Capítulo 15

Aura

Escuché a algunas personas gritar.

—Que la reina diga algunas palabras.

—¡Sí, reina!

Comenzaron a ovacionarme. Caminé hacia el estrado, todos hicieron silencio. Me posicioné en el centro de este.

—Primero que todo felicitar a los prontos casados —alcé mi copa hacia ellos— Me alegra ver como Tayden por fin consiguió a alguien, me alegra saber que formará una familia, con una mujer tan bonita como Vania. Tayden es como un gran amigo para mí, me apoyó en los momentos muy difíciles ya saben todos tenemos sentimientos. Así que creo que Vania tendrá a un buen amigo a su lado.

Les sonreí.

—Brindo porque esta familia está por formarse, brindo porque ustedes sean muy felices, brindo por este amor que sigue.

Todos alzaron sus copas, mirando a Tayden tomé un sorbo del líquido que reposaba en la copa. Muchos guardias se amontonaron atrás de todos los presentes llamando mi atención, disimulé que no estaban ahí.

Comenzaron a aplaudir mientras bajaba las pequeñas escaleras con mucho cuidado.

Mantuve mis ojos fijos en los guardias que la miraban con la cabeza gacha, no quería arruinar una gran celebración, no quería seguir arruinando los momentos felices.

Así que los llamé a un rincón para me digan que sucedía.

Pero nadie habló.

Todos se miraban entre ellos, como buscando la excusa perfecta o las palabras adecuadas para decirlo.

Pero no necesito lindas palabras, o un buen modo de decirlas, necesitaba la verdad.

Sabía que era algo malo, no podré ser adivina, pero los gestos y la manera en que se veían decía todo.

Me quedé callada hasta que ellos decidan dar el gran paso y hablar.

Uno habló tan rápido que no logré a escucharlo.

—Respira —hablé—. Ahora explícame bien, que no te entendí.

Parecía una mamá cuando regañaba a su hijo por hacer eso y él lloraba tratando de explicarme.

Ojalá eso no me acurra.

—Se trata del prisionero, el rey Rodrick —suspiró—. Lo ayudaron a escapar.

Todo el aire abandonó mi cuerpo.

Miré a todos buscando la verdad en ellos, lo único que fueron fue asentir dándole su apoyo a su compañero.

Sentí mi cuerpo temblar, mis piernas debilitarse y yo a marearme.

Me desestabilicé agarrándome de ellos.

—Su majestad, por favor tiene que guardar la calma.

—Tenemos que volver.

—Estamos muy lejos.

—Si nos apuramos llegaremos antes del amanecer.

Todos ellos asintieron poniéndose en marcha.

Volteé a ver a Tayden que bailaba junto a Vania.

—Marco.

—Si majestad.

—Quiero que hombres de confianza se queden acá y que Tayden no se acerque al reino —susurré.

Asintió.

Mando a llamar a unos cuantos, dándoles órdenes. Cuando terminaron de bailar me acerqué a ellos con una sonrisa radiante, como si nada pasara.

—Tengo que volver al palacio, el deber me llama —me despedí—. Fue todo un gusto haber venido.

Volteé yendo hacia Yago que hablaba con una bella muchacha.

Una mano se envolvió en mi mano haciéndome girar.

—¿Qué está pasando Aura?

—Nada, porque lo dices.

—Marco está aquí y ahora soldados están por todos sitios.

—Eso no es nada, tienes que ir acostumbrándote soy la reina tengo muchos enemigos. Disfruta tu ceremonia

Le sonreí a Vania que se encontraba tras de él.

—Si me disculpas.

Hablé jalando a Yago de brazo.

—Auch.

Se quejó, lo solté cuando llegamos donde Marco.

—¿Por qué me tratas así?

Hizo un puchero.

—No hagas bulla.

Me froté las sienes.

Subimos al transporte que nos llevaría al palacio, Yago al costado mío y Marco al frente. Pasó su vista entre los dos viéndonos con una ceja levantada.

—Aquí hay gato encerrado.

Pasó sus brazos por detrás de su cabeza viéndonos con burla.

—¿Ustedes-...

Nos señaló.

Lo miré con los ojos entrecerrados resoplando. Mi corazón seguirá perteneciendo a un solo guardia.

—No.

—¿Entonces?

—Una guerra está a punto de comenzar.