Mentiras

Que no miento si te digo que te quiero,

que te quiero en el infierno.

Ese en el que ardemos cuando somos malos, cuando no somos de hierro.

Que te den.

Fue lo último que te dije, mientras yo te apoya él te follaba.

Estaba ciego, solo te aprovechabas, las mentiras que contabas y yo todas me las tragaba.

Que espero que te duela. Que no vuelas si no arriesgas pero tú arriesgaste y perdiste. Te hundiste. Acabaste en el hoyo como yo. No por mi culpa, por tu farol.

En las llamas te torturarán como el gato que juega con el ratón hasta matarlo. Espero que te duela. Que te duela, que te hiera tanto como tus mentiras me hirieron a mí.

Ahora ya sabes por qué caí, por qué me rendí.

Fuiste tú. Tuviste la culpa, y ahora que estás conmigo te disculpas.

El infierno, ¿por qué estaré yo aquí? Quizás por soñar con ser yo quién te pudiera torturar.

Mira el destino que divino, mi sueño se ha hecho realidad. Ahora tú suplicas y yo actúo, sin remedio alguno.

Piensa bien, que sin un ángel sin alas es feliz en tierra, un demonio sin garras es feliz en Viena.

A ti te arrastraron a la fuerza, a un lugar extraño, con brutalidad, fiereza.

Perdona si estos versos suenan extraños, pero es que no estoy inspirado, ni estoy rimando.

Solo quiero que sufras cuanto yo sufrí por ti, y quiero ser yo el que te haga daño. Siempre, hasta el fin.