Señor Playboy [serie Las Marías #6]

Capítulo 20

Majo

¡No lo entiendo! ¡Simplemente, no lo entiendo! ¿“Un reemplazo”?

Puede que Génesis haya dicho mentira, pero, ¿por qué se quedó en silencio? ¿Acaso no sabe que el silencio también es una respuesta?

El dolor en mi corazón es tan fuerte que no permite respirar con normalidad, aun así sigo corriendo. Quiero estar lejos de Ismael y borrar de mi mente todo lo que escuché, pero, ¿cómo puedo olvidar algo tan doloroso? 

Cierro mis ojos con fuerza esperando lo peor.

—¿Estás bien? ¿Qué te pasa?

¿Realmente soy solo el reemplazo de Mafer?

—Dime algo, por favor.

El reemplazo de mi hermana…

—¡María José!

Ladeo mi rostro.

“Piensas en Fernanda mientras tienes sexo con María José.”

Devuelvo mi mirada al desconocido que me mira con mucha atención.

—Bésame… — Siento un par de gruesas lágrimas que se deslizan por mis mejillas.

—¿Qué?

—Quiero que solo piensen en mí mientras me besen. Bésame…

Soltando un suspiro y con duda se acerca, tomando así mi rostro bañado en lágrimas con sus grandes manos.

—No sé si es lo correcto, pero espero poder ayudarte.

Cierro mis ojos, sintiendo otros labios sobre los míos. Él me besa y correspondo con dolor y despecho.

Bruscamente, el beso se ve obligado a acabar.

—¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡¡Responde, María José!!

—No quiero ser el reemplazo de nadie… Menos el reemplazo de mi propia hermana.

—¿Cómo puede creer tal disparate?

—¿Por qué tu silencio? Si no tienes nada que ocultar, ¡¿por qué demonios te quedaste en silencio?! ¿Por qué no lo negaste? —Esto me duele tanto—. ¡Dí algo!

—¡Sí! Me gustó Mafer, pero… 

Mi mano fue la que golpeó su rostro, pero yo soy la que siente dolor, no en mi mano, sino en todo mi ser.

—¿Cómo pudiste? ¡Es la esposa de tu mejor amigo! Mi hermana.

—María José… 

—¡No quiero oírte! ¡No quiero hacerlo! —Trato de escapar—. ¡Suéltame! ¡Suéltame, Ismael!

—¡Déjame explicarte!

Verlo, sentirlo y oírlo me lástima.

—¡No quiero escucharte!

—Déjala ir… —Miro al desconocido—. No se siente bien. Dale tiempo.

—¡¡No te metas más!!

—¡Suéltame, Ismael!

—¡No te soltaré hasta que me escuches! —Mira al hombre, notando cómo este último me ha liberado de su agarre—. ¡Te he dicho que no te metas! —Intenta golpearlo, pero logra defenderse muy bien.

—No soy de pelear, pero no permitiré que me golpees —me mira—. Pídele al taxista que te lleve a tu casa y que regrese por mí. Dile que lo recompensaré muy bien.

Sin decir nada, pero con el corazón roto voy hacia el taxi e ingreso.

Con la voz quebrada, le comunico al taxista lo que me dijo el desconocido y le doy la dirección de la casa de mi padre.

—No es bueno aguantar el llanto —miro al taxista—. Llore, no se preocupe por mí.

—Gracias.

Sin contener más lo que siento, dejo que el dolor se desborde.


 

Agradezco la amabilidad del taxista y salgo del auto, yendo a pasos rápidos hacia mi hogar. Meticulosamente ingreso a la casa; al no ver a nadie, corro de inmediato a mi habitación.

Mi cuerpo debilitado cae en la cama y, como de fuente se tratara, las lágrimas no dejan de brotar. Esas palabras se repiten como una grabadora con fallas.

Sollozando, cierro mis ojos, escuchando el ahora molesto tono de llamada de mi celular. Intuyendo quién es, solo dejo que suene.

Analizando todo lo que pasó unos meses atrás con lo que me acabo de enterar, puedo entender el motivo por el cual Ismael y Mael se distanciaron.

He estado tan enamorada de él que no examiné sus acciones. Pensé que yo podría ser algo más que la cuñada de su amiga, y resulta que solo he sido un reemplazo.

A pesar de saber que he sido el reemplazo de Mafer, no siento nada en contra de mi hermana. ¿Qué culpa tiene ella de los sentimientos de otros?

—¿Quién es?

Alguien ha tocado la puerta.

—¿Quién es? —Soltando un suspiro y limpiando mis lágrimas, me pongo de pie y voy a abrir la puerta.

Mi corazón se estruja al ver a Ismael frente a mí. Trato de cerrar la puerta en vano.

—María José…

—¡No quiero verte!

Ingresa a la habitación sin poder evitarlo.

—Déjame explicarte cómo sucedieron las cosas. ¿Cómo puedes creer que eres el reemplazo de Mafer?




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