Capítulo II

Arami

Primavera y este hermoso lapacho blanco florece sin saber que se encuentra en tierras extrañas, tan lejos de casa, pero aun así demostrando todo su encanto. Observo la fuente que contiene muchas monedas, me pregunto si se tratará de una fuente de deseos.

En casa no existían tales cosas, ni siquiera existían fuentes de agua, pero este lapacho me transporta de vuelta allá, sin embargo, esta fuente corta mi viaje de regreso, es como estar atrapada entre lo conocido y desconocido. El ser humano siempre ha buscado la verdad, por eso estoy aquí. Deseo que poder sacarme esta venda de los ojos y ver la realidad.

Después de todo este es el propósito o mejor dicho lo que espero en mi vida, quizás si arrojo esta moneda a la fuente me ayudará a mantener mi fuerza de voluntad, a no decaer ni temblar con la verdad, no es justo vivir una vida llena de mentiras, en donde los inocentes son pintados de malos y juzgados por crímenes que no cometieron.

Primero, debo saber cómo era ella, para poder dimensionar los pecados de quienes construyeron ese final. Si existe algún Dios en el cielo, le pido que me ayude y por sobre todo que encuentre perdón en su misericordioso corazón.