❥. ESPECIAL II

EL INICIO DE TODO

A la presentación de Jeongin, fueron muchos familiares y amigos de los Yang, al principio MinYoung estaba asustada de que no aceptaran a su hijo o que fuera señalado por algunas personas, no porque a ella le importara, sino por el contrario para que su hijo se sintiera como en su nuevo estilo de vida, pero todo había salido de maravilla.

Al día siguiente de la reunión, MinYoung fue a despertar a su hijo, quien estaba plácidamente dormido, el día anterior había comido y jugado con algunos niños hasta el cansancio.

—Corazón es hora que despiertes.

—Cinco minutos más, por favor —pidió Jeongin entre sueños.

—Pero solo cinco minutos —besó su cabeza y salió

Bajo al comedor encontrándose con su esposo, guapo y bien vestido, como siempre.

—¿Iras a trabajar?

—Si, Hwang JungMin, planeamos hacer una asociación entre nuestras empresas.

—¿En serio? Amor… esa es una noticia maravillosa, me gustaría acompañarte hoy pe-

—Pero estarás ocupada con Jeongin, lo sé.

—Te amo —sonrió besando la mejilla de su esposo antes de dirigirse a las escaleras.

—¿No vas a desayunar conmigo?

—Si Jeongin despierta, bajamos los dos y desayunamos juntos.

MinYoung subió las escaleras y entró a la habitación de su hijo, quien seguir durmiendo abrazado a su zorrito de peluche, no quiso despertarlo, pero tampoco quería mimarlo de más.

—Innie, ya levántate.

Y sin protestar esta vez, Jeongin abrió sus ojos viendo a su madre.

—Buenos días, señ-, mamá.

—El desayuno está listo, bajemos antes de que papá se vaya a trabajar.

—¡Si! ¡Vamos!

Madre e hijo bajaron las escaleras, viendo a ChangWook tomar su café, al ver a su esposa e hijo, sus labios ser curvaron hacia arriba, sentía claramente que estaba volviendo a formar su familia, ese pequeño niño que había llegado a su vida, se encargaría de cuidarlo y de protegerlo.

Los tres desayunaron juntos, MinYoung le comentó a su esposo sobre lo que haría ese día, normalmente él trabaja desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde, por lo que ella estaba sola todo el tiempo, pero con la llegada de Jeongin, iba empezar a reorganizar todo.

ChangWook terminó su desayuno, se despidió y se fue a trabajar. MinYoung ayudó a Jeongin a que acabara de desayunar y lo llevó a su habitación para bañarlo y cambiarlo. Tenía planeado salir de compras, ver un colegio en el que Jeongin estudiaría, ir a almorzar, llevarlo al doctor para descartar todo tipo de enfermedades, entre otras cosas, pero sus planes se vieron interrumpidos.

—Señora, tiene visitas, la esperan en la sala.

—¿Quién es?

—La señora Hyeri.

—Bien, bajare en unos momentos, atiéndela por favor.

—Si señora.

La empleada salió de la habitación y MinYoung se apresuró en cambiar a Jeongin, le puso un pantalón beige, una camiseta manga corta color blanco, un saco abierto del mismo color que el pantalón, medias y una zapatilla blanca.

—Corazón, tenemos visitas, acompáñame a saludar y luego vas a jugar al jardín.

—Esta bien —dijo Jeongin besando la mejilla de su madre.

Ella tomo su pequeña manito y bajaron las escaleras hacia la sala, encontrándose con una hermosa mujer, de cabello castaño y largo, alta, delgada, vestida con una blusa cuello de tortuga color crema, pantalones negros de mezclilla y tacones negros, pero no se encontraba sola, a su lado estaba un pequeño de cabello castaño vestido con traje de marinero.

—MinYoung querida.

—Lee Hyeri, no esperaba tu visita —la madre de Jeongin besó la mejilla de la otra dama.

—Siempre es buen momento para visitar a una amiga —con la mirada MinYoung la invitó a sentarse —Me enteré que adoptaste a un niño, no pude venir a la fiesta de presentación porque me encontraba fuera de Corea, pero ya estoy aquí, preséntame a ese niño maravilloso.

—Entiendo tus motivos, y veo que no viniste sola —le sonrió y le mostró a Jeongin quien estaba a su lado mirándola tímidamente —Hyeri, te presentó a mi hijo Jeongin.

—Que niño tan hermoso —la castaña acarició su cabello y le extendió la mano— Soy Lee Hyeri, puedes decirme tía Hyeri.

—H-hola, yo soy J-Jeongin.

—Jeongin, te quiero presentar a mi hijo, él es Félix —miró a su hijo quien al ver al pequeño pelinegro saltó a él.

—¡HOLA! ¡YO ME LLAMO FÉLIX! —dijo emocionado el pecoso.

Este acto hizo asustar un poco a Jeongin, quien dio un pequeño brinco y bajo la mirada.

—Hijo mío, no lo asustes —su madre lo vio— Él es Jeongin, al parecer un poco tímido, así que no seas tan travieso.

—Si mami —dijo un poco más tranquilo.

—Jeongin cariño, ve con Félix al jardín y jueguen en los juegos —miro a su hijo.