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Entonces pasó. Un día X yo preparaba la cena porque ese día ibas a venir a mi departamento al cenar e ibamos a tener un momento especial. Tenia todo preparado, unas velas románticas decoraban el comedor de mi modesto departamento, el mantel  blanco es adornado con unos cubiertos de plata que me había regalado mi abuela en la navidad.

Al escuchar el timbre me saqué mi delantal para darte la bienvenida como debe ser. Estaba vestida elegantemente para ti y con una gran sonrisa abrí la puerta para verte, ese día mis ganas de verte y besarte eran inevitables.

Pero...

Mi sonrisa se fue y mi mirada de desentendida apareció cuando te vi abrazando por los hombros a una chica más o menos de mi altura, era pálida como un papel, cabello a simple vista sedoso muy cuidado y color castaño claro. Mi vista cayo al ver su ropa, su figura envidiable estaba decorado con un elegante vestido hasta las rodillas.

Trate de sonreír, pero yo creo que salió más a una mueca y no tenía la culpa de esa mueca, no sabia que íbamos tener acompañantes en nuestra velada.

—Heyol.

Mi nombre había salido de tus labios un tanto nervioso. Alce las cejas ante tu llamado esperando respuesta.

—Ella es mi mejor amiga de la que tanto te hable. Ella es Miyeon.

Yo abrí mis ojos ante tal sorpresa, me incomode un poco al no haber visto una foto suya con anterioridad, así a lo menos para tener conocimiento de su rostro.

—Hola.

Fue lo único que dije sonando un poco amable y que no se notara mi confucion y molestia, ella me mira de cabeza a los pies, para luego mirarme directo a los ojos y sonreír.

—Hola, Jungkook no me había hablado que su novia fuera tierna.

Se río un poco mirándote, yo tosí avergonzada.

En ese momento me cayo bien, ya que se notaba una buena persona.

Que equivocada estaba.

—¿Gracias... supongo?

Sonreí como pude.

—¿Podemos pasar?.

Tú voz había llegado rápidamente a mis oídos y al mismo te mire, a si que asentí y les di la pasada que entraran a mi cálido hogar.
 

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Creo que fue lo más tonto que hice al dejarlos pasar o no haberle reclamado a Jungkook que hoy era nuestra velada. Los dos estaban sentado como compañeros de clases, solamente hablan entre ellos.

Yo comía mirándoles con un rostro serio mientras ellos reían y comían lo que YO había preparado con esfuerzo ese gran día. Soy invisible para los dos y más para Jungkook, él solo la miraba a ella y se reía de todos los chistes que decía su mejor amiga, sus ojos estaban brilloso y una gran sonrisa predominaba de sus labios.

Mi pecho se contraía al sentir ganas de llorar por su falta de atención, mordía mis labios mirándole viceversa. Parecía una velada solamente de ellos y que yo solamente me sentía como una intrusa en la mesa. Suspire profundamente tomando el último pedazo de carne y comerlo con disgusto.

"Tengo que salir de aquí, pareciera que ni éxito en sus ojos"

¡Ninguna vez desde que se sentaron me incluyeron en su conversación!. Estaba dolida con Jungkook al no invitarme en su conversación o a lo menos notar mi presencia.

Sin soportarlo más me levanté de la mesa sin importar lo maleducada de mi actitud. Fui hacia el recibidor y tomé mi chaqueta junto a mi cartera para luego salir de allí dando un portazo.

Les dejé que terminaran su velada. Tenia que tomar aire, mi cabeza no lo soportaba más como se miraban y risas. En su mundo yo no estaba incluida.