¿ Embarazada yo?, ¡que problema!

Capítulo 3: Que desastre...

El tiempo mejora muchas cosas y en otras solamente empeora todo…

Unas semanas después

ALIZÉE LACROIX

Las semanas han ido transcurriendo de una forma veloz, no pensé que todo iba a ser de tal modo. Han sido unos días de arduo trabajo y siento un enorme estrés de vida, ya que después de la noche de Halloween, todo se puso más intenso.

Casi no duermo ajustando todo en la empresa con mis superiores, aunque me está dando más sueño de lo normal y es justo para una persona que tiene días que no duerme bien. 

El tiempo ya no me rinde, pero es normal, a ver como de ahora en adelante todo va mejorando. 

Hoy salgo temprano a casa, mi jefe es el mejor, bueno, al menos Walter es quien se la pasa más en la empresa, me dijo que entiende todo de mi agotamiento físico y me envió a casa un poco antes de retirarme a ella, al menos son cuatro horas más de descanso.

Veo a mi hermana, Aimée, afuera de la casa regando las plantas, ella es mi hermana mayor y yo, soy su niña mimada junto con mi tía Adelaine, que me ama con locura, ellas sin duda son mi razón de vivir. 

Frunce el ceño cuando me ve salir del auto con una cara de sueño. 

—¿Y tú tan temprano?, ¿te despidieron?—niego y bostezo. 

—El jefe me ha despachado antes para que pueda descansar, han sido unos días difíciles como gerente y hasta mi día de descanso tuve que otorgarlo en la empresa, merezco esa salida, mañana entraré más tarde—asiente para luego besar mi frente. 

— Me parece genial, tengo unos panqueques en el microondas, ¿quieres?, te gustan mucho—la miro con cara de asco. 

—No, que asco, me da deseos de vomitar—verdad, recuerdo el otro motivo por el cual he estado sin conciliar el sueño hace días. 

Tengo una lista de situaciones bastante grave ahora mismo. 

¿Retraso?, positivo. ¿Dolores de cabeza?, positivo. ¿Náuseas y aberración a comer lo que me gusta?, correcto, entre otros más que hacen alusión en una sola dirección a algo simple y sencillo de determinar: embarazo. 

El detalle más grande no sería tener el bebé si es el caso, puede ser que tenga alguna enfermedad, pero, ¿cómo si soy virgen?, ¿en qué momento?, ¿quién sería el padre?, eso sí que sería tremendo caos.

—¿Tú desde cuando le tienes asco a eso?, ¡son tus favoritos!—me mira preocupada. 

—Hablamos de eso luego, por ahora no entenderías—entro a casa y ella se queda mirándome fijamente. 

Oh, no, tengo mucho miedo de lo que me pueda estar pasando, pero sé que mi mejor amiga podría escucharme y ayudarme en una idea que tengo. 

Veo a mi tía sonriente al recibirme y corro a darle un abrazo con mi más grande ternura. 

—Hola mi reina, ¿cómo te fue en el trabajo?, ¿qué te pasó el día de hoy que estás aquí?—sonrío. 

—Mi jefe me mandó a casa para descansar, nos vemos en un ratito, iré a darme una ducha y a llamar a Violette—asiente dándome otro beso en la mejilla. 

Violette Lavoié, es mi mejor amiga desde pequeñas, siempre hemos sido unidas, pero, un viaje a Inglaterra para ella estudiar su carrera soñada de diseños 

Ella es esa figura materna y paterna que nunca tuve. Siempre me ha cuidado con mucho amor y me entiende a la perfección. 

Ya al enfrentar a esas dos personas como son mi hermana y mi tía, detrás de la puerta de mi habitación se me salen dos lágrimas, me veo sonriente con ellas, más, sin embargo, la angustia por dentro me está matando de saber que es lo que pasa con mi salud si siempre soy regular y no me siento nada nunca de síntomas como estos. 

Me pongo una ropa cómoda antes de irme a dar una ducha, tengo que hacer algo con ella, debo llamarla pronto, ya que, no siempre está disponible y me dijo que estuviera pendiente a esta hora para eso.

De mi celular salen dos pitidos de la llamada y al segundo responde. Me rompo en llanto en cuanto la veo. 

—Hola mi Ali, ¿aún sientes nervios por el tema?—asiento mirándola—relájate, ¿compraste las pruebas?, hazlas si tienes dudas, aunque si no has tenido nada con nadie no creo que debas sentir ese tipo de miedo, puede ser una enfermedad y a veces presentamos retrasos o cambios de fechas por más regulares que seamos—respiro profundo y la llevo conmigo al baño para hacerlo. 

—Vale, me calmaré un poco, quizá estoy exagerando. Ahora vamos a ver que es lo que pasa. 

Sigo los pasos que tiene en las indicaciones y, estos al parecer serán los minutos más largos de toda mi vida, sin duda, esto sí que es complejo. 

Mientras, ella me va hablando un poco de como han ido sus días, me siento estresada, no obstante, lo que tenga que ser, será.

Ha pasado lo necesario y cuando miro las dos rayas de que es “positivo”, según las indicaciones, se me baja el corazón al estómago. 

—Púrpura—menciono, ese es el apodo que le tengo debido a su nombre—dos rayas, primera. 

Abre sus ojos como platos, está al igual que yo de anonadada, siento miedo, mi mundo se me va a caer encima. 



#17816 en Novela romántica
#3180 en Chick lit
#3409 en Joven Adulto

En el texto hay: romance, embarazo, jovenadulto

Editado: 22.05.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.