8. Mi estupenda suerte

Después de la fiesta de los amigos de mis padres todo volvió a la normalidad. Ian o Max acompañándome de vez en cuando a los entrenamientos, mis papas y mis tíos en el trabajo, algunas veces salí con Shelley y ahorita veníamos llegando con mi hermano a la casa él se fue a su cuarto y yo fui a la cocina por unas bolsitas de gomitas, iba a subir a mi cuarto, pero justo en ese momento tocaron la puerta, así que desvié mi camino cuando abrí la puerta no me la creía.

– ¿Ginger? – fue lo único que pude decir pues no creía que estuviera aquí hasta que reaccione y la abrace – dios no puedo creer que estés aquí.

Le dije con mucha emoción y confusión.

– Yo tampoco lo creo Nini, pero era necesario que viniera porque tenemos que hablar de un tema un poco delicado así que vamos a tu cuarto para que te explique las cosas vale.

Me dijo a lo que yo solo asentí, llegamos a mi cuarto ella dejo su pequeña malta dentro del closet, yo me senté en mi cama y comencé a comer gomitas.

– Empiezo a creer que tienes una adicción a las gomitas – dijo a lo que yo reí mientras negaba – por dios, pero si no puedes vivir sin esos dulces.

– Trato de no comerlas todo el tiempo porque es mucho dulce para mí – le dije a lo que ella me miro incrédula – es enserio solo como una bolsita de gomitas al día.

– Bueno dejando de lado los dulces tenemos que hablar.

– Porque presiento que es sobre algo malo.

– Porque estas en lo correcto, Chloe solo se acercó a ti por Max ya que ha estado enamorada de el desde la primaria, pero como él nunca le hizo caso debido a que la odia por razones que solo el conoce... Ella se quiso desquitar contigo porque sabía que con tu sufrimiento afectaría a Max de una u otra forma.

– Y ¿de qué forma se supone que se desquito conmigo?

– Ella hizo que Tristán se acercara a ti y justo cuando pensó que a ti te gustaba fue el momento en que ella mando las fotos en anonimato donde aparecen ellos juntos ya que antes de tu llegada ella estaba en algo con Tristán, pero nadie lo sabía. Todo esto lo supe hace poco gracias a Anna una de las chicas que era amiga de Chloe fue a hablar conmigo ya que no se le hacía justo que Chloe estuviera haciendo todo eso, también por ello Max y Aaron se comportaron raros.

Estaba en un pequeño shock no podía creer que Chloe había hecho todo eso y tal vez había fallado su venganza contra Max, pero justo ahora había logrado venganza sin que se diera cuenta pues me dolía saber que solo me utilizo para cobrar venganza contra mi primo sin importarle nada más que ella misma.

– Alessia – yo la mire – estaré con Max creo que necesitas un poco de espacio, pero cualquier cosa me hablas.

– Ahm si, si está bien.

Le dije ella asintió y salió de cuarto, me iba a acostar para dormir un poco, pero entonces se me ocurrió que era mejor salir a caminar un rato todavía era temprano ya que el entrenamiento de hoy había sido más temprano.

Así que me levanté y fui a cambiarme por algo más cómodo, luego busqué mis audífonos y baje, mire que no hubiese nadie para poder salir ya que así no insistirían en acompañarme, comencé a caminar sin rumbo me puse los audífonos y comencé a escuchar música mientras le mandaba mensaje a Ian.

CHATS

Ian

Oye tonto salí a caminar un rato, no se preocupen

Nosotros salimos a comprar algunas cosas.

De paso me traen fresas porfa

Vale yo le digo a los demás y te compro fresas

Mire el último mensaje de mi hermano y empecé a correr no sé cuánto tiempo tarde corriendo que sin darme cuenta ya había llegado al bosque, pare a descansar un rato para poder respirar mejor pero mi celular comenzó a sonar.

Llamada telefónica

– Bue...

– Ha qué hora se supone que vas a llegar – dijo Max antes de pudiese hablar – ya es tarde es que no te das cuenta.

– Dale tranquilo solo quería respirar aire y correr un poco.

– Vale te entiendo, pero ya está oscureciendo y sé que estas en el bosque.

– Pero como...

– Te conozco perfectamente Alessia.

– Vale igual ya voy de regreso nos vemos en un rato

Le dije y colgué para después levantarme para retomar mi camino hacia mi casa, pero sin darme cuenta tropecé con una piedra y caí sobre mi brazo izquierdo.

– Ahhhhhhhhh – grite de dolor – mierda no otra vez.

Dije en voz alta y maldiciendo mentalmente mi estupenda suerte hasta que oí pazos acercándose.

– Hola – oí la voz de una mujer – hay alguien ahí.

La voz de la mujer se me hacía conocida pero no daba quien podría ser y cada vez se oían más cerca los pazos, hasta que vi la silueta de una mujer y un hombre cuando se acercaron más me di cuenta eran Sasha y su esposo Zack.

– Alessia querida ¿te encuentras bien? – me pregunto Sasha - ¿Qué te pazo?

– Tropecé y caí sobre mi brazo izquierdo el cual me duele horrible.

Dije a lo que el señor Zack me ayudo a levantar.

– ¿Qué parte de tu brazo te duele? – me pregunto a lo que yo le señale mi muñeca, la miro y trato de levantarla un poco, pero solté un pequeño grito – bien puede que tengas un esguince en tu muñeca será mejor que te llevemos al hospital para que revisen bien tu muñeca y ver que no sea más grave de lo que yo pienso.

– Si hija Zack tiene razón yo ahorita le hable a mi hijo que traiga el coche y que le diga a tu hermano.

Yo solo asentí y los seguí hasta donde comenzaba la carretera donde supongo que estaría esperándonos Henry y no me equivocaba me subí en la parte de atrás donde Sasha se quedó conmigo, mientras el señor Zack y Henry cambiaban de puestos.

– Hola Alessia.

Me saludo Henry con una sonrisa.

– Hola Henry.

Le devolví el saludo tratando de sonreír, pero solo termine haciendo una mueca ya que el dolor en mi muñeca podía más.

El señor Zack comenzó a manejar a la máxima velocidad que podía, llegamos al hospital en aproximadamente treinta minutos, Sasha y el señor Zack fueron los primeros en bajar supongo que para hablar con algún doctor, luego baje yo con la ayuda de Henry entramos y Sasha me llevo a uno de los tantos cuartos.