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Luego de ir a su habitación y colocar sus pocas pertenencias en un bolso para irse, Andrew regreso hacia la sala principal en donde varias amistades que había hecho durante el tiempo que estuvo allí le esperaban con una gran sonrisa en el rostro. Entre todas aquellas personas se encontraba Laila quien a diferencia de los demás solo estaba allí para con los brazos cruzados observando todo lo que ocurría, no se veía contenta al contrario la tristeza que sentía era bastante evidente

Cuando comenzó a caminar hacia la salida mientras se despedía de todas aquellas personas, la gran mayoría se colocó de pie y comenzaron a aplaudir por la buena suerte que había tenido el de poder regresar a casa con una buena familia que estaba totalmente dispuesta a ayudarle a recuperar su identidad. Todos le desearon muy buena suerte y que no se olvidara de aquel lugar que durante mucho tiempo le brindo calor y el amor de una familia a pesar de ser todos de diferente sangre.

Silvia se sentía bastante nerviosa, se sentía como una pequeña niña que tenía vergüenza al hablar con el niño que tanto le gustaba por el hecho de como fuera el a reaccionar así que solo lo observaba alejada mientras él iba tomado de la mano de su madre caminando hacia el auto.

Cuando ingresaron al auto, ella lo encendió para luego tocar el Clackson en forma de despedida para todas aquellas buenas personas que se habían interesado por su esposo, pero justo antes de hacerlo escucho el gran grito de una mujer quien llamo la atención de todos.

Era Laila quien venía corriendo a toda velocidad desde la parte de adentro mientras gritaba con todas sus fuerzas una y otra vez el nombre de: “Andy”

Los celos de Silvia comenzaron a florecer en aquella situación cuando se dio cuenta de que Andrew se bajó del auto para caminar hacia Laila y luego abrazarla fuertemente mientras ella comenzaba a llorar

-Te voy a extrañar mucho..- Decía Ella desconsolada mientras Andrew le acariciaba el cabello

Las uñas de Silvia comenzaron a hundirse en el protector de goma espuma que le había colocado al piloto del auto. Era inevitable para ella no llegar a sentir celos por aquella situación que estaba observando pero el hecho de saber que ya no volvería a ver a esta chica y que ella daría lo mejor de sí misma por reconquistar a su esposo la calmaba un poco.

Luego de que terminaron de abrazarse y de decirse adiós, Andrew regreso nuevamente al Vehículo mientras la chica solo se quedó allí de pie secándose las lágrimas.

Durante el camino a casa todo fue total silencio pero a pesar del terrible miedo que sentía Silvia de despegar su vista del camino por temor a que ocurriera lo peor, su curiosidad por aquel hombre que sinceramente aun le encantaba le había hecho atreverse a observarlo por el espejo retrovisor un par de veces mientras el observaba por la ventana perdido en sus pensamientos, Para ella era imposible el no darse cuenta que aquellos ojos tan atractivos y misteriosos que tenía Andrew aun le hacían temblar las piernas. Definitivamente quería tenerlos nuevamente solo para ella en la oscuridad de su habitación como antes.

Al llegar a casa ella decidió sacar un poco de conversación

-Antes vivíamos en un departamento en todo el centro de la ciudad- Le comento mientras tomaba su bolso y lo invitaba a entrar – Pero decidí comprar algo un poco más grande, más alejado. Esta casita me ha traído una paz inmensa – Aún no quería comentarle sobre la verdadera razón por la cual se había mudado

-Pasen.. Pasen adelante- Dijo a ambos mientras empujaba la puerta principal

-¡Que hermosa casa!- Exclamo Cristina mientras observaba todo a su alrededor –Siempre has tenido un sentido de la decoración magnifico querida-

-¿Realmente lo crees?- La observo sonriente y luego se volteo hacia Andrew interesada en saber su opinión -¿Qué te parece?-

El caminaba poco a poco por los alrededores de la sala mientras también detallaba todos los adornos y fotografías que la adornaban cuando repentinamente se quedó de pie en un solo lugar observando 2 fotografías que estaban ubicadas en la gran biblioteca

Primeramente una de ellas llamo mucho más su atención, se trataba de una fotografía suya en la cual traía puesto un traje de color negro y una corbata, se veía muy apuesto y seguro de sí mismo, poco a poco acerco sus manos hacia aquel retrato para así tomarlo y comenzar a detallarlo mucho más a fondo. Ella se acercó a él para ayudarle a reconocer aquella fotografía

-Esta fotografía te la tome el día en el que fuiste a tu primera entrevista de trabajo- Le indico sonriente mientras señalaba la imagen y recordaba hermosos momentos – Quizás no lo recuerdes pero aquel día tú estabas muy nervioso porque no te contrataran en aquel lugar en el que tanto habías soñado trabajar. Yo te dije que con esa pinta que traías cualquier persona te contrataría seguramente y que con todos los certificados que llevabas en tu maletín con los cursos era imposible que no te quisieran en aquel lugar-

-¿Me contrataron aquel día?-

Ella dio una pequeña sonrisa y luego le observo fijamente – Por supuesto cariño, siempre fuiste un empleado muy valioso para ellos, eres un hombre muy inteligente y tienes una creatividad increíble-

Él también la observo mientras sonreía un poco –Soy arquitecto tal y como siempre lo soñé ¿Cierto?-

-Si amor..- Respondió ella con lágrimas en los ojos

El regreso su mirada hacia la fotografía mientras aún mantenía aquella sonrisa. Le hacía feliz el saber que aquel sueño de un niño que había crecido prácticamente solo con su madre y trabajando en las calles desde muy pequeño para poder ayudar con el hogar, se le había cumplido

La madre de Andrew se acercó hacia ellos como si adivinara exactamente en lo que él estaba pensando

-Con mucho esfuerzo, trabajando durante el día y trabajo en las noches poco a poco sacaste tu carrera cariño y estamos muy orgullosos de ti-