¿seria mi esposa, señorita?

1

CHRISTOPHER

Todavía no podía creer lo que acababa de pasar. Se escuchaba el grito de Rachel llamándome. Justo la música no estaba tan fuerte por lo que pude escuchar claramente mi nombre. Me levanté y corrí a donde estaba.

Al llegar donde estaba mi pensamiento fue del peor cuando vi a Ashlee en el suelo a un lado junto a ella.

—¡¿Qué sucedió?! —Fue lo primero que dije al llegar, me arrodillé y apoyé a Ashlee en mis piernas tratando de despertarla.

—N-no s-sé, no entiendo nada. Íbamos de camino al baño cuando de pronto alguien agarró a Ashlee del codo y tuvimos que parar y darnos vuelta.

—¿Y qué más paso? —pregunté desesperado.

—Al darnos vuelta, el chico no dijo nada. Sólo miraba a Ashlee y sonreía. Ella sólo dijo su nombre y se desmayo.

—¿Y cuál era ese nombre?

—Sólo dijo 'Scott'. El chico al ver la reacción de Ash sólo se fue.

—¿Scott? ¿Estás segura? —pregunté incrédulo.

—Sí, estoy segura ¿Sucede algo malo? —preguntó asustada Rachel.

—¡Mierda! No estoy del todo seguro, pero hasta el momento sí, es malo —bajé mi mirada hacia mi prometida—, Ash, nena, despierta —le dije mientras le daba pequeños golpecitos suaves en el rostro—, reacciona, te necesito.

No dio reacción alguna de su parte. Ni dando golpecitos ni dándole pequeños besos en la sien.

—Tengo que sacarla de aquí —dije en voz alta—. ¡Michael, ayúdame!

—¡Sí amigo! Vamos.

Me ayudó a levantarla y a encaminarnos a mi auto. En el estado que la encontré, no quise llevarla a nuestro departamento por lo que la traje al hospital más cercano que estaba a sólo unos diez minutos del bar donde estábamos.

—Señorita, por favor —le dije a la mujer que atendía en urgencias—, necesito alguien vea a mi novia. Se desmayó y ahora esta inconciente.

—Un momento, señor.

Se acercó al micrófono de urgencias y llamó al doctor de turno. Al cabo de un par de minutos, se acercó un médico, que se presentó como Frank Nielsen.

—¡Enfermera! Una camilla por favor. Venga conmigo a la habitación para revisarla.

—Como usted diga.

Dejé a mi chica en la camilla apenas llegó y junto al médico fuimos a la habitación contigua para que le hiciera el chequeo correspondiente.

—¿Podría usted decirme que sucedió?

—Estabamos compartiendo en un pub, de pronto se encontró con alguien y se desmayó de la impresión. Como estaba algo bebida debe ser por eso que todavía no despierta.

—Veamos a esta señorita, —comenzó a revisarla—, ¿cómo se llama ella?

—Ashlee, doctor.

—De acuerdo, muy bien... comencemos.

Empezó a chequearla y al parecer todo iba bien. Lo que sí me aseguró el doctor Nielsen era que debido a la fuerte impresión es que todavía no salía de su estado de shock al ver a Scott. Mencionó también que la mantendría en el hospital de momento pero sólo hasta asegurarse que este despierta y en buenas condiciones para así darle finalmente el alta médica.

Todavía no salía de mi asombro al saber que el exnovio de Ashlee estaba vivo y además buscándola. Tendré que poner más vigilancia tanto en la empresa como en casa.

Una llamada me interrumpió los pensamientos, al darme cuenta quién era, me di cuenta que debía contestar.

—Michael ¿qué tal?

—¿Todo bien con Ashlee amigo? —preguntó preocupado mi socio.

—Por el momento sigue igual. Ya la vio el médico y estamos esperando que despierte.

—Espero lo haga pronto. Sólo llamaba para informarte que te tomes la semana. Yo me haré cargo de todo. Por lo que vi y también por lo que me dijo Rach, al parecer la cosa es muy seria y te quiero preocupado de Ashlee y no de la empresa por el momento.

—De acuerdo amigo, gracias. Tampoco estoy entendiendo mucho pero al parecer es algo grave y grande.

—Bueno, tú tranquilo que tu chica te necesita.

—Hablamos luego, Mike.

—Hasta pronto.

Colgué la llamada y me volví a sentar al lado de mi prometida. Todavía me costaba creer que sería mi esposa. Era tan dulce y cálida que no entendia porque llegaría este exnovio y sobretodo el porque se hizo pasar por muerto. Qué ganaba con hacerlo. Eso era algo que definitivamente averiguaría.

—Cariño, despierta —le dije al mismo tiempo que acariciaba su rostro, se veía tan angelical y en paz, que a pesar de lo que estaba viviendo ahora, todavía era capaz de transmitir tranquilidad.

De pronto, sentí que algo se movió a mi lado y era su mano la que había tocado la mía.

—¡Chris! —gritó Ashlee buscándome.

—Tranquila nena, aquí estoy.

—¡S-Sco-Scott! ¡Está vivo! ¡Yo lo vi! —gritó apenas abre sus ojos.

—Todo esta bien, amor, ahora estas conmigo, calma.

—¿Cómo me pides que me calme? Todo este tiempo creí que el que fue mi novio estaba muerto, cuando resulta que nunca fue cierto? ¿Qué quiere de mi?

—No lo sé amor, no lo sé. Pero te prometo que lo averiguaremos.

—¿Qué fue lo que pasó? —me preguntó acongojada.

—Acompañabas a Rachel al baño porque se le olvidó su celular y alguien interrumpió su camino. Te giraste y viste a... Scott. Luego de eso te desmayaste.




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