses sin coincidir en nuestros sueños así que ponerlo al día con todo no ha sido nada fácil. Lo que más me costó fue su dolor al saber que Joe me había propuesto matrimonio.

¿Pero entonces le piensas decir que sí? - Pregunta.

La verdad es que no sé, es lo que mis padres quieren pero, no sé - Le digo sin verlo a sus ojos, no puedo soportar su cara de tristeza con todo esto.

¿Pero tú que quieres? y no me digas que no sabes, todos sabemos lo que queremos en esta vida solamente que estamos demasiado ocupados siendo lo suficientemente cobardes como para no dejar el miedo a un lado y arriesgarnos por nuestros sueños. - Dice y claramente puedo sentir su ira, mientras la mía empieza a despertar de a poco.

Claro que se lo que quiero, pero él no tiene ni el más mínimo derecho para hablarme de esa forma, él no sabe lo duro que ha sido todo ni mi miedo a perderlo y... Me he concentrado tanto en mis pensamientos que solo vuelvo en sí cuando lo escucho suspirar y me doy cuenta de que está en el borde de la azotea, lejos de mí.

Por supuesto que sé lo que quiero, y por supuesto que me da miedo, ¿acaso tú nunca sientes miedo? - Pregunto ya estando a su lado, y puedo sentir como mi corazón empieza a latir velozmente de nuevo y en mi estómago aparecen estas mariposas azules revoloteando.

No, no tengo miedo, tengo es rabia, rabia de quererte y de estar completamente enamorado por ti sin poder verte en persona, no poder llamarte al despertar o buscarte para cenar mientras que ese idiota sí puede y lo envidio profundamente por eso, no tienes ni idea de cuanto - Finaliza volviendo su mirada a la nada que existe delante de nosotros dos.

Claro que tengo idea, claro que sé como se siente porque yo me siento igual, al principio en los primeros sueños él me besó y desde entonces ningún otro beso a logrado hacerme sentir como ese. Pero mi yo de ese entonces le pareció que era malo besarnos así fuese en sueños y acordamos que la única manera de que eso sucediera sería si coincidiamos en persona.

A la mierda todo - Digo en voz alta, lo que ocasiona que él voltee y entonces decido arriesgarme, porque mi yo de antes estaba enamorada de él y ese sentimiento aún no ha desaparecido, porque es a quien quiero ver a diario así sea para discutir, porque quiero todo con él.

Me vuelves loca. - Digo a pocos centímetros de su boca - Desde aquel sueño en donde nos vimos por primera vez, desde entonces he estado loca y perdidamente enamorada de ti.

Puedo observar esa sonrisa coqueta que se forma en sus labios y no puedo evitar imitar su acción, es entonces cuando él acorta la poca distancia que nos separaba y une nuestros labios. Hace tanto que anhelaba sentir de nuevo su roce, su beso me enloquece aun cuando no es más que un beso corto, dulce y delicado.

Te amo - Me dice al separarnos, pero cuando abro los ojos ya no estoy en la azotea y él ya no está conmigo.