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Habían pasado dos semanas exactamente de esa pequeña discusión.

En cierta parte estaba feliz, porque me prometiste que si volvían a juntarse me incluirías en las conversaciones y asi fue, ahora me incluías en temas de conversaciones cuando hablabas con tú amiga al momento de invitarla a casa a comer.

¿Te he dicho que te amo?

Pues yo creo que ya perdiste la cuenta de cuantas veces te lo he dicho.

Como cada viernes, teníamos nuestro momentos especiales, románticos y de películas. Por alguna ocasión me pediste ver titanic, pero en vez de ver la película, nos estábamos besuqueando en tu sofá. Tus caricias eran tan cuidadosas de la misma forma que me hacías el amor. Tú caliente boca emitía sonidos y palabras que me hacía perder completamente la cordura, una de ellas fue "Te amo, te amo demasiado Sook".

Entonces, como siempre pasaba en los mejores momentos llamaron a la puerta de tu departamento con tanta insistencia que pude escuchar groserias, las cuales me hicieron reir. Me gustaba mucho cuando te enojabas, porque te hacía ver tan tierno.

Molesto te levantaste encima de mi y me dijiste.

ㅡVuelvo de inmediato, nena.

Me giñaste un ojo para iniciar pisadas sonoras hasta al puerta. Me habías dejado con una gran sonrisa marcada al ver tu determinación.

Pero... escucho un gran grito al momento en qje abriste la puerta. Yo me alarme y me levante para ver que había sucedido. Lo único que me encontré, fue que estabas abrazando a tu mejor amigas que lloraba en tus brazos.

¿Que paso ahora?