INTRODUCCIÓN

He perdido la cuenta de todas las historias que he presenciado para poder relatarte, pero —sin duda alguna— la historia de Pandora es una de las más significativas para este humilde servidor. Creo que una vez que comiences a leer todo lo que tengo para narrarte, comprenderás mis palabras. 

Tengo la certeza de que ya la conoces, pero sé lo mucho que te gusta que las historias sean contadas. 

Al fin y al cabo, las hiciste para eso.

¿Por dónde empezar?
 

Antes que nada, responde esta pregunta.

¿Sabes qué es lo que te orillaría a decidir entregarle tu alma al diablo?

Puede que respondas que no hay nada en este mundo que te haga decidir semejante atrocidad. De ser así, déjame decirte que eres el peor santurrón de todos. Todos lo han deseado, aunque sea una vez o una minúscula pisca de añoranza, han contemplado el pensamiento o lo han imaginado. Deja de ser tan mojigato y responde con sinceridad, pequeño mentiroso, porque todos, sin excepción, tenemos un punto de quiebre.

 Una debilidad de la que aquel astuto ángel caído sabe sacar provecho…