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Dos días después de tal terrible discusión que tuvimos y tal acto que me demostraste, que tuve que sacarle el chip a mi teléfono para evitar tus llamadas, aún no quería hablar contigo, te volvería hablar en una semana más y no iba a pagar mi teléfono, yo no queri hablar contigo pero no quería desconectarme del mundo exterior.

Toma eso tal vez como un castigo para mi, mi amor.

Pero esa misma tarde vino tu madre a verme al departamento. Ella me cae muy bien y tengo todo el honor en decir que es la suegra más genial que he visto.

Ese día me pregunto de por qué tenía mi cara triste, y entonces le conté todo lo que sucedió, hasta terminar llorando por el rumbo que tenía nuestra relación. Ella chilló un poco al haber dicho el nombre de tu mejor amiga, dejándome confundida.

ㅡ¿Que pasó Señora Jeon?

Le pregunte preocupada por su sorpresivo enojo, ella me miró y me dio una mirada triste.

Algo no anda bien.

ㅡHeyol, cariño. Cuídate de esa tal Miyeon. No es una chica buena, es cínica, egocéntrica y malvada...entre tantas cosas más.

Me sorprendió como hablaba de tu amiga mostrando desprecio, que llegue a notar como sus puños se cerraban a cada momento al nombrarla, aparte de decirles unos tanto insultos.

Yo quedé un tanto ida de lo que sucedía ahora. Tu mejor amiga desde ese día no me cayó bien, pero debe haber otro motivo para que me caiga mal, aún más mal como a tu madre.