QUEMANDOME DE CELOS

Chen Hao escuchó a una chica llamándolo.

Se dio la vuelta y vio que era Jiang Weiwei, la presidenta del Consejo Estudiantil del Departamento de Lengua China.

Obviamente, Jiang Weiwei vio a Chen Hao salir del Ferrari. Estaba mirando a Chen Hao con una cara de incredulidad en ese momento. Estaba sorprendida.

— ¿Qué sucede?

Chen Hao no esperaba que lo vieran, aunque le había pedido a Bai Xiaofei que lo dejara lejos de la escuela. De hecho, sabía por qué Jiang Weiwei lo detuvo. La verdad es que, quería preguntarle por qué se había bajado de un Ferrari. Pero él continuó haciéndose el tonto.

Como era de esperar...

— Tú... ¿por qué estabas en un Ferrari? —preguntó directamente.

El impacto que Chen Hao le dio a Jiang Weiwei en estos pocos encuentros fue simplemente demasiado grande. Primero que nada, Chen Hao había desperdiciado el dinero que ganó en el restaurante La Cocina de Comida Casera la noche anterior.

Entonces, Jiang Weiwei de inmediato husmeó y les preguntó a los compañeros de Chen Hao qué había pasado ayer. La respuesta que obtuvo fue que Chen Hao había ganado la lotería. Había ganado 200,000. Sin embargo, muchos estudiantes ya habían adivinado que tal vez había ganado más de eso.

Esto hizo que Jiang Weiwei se sintiera irritada.

« ¿Cómo pudo Chen Hao, un pobre tipo, tener tan buena suerte? ¿Acaso Dios es ciego?», pensó,

Tener este tipo de reacción era normal.

Si una persona a la que intimidabas a menudo mejoraba de repente, no te sentirías bien por ello. Jiang Weiwei quería confrontar a Chen Hao y llegar al fondo de las cosas. ¿Cuánto ganó en realidad? Sin esperarlo, se encontró con él tan pronto como salió de la escuela hoy. Es más, ella lo vio salir de un Ferrari.

— Oh, ese era el auto de mi amigo. ¡Él me trajo! —le dijo en voz baja.

—Haha, ¿el auto de tu amigo? ¿Quién es tu amigo? ¿Quieres que crea que tú, Chen Hao, en verdad eres amigo de gente con dinero?

Jiang Weiwei no estaba convencida.

— Lo que sea, no me importa si lo crees o no. Es más, no creo que sea asunto tuyo si conozco a algún amigo con dinero, ¿verdad?

Chen Hao se quedó sin palabras. Esta mujer era demasiado irracional. Pero Chen Hao también encontró que después de hacerse de dinero en este periodo de tiempo, su carácter también había cambiado imperceptiblemente. Antes, nunca habría tenido el coraje de hablarle a Jiang Weiwei de esta manera.

Jiang Weiwei estaba muy enojada con el tono de Chen Hao.

— ¡Tú! ¡Vaya! Chen Hao, en verdad no sabes cómo ser apreciado. Solo tenía miedo de que te engañaran las estafas piramidales. ¿Sabes cómo engañan a una persona? Primero, pintan un cuadro de tu vida ideal y luego te complacen con varios medios. ¡Tu vida se acaba una vez que te dejas llevar por la vanidad!

»Además, como presidenta de nuestro departamento, ¿no tengo derecho a preguntar? Si en realidad te unieras a una estafa piramidal, mancharía el nombre de nuestro departamento. Tienes que saber que eres pobre y miope. ¡No sabes nada acerca del mundo exterior!

— Te he dicho todo. ¡El auto de verdad pertenece a un amigo mío! —le contestó sonriendo amargamente y sacudiendo la cabeza mientas escuchaba las palabras graciosas y satíricas de Jiang Weiwei.

— ¡Bueno! No hablemos de eso por el momento. Déjame preguntarte, ¿qué pasó con la lotería que ganaste anoche? Dicen que anoche te gastaste más de 150.000. ¿No ganaste 200.000? Y que gastaste 150.000 de una sola vez... — preguntó.

— ¿200,000? ¿Quién dijo que gané 200,000? Es solo su suposición. Solo retiré 200,000 en efectivo. ¿Significa que acabo de ganar 200.000? —él parecía confiado.

Mirando su expresión, el corazón de Jiang Weiwei picaba con desconcierto. Por supuesto, era justo como lo había adivinado. Para poder gastar 150,000 de una sola vez, el pozo de la loteria que Chen Hao había ganado debía ser en definitivo más de 200,000.

— ¿Cuánto es?

— No es conveniente para mí decírtelo. En otras palabras, ¡no es demasiado! Bueno, Presidenta Jiang Weiwei, si no hay nada más, ¡por favor discúlpeme! —dijo actuando como si no le importara.

— Bueno, eres afortunado de haber ganado la lotería, pero ¿cómo te puedes comparar con los verdaderos adinerados como Wang Yang? —estaba a punto de explotar.

Jiang Weiwei estampó sus pies con ira mientras miraba la actitud de Chen Hao hacia ella. Wang Yang también era de una familia adinerada. En realidad, no era alguien hábil, pero a los ojos de Jiang Weiwei, este descendiente de una familia con fortuna era mucho mejor que Chen Hao que había ganado la lotería.

¡Bip Bip!

Un Audi A6 se detuvo frente a Jiang Weiwei. Cuando la ventana se bajó, la cabeza bien arreglada de Wang Yang se asomó.

— Weiwei, tu cara no se ve bien, ¿no te sientes bien? ¿0 no estás dispuesta a acompañarme a que revisen el Audi? —dijo en voz baja.

— No, Wang Yang, solo estoy un poco deprimida. Mi mente está enredada ahora. No puedo explicar por qué me siento deprimida. ¿Por qué estoy deprimida? —Jiang Weiwei no podía expresar lo que estaba sintiendo.

Mirando a la infeliz Jiang Weiwei, Wang Yang supo que su oportunidad había llegado. Se apresuró a consolar:

— Weiwei, sube al auto primero y dime qué pasó. Tal vez pueda ayudarte... — ella asintió con la cabeza.

Especialmente ahora, había un montón de gente en la puerta de la escuela que salía a divertirse. Eso alimentaba su ego por ser capaz de entrar en un Audi en público. Después de que ella se subió al auto, se detuvieron en la puerta de la escuela. No se iban a ir todavía. Jiang Weiwei le contó sobre el asunto de Chen Hao.

El resopló y dijo:

— Weiwei, y ahí estaba pensando que tienes. ¿Por qué sigues preocupada por esto? ¿Y qué si gano la lotería? ¡Recibí noticias que Chen Hao es un mendigo de nuevo! Jaja, ¡en realidad quería contártelo hoy!