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Te has ido y no me has dado explicación. Me he quedado absorta con tu repentina marcha, me duele que te hayas ido sin más.

¿Acaso no te importo? ¿No pensaste en que me quedaría sufriendo? ¿No pensaste que te extrañaría? ¡Maldición! ¿No pensaste que me dolería? 

Han pasado unas horas desde que leí tu mísera carta, aún la sostengo entre mis dedos. No sé en qué demonios pensaste al dejarme una estúpida hoja con unas insignificantes líneas sin explicación. ¿Sabes que creo que son? Mentiras, son mentiras así como lo fuimos tu y yo, así como lo fue tu amor por mi. 

Elena, lo siento, pero debo hacer esto, debo irme. Es lo mejor para ti y para mí. No sé si volveré, pero si lo hago será por ti. 

Te amo. 

-Chris. 

¿En serio Christopher? ¿No pudiste escribir algo mejor? 

Las lágrimas aún no cesan, pero lo harán. Solo tengo rabia y dolor. Cuando todo se me pase se que recapacitaré, se que lo haré. Mi dolor no será por siempre y no creeré en unas simples letras que me has dejado escritas. 

Sé que desde hace mucho no hemos estado bien, pero tenía la esperanza de que enfrentaras todo como un hombre y lo resolvieramos, pero, se te ocurre irte y dejarme en un día que se supone y es especial. 

Justo en mi cumpleaños y mañana sería nuestro aniversario.