¿DÓNDE ESTÁN LOS NIÑOS? | 1. LA TIENDA

Sofía era una pequeña de sólo 8 años. Amaba los dulces como cualquier infante de su edad, y por ese gusto llegaba a ganarse ciertos problemas con su madre, ya que esos dulces que Sofía agarraba sin permiso alguno, pertenecían a la tienda de su casa. Dicho espacio era tan apretujado que a lo mucho cabían 4 personas, no más. Sin embargo, ni esa cantidad de personas llegaban a habitar aquellos pasillos llenos de estantes con diversos chocolates, caramelos, chicles, refrescos, galletas, etc. 

La chiquilla no era más que un ser inocente y con infinidad de ansias por acabarse todos los dulces que veía, pero mayormente tomaba los que pudiese coger con sus pequeñitos puños. Pero incluso aquella poca cantidad tomada le hacían enfurecer a su madre, pues como no vendía nada, en lugar de ayudarle económicamente, estaba cada vez más cerca de acabar en bancarrota. 

Aun con todos eso límites establecidos, Sofía no dejaba de correr y correr por esos apretujados pasillos para comer uno a uno cada dulce que pudiera. Dicha costumbre ya le había hecho ganar algo de peso, al igual que sus vecinos: Eduardo y Sandro, quienes también eran unos pequeñines de la misma edad que Sofía. Este trío de traviesos se juntaban en más de una ocasión para jugar en las afueras de la calle; con la respectiva vigilancia de sus padres.

La relación entre los 3 pillos no era muy fortalecida, puesto que solamente se llamaban para jugar cuando estuviesen aburridos, pero no para otras cosas. Sus madres tampoco se relacionaban tanto; a lo mucho se llegaban a cotorrear ciertos chismes que se enteraban, pero no entraban a profundidad ni en la vida privada de cada una; a pesar de frecuentar dicha tienda y sin siquiera comprar algo de allí ni para ellas, ni para sus hijos.