17- El documento que lo condenó todo

- Oigan, sea lo que sea que este pasando el jefe los quiere en sus puestos - dijo un guardia cualquiera justo después de haber tocado la puerta, al parecer lo habían enviado al no encontrar a ambos en su lugar designado

- ¡Ya vamos imbécil! - respondió Carson con su típico mal humor que tanto lo caracteriza y más en este tipo de situaciones - Estoy hasta la chingada de esto, ahora podría haber una maldita infiltrada, espía o lo que pinches sea y para empeorar esta puta situación en unas semanas este lugar de mierda tendrá más de esas pinches zorras, puta madre - agrego Carson igual de preocupado que al inicio de ese día

- Al menos tu no vas a tener que hablar con ellas arriesgando toda tu integridad física y mental - comento Carl a la vez que se levantaba de su silla para desempeñar su función de guardia regular

- Antes de que te vayas a la chingada, que haremos de verdad con esto de la posible infiltración, vamos a mantenernos con el puto hocico cerrado o vamos a sacar la maldita verdad - Cuestiono Carson un tanto serio con un ligero toque de miedo

- No lo sé, no estamos seguros, podríamos hacer una tormenta en un vaso de agua por accidente y eso gastaría mucho tiempo, primero debemos investigar y Lugo veremos que hacer - dijo Carl muy poco emocionado mientras salía de la oficina de Carson con rumbo a su lugar de trabajo

- Si, yo pensé eso al inicio pero quizás estemos en riesgo solo por no hablar -- opino Carson al parecer habia cambiado de opinion aunque todavía lo pensaría durante unos días más

En cuanto llego hizo su labor habitual, solo quedarse sentado sin hacer nada, aunque, en esta ocasión si se quedó pensando respecto a lo que sucedió en los últimos días, Carl no quería nada de eso, tan solo quiere terminar o darle el papel a alguien más para evitar tener que convivir con esos "monstruos" quienes habían, según él, arruinado su vida.

Pasaron las horas con normalidad, la hora del almuerzo era lo más emocionante, el tan solo hecho de ser forzado a convivir ayuda en gran medida a la moral de los guardias, pero también impulsa otras cosas.

- Si han escuchado sobre la huelga - comento un guardia tras haber terminado el almuerzo que consistía en sándwiches normales

- Por supuesto que sí, no se que tan cierto sea pero espero que si sea real, digo, nuestro salario es pésimo para lo que hacemos a diario - menciono otro guardia un tanto emocionado

- Una huelga, suena interesante, el proletariado se levanta una vez más - opino Carl quien estaba sentado a la derecha de los otros dos guardias

- ¿El proletariado?, ¿Qué es eso? - pregunto uno de los dos guardias

- Eso es la clase trabajadora, como nosotros - respondió Carl con sinceridad

- Eso no es un término de los rojos - comento un tercer guardia aledaño a Carl

- No, no, no, no, es solo una palabra rimbombante para decir trabajador - aclaro Carl un tanto incomodo

- Okey, no estoy tan convencido pero esta bien - respondió el mismo guardia pero con algo de sospecha de que un compañero sea comunista

- Eso fue raro - opino Carl al respecto de la incomoda situación en el que el se había metido

La comida continua con la normalidad esperada, por lo menos en el ambiente, pero si existían grupos como aquel donde se encontraba Carl los cuales hablaban de ese rumor de la huelga del personal de seguridad, algo que a principio es ridículo, ¿Quién en su sano juicio haría semejante estupidez?, pues, al parecer unos franceses en el Sitio 06 empezaron a luchar por los derechos laborales y no parece que se detendrán hasta conseguir lo que quieren.

Posteriormente Carl volvió a su puesto de guardia, en un momento, entre las tres y cuatro de la tarde vio a Leonard paseando por la instalación con total normalidad, en ese momento se acercó al alemán para hablar con el sobre cómo estaba más que otra cosa.

- Hey, ¿Cómo estás? - saludo Carl con entusiasmo a su compañero

- Gracias a Dios bien, solo hay unos detalles a futuro - respondió Leonard con su típico acento alemán

- Eso es bueno, espera, mencionaste unos problemas a futuro ¿verdad? - pregunto Carl con notoria curiosidad y un poco de nervios

- Si, ya sabes, lo de los nuevos SCP que nos van a enviar - contesto Leonard despreocupado

- Claro, esa cuestión, sobre eso, sigo teniendo miedo respecto a esa situación, no estoy seguro que sea una buena idea juntar a tantas SCP de clase Keter en un sitio de reserva - menciono Carl nervioso

- Tiene sentido, tu preocupación es bastante valida, aunque creo que tu más que nadie sabe las consecuencias de esta decisión y deberías dar tu opinión al respecto, pero recuerda que Dios siempre nos protegerá - comento Leonard

- Yo, mi opinión es la última en ser tomada en cuenta, si es que es tomada en cuenta - menciono Carl con un tono satírico, aunque se tome esa situación de manera personal

- Eso es injusto, eres el único con suficientes agallas para ir a encarar a esos demonios, bueno a parte de mi jefe, claro está, ahora que recuerdo, te pido disculpas por mi comportamiento el día que interrogaste a la "SCP original" si fui muy agresivo y sé que no fue el más adecuado - dijo Leonard a manera de disculpa

- Muchas gracias, aprecio tus disculpas, creo que eres de las pocas personas que me han pedido disculpas, retomando lo que me hablamos hace poco, creo que sería una buena idea identificar las diferencias entre las tres con las que he hablado hasta el momento, quizás asi no estemos tan perdidos - hablo Carl con cierta ocurrencia no distintiva de el

- Eso es una buena idea, si lo necesitas puedo ayudarte con ello, tengo algunos archivos de respaldo en mi oficina - menciono Leonard con su amabilidad y acento alemán característico

- Bueno, ya que lo mencionas - respondió Carl un tanto optimista

Ambos se fueron a la "oficina" de Leonard que en realidad consistía en una pequeña habitación destinada para visitantes temporales, en su camino vieron como algunos guardias llevaban comida para ambas SCP la cual consistía en una jarra de agua, carne cruda y un poco de pan.