Cariño con efectos secundarios

14.

Dean.

La velada de hoy va fatal. Erika no deja de rondar cerca, ignorando todas mis advertencias. Parece decidida a conseguir lo que quiere por la fuerza. Pero yo también soy terco.

Suspiro aliviado cuando una desconocida me invita a bailar. Me lanzo a la pista, disolviéndome entre la multitud. Por el rabillo del ojo, distingo al otro lado de la sala, cerca de las mesas, unos rasgos familiares.

—¿Eres de aquí? —pregunta mi acompañante.

—Sí —volteo hacia ella—. Nací aquí, ¿por qué?

—Simple curiosidad —ronronea mientras apoya su cabeza en mi hombro.

Vuelvo a mirar hacia las mesas, pero no hay nadie que se parezca a mi vecina forzada. He caído tan bajo que ya tengo alucinaciones con ella...

La nueva amiga, como era de esperar, me aburre rápidamente. Por suerte, Kir salva la situación desviando su atención hacia él. Me alegra que mi amigo me entienda tan bien.

Recorro la pista con la mirada y veo con alivio que Erika conversa animadamente con algún chico. Cruzo la pista antes de que me vea y me dirijo a la puerta. La música ensordecedora me ha cansado, y ahora solo deseo un poco de silencio.

Subo al segundo piso y avanzo por un largo pasillo. Las suelas de mis zapatillas se hunden en la suave alfombra, amortiguando mis pasos. Casi me da pena estropear una superficie tan lujosa con mi calzado.

De algunas habitaciones llegan sonidos de fiestas privadas. Sonrío y sigo adelante. Me estoy haciendo viejo.

De repente, escucho un grito familiar. Identifico al instante la fuente: la cocina a medio metro. Entro precipitadamente y encuentro a Camila apretada contra los muebles de cocina, sosteniendo una sartén en las manos, mientras un tipo se cierne sobre ella.

Reacciono automáticamente. Agarro al agresor por el cuello y lo jalo bruscamente hacia atrás. Cae sonoramente al suelo y no parece querer resistirse. Por si acaso, no suelto su ropa.

—¿Qué prefieres? —me inclino hacia el descarado mirándolo fijamente—. ¿Te vas por tu cuenta o necesitas ayuda?

—Me voy solo —el chico sacude mi mano, se levanta lentamente y huye avergonzado de la habitación.

Lo sigo con la mirada unos segundos antes de volverme hacia Camila.

—Y ahora vamos contigo —digo, saboreando cada palabra.

La pequeña agarra la sartén y la aprieta contra sí misma. Conociéndola, seguro que usará el arma. Doy un paso, preparándome para atrapar su mano. En mis labios se dibuja una sonrisa astuta, la del depredador que finalmente ha acorralado a su presa.

—¿Podemos llegar a un acuerdo? —chilla Camila con desesperación—. Ya me has hecho suficientes maldades.

Me acerco más. Ella se queda inmóvil, aferrándose con sus finos dedos a la sartén. Con suavidad, toco su mano y le quito el objeto, dejándolo a un lado. Apoyo mis manos en la encimera, una a cada lado de Camila.

—¿Así que ahora llevamos la cuenta? —miro fijamente sus brillantes ojos verdes, disfrutando de su reacción—. Entonces, ¿tal vez debería recordarte algunas cosas desagradables que me hiciste?

—Eso fue hace años —frunce el ceño y su mirada se tensa—. Ya somos adultos. Al menos yo lo soy.

—Qué simple lo ves todo —muestro los dientes—. ¿Entonces te rindes?

—Propongo una tregua. Al menos durante estas dos semanas —la pequeña ni siquiera intenta apartarse de mí.

Esta valentía suya siempre me ha irritado. Y al mismo tiempo me atrae. No puedo resistirme a inventar alguna broma más. La reacción de Camila siempre vale la pena.

—¡Vaya! —finjo sorprenderme, luego entrecierro los ojos y la miro fijamente—. ¿Y qué gano yo con eso?

—No me vengaré por tus últimas sorpresas —sonríe inocentemente, y me quedo inmóvil, sintiendo claramente que hay trampa.

—De todos modos no lo harás, porque no puedes —muestro los dientes e inclino ligeramente la cabeza—. Espero propuestas más interesantes.

En ese mismo momento me doblo de dolor al recibir un rodillazo en una zona bastante sensible. Ha vuelto a conseguir distraerme y bajar la guardia. Prepárate, pequeña. Mi venganza será terrible, no te va a gustar.



#652 en Novela romántica
#163 en Otros
#87 en Humor

En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 29.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.