Capítulo 17

Abro los ojos lentamente sonríendo feliz por saber que las cosas van en serio entre Brandon y yo. No sólo es guapo, es todo un caballero conmigo aunque a veces se comporta como un idiota. Pero este idiota me gusta mucho tanto como lograr estremecerme llegándome a excitar sintiéndome algo húmeda y con más ganas de que me toque. 
Miro el teléfono y al ver su foto pienso en porqué no le mando yo una.
Con una sonrisa maliciosa me voy hacia el baño y me echo una foto semidesnuda, veo la foto antes de mandarla dudo si debo o no mandarla temiendo que se ría de mí cuerpo rellenito. 
Un momento, soy tonta, ¿Porqué siento estos complejos si es Brandon a quien voy a mandarle la foto? Por supuesto confío en él y sé que no mostrará la foto la nadie. 
Un, dos, tres... le mando la foto y aunque me dé un poco de vergüenza ya me imagino la cara que pondrá cuando la vea. 
Adjunto un mensaje: "Soy toda tuya mi rubio preferido ".

Termino de quitarme la ropa para darme una ducha tomándome mi tiempo. A decir verdad, no me estoy dando un baño en un jacuzzi todos los días.
Ya sumergida en el agua con burbujas pienso en mi madre, en la foto que había en la mesita y en todo este misterio y en el silencio que se prolonga por parte de mi padre. 
Un rato después salgo del baño envuelta en una toalla veo parado a Jordan en mi habitación dejando algo dentro de un cajón. 
Miro en dirección al cajón pensando en ir a mirar nada más se marche.

- ¿Qué haces en mi habitación Jordan? - Agarro fuerte la toalla observando como me observa con burla.

- Nada, simplemente he venido para avisarte para ir a desayunar.

- Vete, ahora mismo de mi habitación. - Despacio con rabia hablo o más bien le ordeno que se marcha.
El muy cínico se marcha hablando bajito, creando más rabia más en mí.
Al irse, voy directa hacia el cajón y veo un sobre. 
Lo abro despacio ya que está pegado, dentro hay unos papeles.
Comienzo a leerlos pero no entiendo nada de lo que pone debido a que están escritos en otro idioma. 
Maldigo, dejando de nuevo el sobre en el cajón.
Sólo sé que debe de tratarse de mi padre porque viene sus datos personales. 
Maldigo a Jordan y su manera de querer fastidiarme.
Sí o sí debo hablar hoy mismo con mi padre. Ya estoy cansada de todo este misterio.
Me voy hacia el clóset para coger algo de ropa.
Ya lista, bajo hacia la cocina donde no hay más que Berenice la cocinera, la mujer amablemente me indica que debo de ir al salón donde me esperan todos.

Al llegar al salón todos ya están sentados en la mesa con caras de enfado. De hecho se hace un silencio cuando notan mi presencia. 
Hago como que conmigo no va la cosa y tomo asiento en la mesa.

- Marlene, en esta casa tenemos unas normas, y a las 7 a.m. se desayuna. Porque tanto mi esposa como yo tenemos que trabajar. Y mira la hora que es. Son las 7:36 a.m. espero que la próxima vez seas más puntual. - Colocando su servilleta en sus piernas mi padre da por finalizada la conversación.

- Yo no sabía que debía de venir, de hecho Jordan no me dicho nada. - Intento defenderme.

- Disculpa Marlene, pero mi hijo a ido a buscarte para avisarte de bajar a desayunar, la que has tardado has sido tú, no intentes justificarte. Y ahora comamos. - Arrollo la servilleta con rabia por la manera de hablarme mi padre.

Comienzo a comer en silencio escuchando sin prestarle atención a la conversación que mantienen, tampoco es que vaya a enterarme de mucho ya que están hablando en otro idioma. 
Siento un nudo ácido en mi garganta y los ojos empiezan a escocerme. Pestañeo rápidamente haciéndome la fuerte hasta que todos se levantan de la mesa.
Mi padre le da un beso a su esposa despidiéndose de ella, después abraza a Jordan y cuando llega mi turno lo fulmino dándole la espalda caminando hacia mi habitación.

Entro cerrando con llave para no ser molestada. 
Llamo a mi tía, necesito desahogarme con ella, y en parte mi tía es mala pero aquí tampoco se respira un ambiente muy agradable que digamos.

- Marlene cariño, qué bien que me llamás. ¿Cómo estás? - La voz de mi tía suena preocupada.

- Tía, yo...- Le digo la verdad o no.

- Marlene dime algo me tienes preocupada. ¿Cómo te trata tu padre, has hablado con él?

- Estoy bien tía, pero no es lo que yo esperaba, mi padre, tía...- No puedo seguir hablando más porque rompo a llorar.

Al otro lado mi tía trata de consolarme, hablo con ella y con Antonella que se encuentra con ella hasta que me siento mucho mejor. 
Respiro hondo mirando el techo pensando como mi padre ha podido cambiar de actitud conmigo durante estos años. 
Miro mi teléfono y leo el mensaje de Brandon.

✓ Hola cosita, qué sorpresa me has dado. Sabes, quiero estar a solas contigo, quiero darte una sorpresa.

¡Una sorpresa! No me lo puedo creer, Brandon quiere estar a solas conmigo. Uhmm... Estoy segura que quiere hacerme el amor y yo... ¡Ay, Dios mío! 
Estoy tan nerviosa y excitada a la misma vez. 
Aunque pienso que sí, quiero hacerlo por primera vez con Brandon lo amo y sé que es el chico adecuado y no me va lastimar.

Miro mi ropa y me doy cuenta que no tengo nada sexy para ponerme. 
Llamo a Danna para que me acompañe de compras y de paso hablar con ella, me duele mucho que nos estemos distanciando por culpa de Jordán.
La llamo e inmediatamente me responde, al parecer ella está tan afectada como yo.

- Hola Danna, te llamo para preguntarte si quieres venir conmigo de compras. - Se hace un silencio.

- Claro que sí. Quedamos en quince minutos en la casa de Jordán.

- Perfecto, aquí te espero.

Me siento feliz porque las cosas con mi amiga estén prosperando, espero que recapacite y se aleje de Jordán.
Por ello decidimos de ir hasta un centro comercial donde después de mirar durante unos minutos el escaparate de una peluquería unas fotos de unas modelos con peinados que me gustan.
Danna me anima para entrar y hacernos un cambio de look.
Me encojo de hombros sonríendo feliz de poder hacer cosas con mi amiga.
Durante un par de horas, esperamos que el peluquero que me termine de hacer las trenzas y cuando ya termina, me quedo encantada con el resultado. 
Danna se ha hecho unas mechas y un corte que le queda muy bien.