A pasado una semana y Andrew no ha sido para nada molesto, incluso me ayuda con los deberes del hogar, es respetuoso, pero aun así su presencia es irritante. Mis amigas quieren que lo conozca más profundamente, dicen que tal vez pueda ser mi alma gemela, pero eso es estrafalario. Eren está un poco celoso por el chico, pero ya se le pasara y estará bien. Hoy es sábado y tengo un día más para disfrutar mi casa antes del trabajo.
-Darisa, he preparado el desayuno por si gustas comer conmigo. – Toco suavemente mi puerta.
-Lo hare más tarde, come tu. – Dije con un tono seco.
Estaba acostada en mi cama con el celular en las manos. Me levanté lentamente y me dirigí al baño de mi habitación.
-Bueno, dejare tu plato en el microondas. - Lo oí decir. - ¿Sabes? Me gusta mucho cocinar. – Intento sacar conversación.
¿Un hombre que le guste cocinar? Jajaja, que ridículo. A ellos solos les gusta el futbol. Además ¿Por qué sigue hablando si ya conteste que no?
Sali del baño y decidí abrir la puerta de mi habitación.
Ahí estaba él parado a un lado de la puerta, hablando solo.
-Vamos a desayunar. – Suspire.
- ¿En serio? – Pregunto mientras caminaba detrás de mí.
-Puedo regresar a mi habitación. – Señale mi puerta.
-No, no, desayunemos. – Dijo mientras retiraba mi silla de la mesa.
Me senté y comencé a comer la comida que estaba en mi plato. No hice contacto visual, aunque el me miraba de vez en cuando para que yo lo mirase.
- ¿Darisa? – Me llamo.
Alce las cejas como respuesta.
- ¿Te gustaría ir al centro comercial? – Pregunto.
-¿Para que? – Lo mire.
-Amm... Tengo comprar ropa y pues también quería pasar tiempo contigo. - Contestó.
Pues sigue queriendo, querido...
-¿Tardaremos mucho? - Pregunté.
-Mi mucho, además sería matar dos pájaros de un tiro. - Sonrió con ternura.
¿Que quieres decir, cariño?
-¿A que te refieres? - Lo mire curiosa.
-Pues si necesitas comprar algo, podrás hacerlo. - Sonrió.
No quise escuchar más y asentí.
-Bueno iré a cambiarme de ropa, tu deberías hacer lo mismo. - Ordenó.
Que mandón.
-Bien. – Viré los ojos y caminé hacia mi habitación.
Entre en ella y revise mi celular antes de comenzar a vestirme. Escogí un pantalón jogger y una blusa color blanco con un estampado de un iPod y audífonos. Solo iré al centro comercial con él, no debo verme bien.
-Ya estoy. – Tome mi sudadera del perchero que estaba a un lado de la puerta.
- Vámonos. – Se levanto del sofá y camino hacia la puerta.
Ambos nos quitamos las pantuflas y nos colocamos los zapatos.
Llegamos hasta el auto y conduje hasta el centro comercial. Cuando llegamos tome mi bolso y baje del coche. La última vez que vine me comentaron que hoy llegaría nueva mercancía a la tienda de cosas Kawaii, así que iré a echar un vistazo después de acompañar a este chico por su ropa. No sé porque vine si solo llevo con él una semana.
- ¿A dónde iremos primero? – Pregunto Andrew.
¿Se supone que a comprar tu ropa, no?
-Por tu ropa. – Dije con indiferencia.
-Ah… Es cierto, iremos por mi ropa y luego iremos a donde tú quieras. - Contestó mientras buscaba algo con la mirada.
Caminamos hacia una tienda de ropa masculina, entramos en ella y yo tomé asiento en uno de los sillones del local en lo que Andrew terminaba. Saque mi celular de mi bolso y comencé a revisar mis redes sociales. Al cabo de unos 10 minutos me llamó.
-Eh terminado, ya podemos hacer lo que tú quieres. - Alzó un bolsa que tenía el nombre de la tienda.
Que rápido.
Salimos de la tienda y me dirigí a mi tienda favorita. Él me seguía mientras veía todo a su alrededor. Cuando llegamos a la antes mencionada me gire para verlo.
-¿Me esperas afuera o quieres entrar? - Pregunté deseando que la respuesta sea la primera.
- Entraré contigo. - Contestó.
¿Porque quieres entrar conmigo?
-Bien. – Volví a girarme para entrar y comenzar a ver los artículos.
Pasaron varios minutos mientras caminábamos por todo el lugar, entrando por todos los pasillos y por fin termine de tomar las cosas que iba a comprar. Elegí una lámpara en forma de conejito, una almohada en forma de dragón, una almohada de cerdito, una sudadera de rana, un llavero con una garrita y sakura, una sudadera con una imagen de anime y un pijama de ranitas. Gire mi cabeza para mirar a Andrew quien tenía algunas cosas en su canasta, como: una taza de gatitos, lapiceros de tinta negra y una sudadera de rana.
¿También le gustan las ranas? Que tontería.
Pagamos y nos dirigimos a la área de comida. Estaba mirando los locales decidiendo que comer hasta que Andrew habló.
- ¿Quieres comer algo Darisa? Yo invito. – Dijo con las manos dentro de sus bolsillos.
-Yo puedo pagar mi comida, gracias. – Fingí una sonrisa.
Pedí mi comida y Andrew la suya.
Termine de comer, me limpie las comisuras de los labios y tiré mi basura en los contenedores. Me acomodé mi ropa y caminamos hacia la salida del centro comercial, es todo por el día de hoy.