04 Nyxia Equaris

Lucy escucha leves sonidos a su alrededor, alguien que coloca algo en una mesa a su lado la trae de vuelta a la realidad poco a poco, ella abre lentamente sus ojos y al principio ve una figura borrosa a su lado que coloca algo más en la mesa, al enfocar la vista ve que una lampyrian vestida con una bata azul claro, cabellos recogidos en un muñón y anteojos, vuelve su mirada a ella y sonríe al ver que al fin está despierta, Lucy todavía está aturdida y bastante confundida, la persona se sienta a su lado y la mira con intensidad.

-  Hola, soy la doctora Sary, ¿de casualidad recuerdas tu nombre?  -   Pregunta la doctora, su voz es muy suave y maternal, Lucy suspira y desvía su mirada al techo.

-  Soy Lucy.  -   Contesta Lucy con voz somnolienta, la doctora asiente satisfecha, que Lucy recuerde su nombre es una buena señal.

-  Muy bien Lucy, ¿recuerdas que pasó antes de encontrarte aquí hoy?  -   Vuelve a preguntar la doctora.

Lucy cierra los ojos y hace un pequeño esfuerzo, recuerda volver del campo de entrenamiento, mira por los ventanales del pasillo y luego la pelea con Raz; Lucy suspira decepcionada al recordar ese acontecimiento, el día de ayer había sido muy bueno, pero luego vino ese cretino y lo arruinó todo con esa pelea; Lucy le cuenta a la doctora Sary con detalles lo que ocurrió ayer, Sary escucha la historia manteniendo una expresión neutra, aunque Lucy puede ver en sus ojos que la doctora no aprueba la actitud de su hermano de armas, pudo haberle causado un daño permanente, o peor, la hubiera matado. 

Al terminarla historia, ambas permanecen en silencio por unos segundos, meditando sobre el asunto; luego, la doctora suspira y cambia el tema para animar un poco a la paciente, ella le indica que le trajo el desayuno, Lucy asiente complacida y una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro.  La doctora la ayuda a sentarse, Lucy ahoga un gruñido y su rostro muestra el dolor que está soportando, Sary hace lo posible por ser muy delicada; luego, Lucy se mira su cuerpo y ve varios moretones en su zona media y el costado izquierdo, está segura que su rostro no debe verse mejor; la doctora le entrega el plato y un cubierto; Lucy puede ver que el plato contiene una especie de cereal y frutas exótica bioluminiscente, a su lado tiene una bebida amarilla también luminosa; Lucy comienza a comer mientras la doctora espera pacientemente a que termine, luego, Lucy coloca el plato y vaso vacíos sobre su mesa de noche.

-  Lucy, te recetaré un descanso de una semana y una medicina para el dolor y la inflamación, ya lo conversé con tu maestra, ella vendrá más tarde a verte.  -   Dice la doctora con seriedad; Lucy gime fastidiada por tener que faltar a su entrenamiento.

-  ¿No hay manera de acelerar el proceso, doctora?  -   Pregunta Lucy esperanzada, pero deja caer su cabeza derrotada al ver la respuesta negativa de la doctora.

-  Los golpes fueron muy fuertes, Lucy; y la sanación es algo que no puedes apresurar.  Me asusté cuando te vi tendida en el pasillo, estabas en muy mal estado; tienes suerte de que haya estado cerca.  -   Dice la doctora mientras se acomoda mejor en la silla, Lucy suspira resignada y asiente.  

-  Sobre Raz…  -

-  No te preocupes por Raz, estoy segura de que su maestro está tomando acciones disciplinarias en este instante.  -   Interrumpe Sary.  -  Por ahora, preocúpate en mejorar para que puedas volver a entrenar, ¿si?  -   Continúa la doctora y Lucy asiente con determinación.

La doctora asiente satisfecha al ver que su paciente guardará cama, luego, se levanta y toma el plato vacío, luego de despedirse sale de la habitación dejando a Lucy sola con sus pensamientos, ella se acomoda como puede en la cama, aguantando el terrible dolor de los moretones y se dispone a dormir un poco más, ella se pregunta cómo la debe estar pasando Raz.

***

En una pequeña isla alejada de la Colmena, Raz se encuentra entrenando nuevas técnicas de espada, él está rodeado de un hermoso bosque de bambú azul y un río de aguas rosadas flotantes atraviesa el bosque hasta desembocar en un planeta de agua; el sonido de los insectos y las aves ayudan a Raz a relajarse y concentrarse, es el lugar perfecto para entrenar a solas.

Raz está en posición de ataque pero inmóvil, sus ojos están cerrados y se concentra en los sonidos de los alrededores, una leve brisa sacude los bambúes dejando caer algunas hojas, Raz abre los ojos súbitamente y con un ágil movimiento las corta por la mitad, luego el deja salir un suspiro y guarda su espada, después relaja su postura y deja caer su cabeza, no está satisfecho con el resultado, a su juicio fue muy lento y debe mejorarlo.

Una presencia se aproxima y él se pone en estado de alerta, cuando el recién llegado está justo detrás de él Raz desenvaina su espada, se vuelve al invasor dispuesto a cercenar su cabeza en una fracción de segundo, pero se detiene en seco al ver a su maestro mirarlo de manera reprobatoria y sin inmutarse; Raz traga grueso disimuladamente y vuelve a guardar su arma, sabe muy bien por qué su maestro está aquí, sabe muy bien a lo que se enfrentará, no tiene sentido seguir huyendo, tarde o temprano deberá asumir las consecuencias de sus actos.  Raz saluda a su maestro de manera respetuosa, pero Yosu lo evita y va al grano.