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Hasta que todo se arruino, la música se detuvo de pronto, todos dejaron de bailar y abuchearon para que continuara, no comprendíamos nada.

—¿Qué sucede? —me pregunta cerca de mi oído.

—No sé —encojo mis hombros mirando hacia todos lados.

—Princesa no llegue a pensar que vendrías, no me lo esperaba —volteo para encontrarme al idiota, más idiota de todos llamado Lucas.

El debió haber cortado la música, ama ser el centro de atención, además que es su casa, si no fuera por qué sus fiestas son las mejores, nadie vendría aquí. Preferimos ignorarlo y disfrutar de la noche.

—¿Quién es tu amigo? No sabía que ahora te involucras con mayores, veo que subes tus expectativas —escupe con odio observando a Tom.

—¿Cómo... —Tom da un paso hacia él, pero lo detengo?

—Tranquilo, puedo defenderme sola —le susurro y entrelazó nuestros dedos— De hecho, Lucas —Vuelvo a mirarlo— te presento a Tom, mi esposo —sonrió lo más que puedo, su expresión en este momento es épica, no hay nada mejor que hacer callar a personas que se creen mejor que otros.

Ahora que lo pienso, es la primera vez que digo mi esposo en voz alta. No suena mal, me gusta, pero sigue siendo extrañó, más cuando mi estomago se contrajo ¿tal vez como esas mariposas que las personas dicen tener? ¿Eso en realidad existe?

Prefiero pensar que lo sentí solo por nerviosismo, sí, eso es.

—Si claro —sonríe arrogante— ¿Piensas que voy a creerte? siempre has pensado en ser libre.

—No me interesa si me crees. Cariño ya me quiero ir ¿Vamos? —le digo con suavidad a Tom.

—Si, como quieras —pasa su brazo por mi cintura a pegándome a él.

Nos salió tan natural que pareciera muy normal en nosotros, mejor que en las reuniones de negocios. Eso hizo que Lucas se enojara aún más.

—Demuéstralo —volvió hablar el estúpido antes de que diéramos un paso.

Algunos ya están abucheados para que continúe la fiesta y Lucas deje sus actos de niño malcriado. Comprendo que a los dieciocho no eres la persona más madura del mundo, pero hay algunos que enceradas se pasan ¿Que iré una prueba? ¿Acaso tiene siete años?

—¿Por qué debería? —preguntó enojada.

—Vamos cariño, te conozco bien, se cuándo mientes —cruza sus brazos.

—No me conoces tan bien como crees —digo con odio.

—¿Tienes miedo? vamos preciosa —el brazo de Tom se tensó— Antes solías pelear y defenderte.

¿Cariño? ¿Preciosa? Lee y ve muchas películas de adolescentes, solo le falta decirme pequeña.

—A diferencia de algunos, aprendemos a madurar y evitar a los idiotas inmaduros con el síndrome de Peter Pan —extiendo mi mano—¿Vez eso? es mi anillo de matrimonio ¿Feliz? —damos un paso hacia la salida, pero nos detiene.

—Un anillo no significa nada.

Perdóname Tom.

Giro hacia Tom, pongo mis manos en su cuello y lo beso, al principio fue algo tímido y despacio, pero después él puso sus manos en mi cintura y me siguió el beso que fue subiendo de tono, dando paso a su lengua no sé cuánto rato estuvimos así, pero al separamos me doy cuenta de que todos gritaban y reían alentándome, en especial mis amigos. Hacer callar a Lucas es hacer felices a todos los de aquí es odiado prácticamente por todos, es una persona muy arrogante y narcisista.

— ¿Feliz? vamos —digo volviendo a entrelazar mis dedos con Tom.

Salimos casi corriendo e intentando mantener la compostura, fue el mejor beso de mi corta vida.
Esta vez si logramos caminar hacia la salida, visualicé a mis amigos especialmente Jenny que sonreía como maniática, al pasar por al lado de Lucas quise reír en su cara, el idiota realmente no podía crecerlo, iba a acercarse a nosotros con los puños y rojo del enojo, pero mis amados amigos lo detuvieron.

Camino a casa ninguno hablo, Tom estaba algo enojado y yo no decía nada, me sentía mal por haberlo usado, no sabía cómo disculparme.

Al llegar nos bajamos y entramos a la casa.

—Buenas noches — dice sin mirarme.

—Espera Tom.

—No me gusta que me utilicen Anni, entiendo por qué lo hiciste y por eso no estoy enojado, pero no estuvo correcto —dice cansado y decepcionado— esta relación, nuestro matrimonio sigue siendo frágil, jugar de esta forma no es lo correcto.