SINOPSIS

El reino arcángel comenzaba a tener serios problemas.

Algo había sucedido.

Hace tantos años había sucedido este gran error, el cual se trataba de un arcángel que se enamoró de un simple humano.

Pero ahora se trataba del gran príncipe, que vigilaba durante tantos años a una simple mortal de la cual estaba tan enamorado.

El único detalle era que, ella no sabía sobre él, cada noche ella sentía una presencia que la observaba, al principio sentía tanto miedo, pero poco a poco, ese miedo disminuía.

El gran rey al enterarse se enfureció tanto que pidió hacer una junta de exiliación.

En la cual todos se reunieron y con tanto dolor, tuvo que dejar ir a su hijo.

El cual sufrió tanto, ya que, en su primera noche, fue apuñalado por un hombre que huía después de haber hecho alguna atrocidad que probablemente lo encerraría de por vida.

Estaba por morir, en medio de la noche y el horrible frío, pero un hombre llegó a salvarlo.

-No morirás…

Fue lo único que escuchó antes de caer desmayado en el frío suelo.

Al despertar, tan solo logró ver una amplia habitación que contenía una cama, algunos muebles rústicos y un gran librero con tantos libros viejos.

Desconcertado se puso de pie y miró su estómago, la herida había desaparecido y en él se encontraba una pequeña mancha roja que anteriormente no tenía.

Decidió salir de ese lugar y caminar entre los pasillos hasta llegar a unas amplias escaleras que daban a un gran salón tan amplio y moderno.

Era tan increíble ese lugar.

De pronto, un hombre llegó al salón.

Se dio cuenta de que era el mismo que lo salvó esa noche que lo apuñalaron.

Y al parecer, él era un ser sobrenatural como ese chico desconcertado.

Los días pasaban y las vacaciones terminaron, por lo que tuvo que entrar a la escuela, y fingir ser un chico normal, lo que sería tan difícil ya que realmente no lo era.

Pero algo lo dejó tan preocupado.

Y fue al ver a esa chica salir del auto en aquella calle por la que pasaba.

Solo bastó con verla sonreír para volverse a enamorar de nuevo de ella.

Pero sabía que era algo imposible ya que su padre hizo una de las peores cosas del mundo.

Con tal de arruinar su felicidad, creó la horrible y temible maldición de los caídos.