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Tres años después.

Cambiar de vida nunca fue tan fácil, aun los estragos de aquellos recuerdos perturban mi mente, y sé que él no descansara que no dormirá hasta tenerme de vuelta. Lo sé perfectamente porque yo misma viví con ese verdugo durante varios años desde mi juventud hasta mi desesperación por ser alguien libre.

Tome su vida ahora soy Zoila D' Ofer, una practicante de enfermería, aun de duda  procedencia, es tan extraño todo como sucedió las cosas más al llenar mi informe incompleto y mi insistencia de estar aquí, pero sé que Adalberto le tomo dos días saber que ese cuerpo no era la de su esposa, dos días que pudo incendiar todo la ciudad y para cuando eso pasara yo estaba rumbo un avión viajando a los Ángeles.

—Zoila no te distraigas —escucho a mi compañera de sala verla tan apurada.

—Perdón es solo una mala noche —contesto abrumada suavizando mi cuello.

—Sea lo que sea déjalo ir, ahora hay mucho trabajo es fin de semana y el área de urgencias siempre está llena

Veo mi hora en el reloj de mano apenas a avanzado una hora desde que entre a turno, es el único lugar que puedo estar segura jamás el podrá encontrarme en un lugar así, le da asco ver gente, herida, vomitando, la  sangre. Es irónico cuando el es un ...

Voy hasta una de las camillas veo a una mujer con un gran dolor abdominal, su estómago esta inflamado, sigo revisión en su cuerpo y me doy cuenta que sus dedos de los pies están morados, busco un doctor pero no hay, debo estar tranquila para no alarmar a la mujer.

—Iré por un doctor no se preocupe todo está bien —trato de mantener calma

No veo por ningún lado a la doctora Salas, estoy desesperada, estoy de encargada de emergencia y cualquier estado crítico puede ser perjudicial para mí, a mala hora me ofrecí. Veo a las de recepción preguntado por la doctora, pero ningún sabe dónde está. Continuo mi trayecto estoy tan concentrada que no me doy cuenta que choco con la espalda de un doctor.

Lo primero que pasa por mi vente jamás lo había visto, era claro nunca salgo de sala de emergencias.

—Perdón yo...

—Descuida solo ten cuidado en no lastimar alguien mas —dice como si fuera broma pasando de largo

Sigo buscando, uno de los enfermeros me dice que entro a una cirugía, por mi mente se pregunta que debo hacer, por la forma en sus ojos, su inflamación de lado izquierdo y sus pies casi al punto de reventar, puede ser una insuficiencia renal o cardiaca, necesito un...

Regreso de nuevo esto parece un juego de aquí allá, necesito aun doctor al diablo quien sea, solo necesito que vea a la señora, y por instante veo al mismo doctor y no tengo tacto cuando esta por tomar un sorbo a su café poniéndome enfrente suyo, el frunce el ceño con alguna interrogación.

—¿Pasa algo Enfermera?, como para ponerse enfrente mío —pregunta no tengo tiempo.

—Podría acompañarme a la sala de emergencia por favor.

—No es área de la doctora Salas —Contesta intrigado.

—Si pero ella entro a participar en una cirugía y hay una mujer con inflamación, y sus pies no se ven muy bien parece que retiene líquidos y sus venas están saltadas, sus ojos están amarillos...

El asimila lo que estoy diciendo, no dice nada mas solo asiente y no sé porque me desespero, ellos solos deberían correr al llamado y o analizar las cosas mientras avanzan.

—Puede ser Hepático por la coloración, también una insuficiencia renal, la retención de líquidos y sobre las venas también puede ser cardiaca, llévame.

Veo que  revisa sus vitales junto con la carpeta y hace las preguntas de rutina que había contestado con la doctora Salas, palmea su estómago y ella hace un gesto de dolor, que sube por su pecho.

—Parece que la sangre no está bombeado hay obstrucción en su intestino debemos llevarla a quirófano, todo estará bien, hablare con la doctora Salas para que tenga todo listo será una noche larga no puedo mentirle, no es mi área pero si será agotador, solo le pido que este tranquila.

La mujer asiente, me da una sonrisa apenas logra darlo en forma de agradecimiento, el doctor viene hacia a mi pidiéndome que lo acompañe, estoy nerviosa y no entiendo el motivo porque lo estoy.

—Si nos hubiéramos tardado un poco más la mujer que esta ahí, estarías dándole las malas noticias a su familia, iré por la doctora Salas su obligación es estar al pendiente como algo si no pudo notarlo,  y era claro nunca reviso sus pies, nuestros pacientes son importantes ahora prepárala.

—Gracias aunque sé que esto me va acostar

—¿Por qué lo dices? —pregunta curioso