Capítulo 1: Travis

Acomodo la corbata mientras mi jefe habla. No puedo creer que esté considerando darle un cliente importante a Michael Gibbs solo porque lo considera más asentado que a mí por estar casado. ¿Acaso el matrimonio indica si es un buen asesor financiero o no? Él es bueno, no lo puedo negar, sin embargo, yo soy mucho mejor que él y puedo asesorar a industrias Glove mucho mejor. No permitiré que me roben a ese cliente tan importante.

—Marcie, no quiero sonar arrogante, pero tengo que decir que yo soy mejor asesor financiero que Gibbs.

Mi asistente suspira.

—Gibbs es bueno en su trabajo, solo que usted se enfoca más debido a que vive para el trabajo. En cambio, él debe dedicarle atención a su esposa, y a la familia que planea formar con ella. La esposa del jefe se cansó que pusiera el trabajo por encima de ella y le pidió el divorcio.

Enarco una ceja. No sabía que ese fue el motivo del divorcio de mi jefe.

—Con más razón sería una buena opción, no tengo la distracción que lleva una esposa.

—El señor Alberth Glove es un hombre de familia y no sé por qué considera que un hombre de familia tiene otra perspectiva. El señor Lodge lo recomendó a usted, sin embargo, Gibbs logró engatusarlo, fingiendo que se lo cruzó de casualidad mientras esperaba a Lodge. El señor Glove decidió tener en cuenta la recomendación del señor Lodge y no descartar a Gibbs.

—Me sorprende de como te enteras de las cosas.

Ella sonríe.

—Llevo diez años trabajando en esta empresa. Conozco a todos y mantengo un perfil bajo.

Ahora el que sonríe soy yo porque mi asistente no deja de sorprenderme. Si ella fuera unos años más joven y no estuviera casada con un hijo en la universidad, podría casarme con ella, sin embargo, cincuenta años es mucho para mí y ella está felizmente casada desde hace treinta años.

—¿Y qué me recomiendas hacer?

—Impresionar al señor Glove. Fue invitado al evento que dará el sábado, al igual que Gibbs, quien llevará a su esposa y esa es un arma.  

—La esposa de Gibbs se ganará a la esposa de Glove y Gibbs terminará metiéndose a Glove al bolsillo. —deduzco.

El maldito debió imaginar que el jefe me recomendaría a mí y se adelantó. De seguro investigó y descubrió lo mismo que yo, que el señor Junior Glove ama a su esposa por encima de todo, que ella es su gran apoyo y su devoción. Si la esposa de Gibbs logra conquistarla, ella podría influenciar en su esposo haciendo que elija a Gibbs por encima de mí.

Mientras que la mayoría de los clientes prefieren un asesor financiero soltero y con la cabeza en el trabajo, hay otros, como el señor Glove, que ponen otras cosas por encima y le dan más importancia a la familia y al valor humano que ganar dinero.

La relación del señor Glove con su esposa es como la que tiene mi hermana con su esposo. Los dos enamorados, trabajando juntos y haciendo un buen equipo en la cama y fuera de esta.

Estoy cansado de trabajar para alguien más y pelear por clientes. Si pudiera agarrar a Glove y demostrarle que tan buen asesor financiero soy, podrían abrirse puertas que me permitieran irme por mi cuenta y así convertirme en mi propio jefe.

Amo mi trabajo, no obstante, últimamente comienzo a desear algo más que estar en la oficina casi todo el tiempo y luego ir a mi departamento frío y minimalista a sentirme solo. Alguna que otra mujer puede calentar mi cama por un rato, pero no dejan de ser encuentros vacíos sin sentido, además, que yo no duermo con nadie. No me gusta tener a ninguna mujer cerca mientras duermo. No me siento cómodo con eso, ni con las mujeres usando mi ropa. Tal vez por eso es que no tengo ninguna relación. Cuando pienso tenerla, la mujer sale huyendo antes las rarezas que no puedo controlar.

Ahora que mi hermana está casada y es madre, me di cuenta de que deseo pasar tiempo con ella y convertirme en el tío genial al que su sobrina busca para consejos, pues a este paso no creo que llegaré a ser padre algún día.

—¿Y bien? ¿Confirmo asistencia al evento?

Salgo de mis pensamientos.

—Sí, hazlo.

—¿Con acompañante o sin? Yo recomendaría con para que deslumbre a la mujer de Glove.

—No tengo pareja y no quiero llevar a una extraña o a alguna que se crea el cuento. No pretendo fingir que tengo pareja.

—No necesariamente tiene que ser su pareja, solo alguien que lo haga ver como un hombre de familia, como su hermana, por ejemplo. Ella podría hablar de lo buen hermano que es y de como es con su sobrina.

Asiento.

—Tienes razón. Debo convencerla de que me acompañe.

—¿Su esposo presentará problemas?

—No, a lo sumo querrá ir, pero mi hermana lo tiene dominada. Ella será la que me costará convencer porque cuando no trabaja solo quiere pasar tiempo con su hija y su esposo. Su mejor amiga se ha quejado de que Kaia no sale sin mi sobrina de diez meses. No va a llevarla a un evento, eso Isaac no lo va a permitir.

—Su hermana lo quiere mucho y estoy casi segura que ella aceptará ayudarlo. Con preguntar no pierde nada, mientras tanto confirmaré que irá con acompañante. Si al final va solo, no pasa nada.