Morado y Verde

Capítulo 31

Toronto, Canadá.

 

—¡No! — Alejé la mirada de los papeles que estaba leyendo y los posé en el par de niños que se retaban con la mirada. Desde mi escritorio podía divisar a todos los demás hacer sus retratos y controlar que estuvieran comportándose, pero, Nate y Luke no estaban tan de acuerdo con la idea.

—¡Cierra tu asquerosa boca! — Oí exclamar con rabia a Luke, mientras que, con su pincel, arruinaba la pintura de su compañero — ¡Es una mierda tu estúpido dibujo!

¿Pero qué?

Me puse de pie, sintiendo la molestia bullir en mi interior. Podía permitir las travesuras, algo que cualquier niño haría, pero los insultos y maltratos no.

Eso sí que no.

Caminé en su dirección y me situé al lado de ambos, coloqué mis manos en mis caderas y elevé una ceja.

—¿Qué sucede aquí? —Nate bajó la mirada y presionó sus puños, mientras que Luke elevó el mentón, retador.

— Nada — Contestó indiferente — ¿Cierto Nate?

El mencionado continuó con la mirada clavada en el suelo y se negó a revertir la acción. Solo susurró un leve:

"Es cierto"

Presioné mis labios disconforme, pues, sabía que nada era cierto.

—Luke estaba molestando a Nate, seño Tess — Observé a Luna, quien miraba mal a Luke — Y arruinó su pintura. Siempre lo molesta y Nate no se defiende... — Las mejillas de Nate se sonrojaron al observar a Luna y nuevamente se encogió en su asiento — Pero no se preocupe seño, yo lo defiendo.

Suspiré — Ya veo. Gracias Luna — Le sonreí y luego observé a los dos niños a mi lado — Ustedes vienen conmigo, ahora.

Luke bufó y se puso de pie, yendo hacia la salida, mientras que Nate me observaba con miedo.

Sonreí tranquilizadoramente — No temas, cariño — Acaricié su mejilla —No solo Luna te protegerá, también lo haré y no dejaré que nadie te haga daño ¿De acuerdo?

Él se acercó hasta mi oído y susurró — Se enojará aún más, seño — Sus ojos grises me enfocaron con intensidad — Tengo miedo.

— Se enojará y yo me enojaré aún más de lo que él pueda llegar a enojarse — Dije, tomando su mano para comenzar a guiarlo hacia la salida — Yo me encargaré de él, no te preocupes.

Una vez en el pasillo, me situé frente a Luke y lo observé seriamente. Este se apoyó en la pared y bufó.

—¿Qué?

—Vas a enderezarte y dirigirte hacia a mí con respeto o de lo contrario, no solo voy a reprobarte sino que te llevaré con el director del colegio y citaremos a tus padres — Se enderezó rápidamente sin dudarlo — Soy tu maestra y soy mayor que tú, así que, no permitiré que me faltes el respeto — Hablé con firmeza y Luke bajó la mirada, intimidado —Ahora, quiero que me digas porqué molestas a Nate.

No habló. Solo calló.

—Bien, vamos con el director en este momen...

— Débil — Me interrumpió en un susurro mortal y clavó sus ojos en Nate, quien se escondió detrás de mis piernas — Es débil.

No podía creer que siendo tan pequeños actuaran de esa manera tan fría. Que la maldad los alcanzara tan tempranamente.

Me acuclillé frente a Luke y algo en sus ojos me trajo a la memoria un rostro.

Lucian.

Tanto tiempo había pasado, tanto que yo había cambiado y superado, pero en algunas noches, esas noches sola, aparecía en mis pesadillas.

Mi némesis.

Ese capitulo que por más que me esforzaba en convencerme de que estaba cerrado. No lo estaba.

Aún seguía abierto.

Y sangraba.

—¿Te sientes bien haciendo eso? — Murmuré frente a él — ¿Te hace sentir mejor?

—Sí — Respondió sin ser capaz de mirarme.

—Mírame al responderme — Ordené y eso hizo —No lo creo. No creo que te sientas bien haciendo esto...dime algo Luke ¿Tienes hermanos?

Asintió sin entender.

—¿Qué harías si alguien lastimara y molestara a tus hermanos? ¿Te gustaría?

— No seño. No me gustaría.

— ¿Podrías entender a la persona que molestara a tus hermanos, solo porque se siente bien al hacerlo? — Negó pensativo — Con tu comportamiento solo demuestras que el débil aquí no es Nate. No eres un mal niño Luke y creo que en el fondo es algo que sabes y sé también que sabes que esto que haces está mal — Sus hombros descendieron al igual que su mirada — Tú y Nate podrían ser muy buenos amigos y creo que se llevarían muy bien. ¿Por qué no darle una oportunidad?

Se encogió de hombros — No lo sé.

Tomé a Nate del brazo y lo acerqué a nosotros — Quiero que ambos se pidan disculpas y que me prometan que esta situación no se repetirá. Ambos son buenos niños, no me gustaría pensar que allí... — Señalé el centro de sus pechos — Hay un corazón malvado y débil.

Luke suspiró rendido y se enderezó nuevamente — Lamento haber arruinado tu pintura, Nate — Elevó su mano.

Nate la estrechó inseguro — Está bien.

Sonreí algo tranquila y me puse de pie — Bien, entren a clase hay trabajo por hacer— Nate corrió hacia el salón, mientras que Luke se situaba a mi lado.

—Perdón, señorita Tessa — Lo observé neutra — Prometo no volver a ser débil.

Asentí hacia él y le ofrecí una leve sonrisa — Ese es un gran paso, Luke.

Vaya que lo era.

 

 

(...)

 

Sonreí ante el monitor, mientras oía a Ben del otro lado parlotear sobre su universidad. Me encontraba en el departamento, en pijama y comiendo un gran bowl de yogur con cereales, sentada frente a la computadora.

— Así que estoy super feliz del inicio. Pensé que sería fatal y que no conocería a nadie pero no fue así — Comentó eufórico.

Sonreí — Me alegro por ti, Ben.

—¿Y tú como has estado?

Llevé una cucharada de yogur a mi boca — Todo bien — Hablé con la boca llena y Ben hizo una mueca de asco.

—¡Iugh, Tess! — Chilló cubriendo sus ojos y lancé una carcajada — Eres asquerosa.




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