Cariño con efectos secundarios

29.

Camila.

¿Y por qué de repente se ha vuelto tan atento? Da hasta miedo... ¿Será que ya ha planeado alguna venganza genial? Con tal de no caer en la trampa. Contrólate, Camila.

—¿Por qué de repente me estás siguiendo? —suelto lo primero que se me viene a la mente.

Dean hace una mueca y aparta la mirada. ¡Seguro que está tramando algo! Debo desenmascararlo antes de caer en otra trampa.

—No hagas preguntas tan complicadas —resopla y cruza los brazos sobre el pecho—. Vamos.

Con estas palabras, el chico se levanta de un salto y se dirige rápidamente hacia adelante.

—¿Qué, a pie? —lo alcanzo rápidamente e intento mantener el ritmo.

—Me parecía que estabas decidida a irte de aquí a pie —dice, sin siquiera voltearse.

—No quería ir sola en taxi —respondo—. Y contigo no me muero de ganas de ir. Todavía me vas a abandonar por el camino.

—No eres una niña, encontrarás el camino —Dean se encoge de hombros, pero en sus ojos aparece una extraña suavidad.

No me gusta esto... Noooo me gusta nada.

Seguimos en silencio. No cumplo mi deseo de irme, y él no intenta deshacerse de mi compañía. Pura idílica.

No te relajes, Camila. Seguro que ha preparado alguna trampa en casa.

Ay, y yo que quería llegar primero y revisarlo todo bien. Aunque ir con Dean es mejor que ir sola. No da tanto miedo.

Especialmente después de aquel incidente con el desconocido pelirrojo. Da miedo hasta imaginar qué podría haber pasado si mi vecino no hubiera aparecido a tiempo...

Me estremezco y me abrazo por los hombros. En ese momento Dean vuelve la cabeza hacia mí.

—¿Tienes frío? —pregunta.

Me quedo paralizada, sin saber qué responder. Este Dean se ha roto, traigan uno nuevo. ¿En serio, qué le pasa?

Lo que hace después me sorprende aún más. El chico se quita la chaqueta y me la echa sobre los hombros. Agarro instintivamente los bordes del cuello y me envuelvo en la tela gruesa. Todo mi cuerpo se envuelve al instante en el dulce aroma a moras. Así que no es solo el chicle, sino también el perfume.

—Gracias —murmuro bajito y bajo la mirada.

—Guaaaau —alarga Dean, y en su voz se perciben notas de sarcasmo—. ¿Así que conoces esas palabras también?

—Iba a decir que puedes ser bueno —aprieto los labios—. Mientras te calles.

—Lo mismo digo —suelta bruscamente mi vecino y acelera el paso.

Apenas puedo seguirle el ritmo con su altura. Otra vez me dan ganas de golpearlo con algo pesado. No sé por qué, pero me gustó cuando se comportaba normal. Aunque eso es más la excepción que la regla.

—Pido un taxi —Dean levanta la mano con el teléfono y la agita—. ¿O de verdad quieres ir a pie hasta casa?

—No tengo nada en contra del taxi —respondo, entendiendo perfectamente que me apresuré con lo de la caminata.

Lo importante es que él no se dé cuenta y no cancele el viaje.

Nos detenemos junto a un pequeño puesto de comida callejera y nos sentamos en un banco. El taxi llega rápido. ¡No puede ser! ¿Y dónde estaban todos cuando necesitaba volver a casa desde la de Erika?

Me acomodo en el asiento trasero. Dean, por alguna razón, se sienta a mi lado. Dirijo la mirada al asiento delantero y noto que hay un perrito pequeño sentado en él.

Y yo que ya me estaba ilusionando...

—Qué lindo —no puedo contener el cumplido.

—¿Quién, yo? —interviene Dean de inmediato.

—Ya tendría que llamar a los paramédicos si hubiera dicho eso —bufo y cruzo los brazos sobre el pecho—. Hablo del perrito. ¿Cómo se llama?

Esta última pregunta va dirigida al conductor.

—Charles —el hombre de cabello canoso sonríe amablemente—. Disculpen, no le gusta viajar en el asiento trasero. Lo escribí en el comentario del viaje.

—No pasa nada —sonrío—. ¿Puedo acariciarlo?

—Sí, pero solo un poco —permite el hombre—. No le gusta mucho.

Me inclino y paso con cuidado la mano por la cabeza del perrito. Se anima y empieza a mover su gracioso rabito. Decido hacer caso al consejo del conductor y me recuesto hacia atrás. Capto sobre mí la mirada interesada de Dean.

—¿Qué? —pregunto—. ¿A ti también te acaricio?



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 29.10.2025

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