★AÑORANZAS★

Ha sido un día largo y tal vez nos sentimos cansados; cansados de luchar y no conquistar, de anhelar y no obtener, de caminar y no llegar. Un día de esos donde el miedo y la desesperación se apoderan de nuestras mentes. La frustración  y la impotencia hacen que perdamos de vista quienes somos en verdad, donde la prisa del tiempo coge nuestro equipaje de aquellos momentos que quisimos atrapar con nuestros brazos, sin embargo huyó de nuestros presente, escapándose al pasado, donde ahora anidan nuestros recuerdos. Ahora la experiencia toma nota y acepta el hecho, de que, existen momentos significativos en pequeños espacios en la vida, que no son más que fracciones en el tiempo, irrepetible  e imborrable.

Hoy ha sido un día de esos donde la imaginación viaja hacia esos minutos cadavéricos que fueron sepultados por las oportunidades negadas. Esos momentos locos cuando reíamos como niños, donde las cosas sencillas fueron el enclave de nuestra felicidad. Hoy solo navega el olvido, como si esos hechos fantásticos no tuviesen relevancia alguna. Y aquí estamos, tratando de sobreponernos al dolor,  de sobrevivir y de sanar aquellas viejas heridas que lastimaron nuestra dignidad, de tomar aquellas cicatrices para llevarlas en nuestro cuello como si fueran trofeos de las batallas conquistadas, porque quiérase o no, hemos sobrevivido.

Hoy tenemos nuevos desafíos, nuevos retos, nuevas oportunidades, nuevas puertas e incluso nuevas barreras.  La experiencia adquirida es la que catapultará nuestro éxito que cautelosamente conquistaremos, esa cautela es la que nos ordena actuar con prudencia, aunque la misma no es amiga de las emociones, ya que a veces creemos tener los pies bien puestos sobre la tierra y en algún momento inesperado estamos flotando.

Hoy ha sido un día de esos en el cual no sé si soy cactus o globo. Si cactus entonces soy el victimario y si  globo soy la víctima. Si soy cactus he proporcionado muchas heridas y si soy globo he sido herido muchas veces. Si soy globo tal vez la ilusión y el descontrol de mis emociones ha hecho que la perspectiva de mi realidad se aleje de mi vista, pero si soy cactus es posible que mi visión sea pobre y no tenga piedad de las circunstancias de los demás. Tal vez he sido las dos cosas.

Hoy quiero sentir aquellas cosas extrañas que me inundaba el cuerpo; aquellos momentos trémulos, cuando dos miradas se encontraban y se clavaban, haciendo que el tiempo se detuviera. Quiero volver a sentir;  que duele, porque eso me hace sentir que estoy vivo, miedo, porque eso me recuerda que esta vez debo tener precaución.  Pero sobre todo hoy quiero volver a llorar porque las lágrimas embellecen las almas. Esas lagrimas que se vienen sin querer y al querer no vienen, pero son parte del sentirse vivo.

Hoy  tomo mi camino nuevamente y conoceré el misterio de la carretera; lo impredecible de sus agujeros, las huellas, las caídas, las levantadas, los golpes y las lesiones, las vueltas y las rectas. Conoceré tanto de ella que me grabaré cada detalle; los agujeros me enseñarán que debo tener cuidado de no lastimarme, de meditar mis pasos, de no ir tan de prisa. Entenderé que el subir es un indicativo de bajar, que hasta a veces los mejores viajes pierden valor con el tiempo. 

Hoy conoceré sobre las huellas; en muchas personas dejamos más huella de lo que nos imaginamos, pero ya nos hemos marchado y no podemos regresar, en cambio otras han esquivado nuestros pasos, por eso no aparecemos en el historial de sus caminos.

Conoceré que hay personas que han dejado una llama perenne en nuestras vidas y una luz que nunca se apagará, rastros que el tiempo no los borrará  y que dormitarán en nuestros recuerdos, mientras otras solo han sido oscuridad.

Conoceré tanto de las personas…