Cap 2: Corea del Sur, 2009.

— Hmm~ ¿dónde estamos? —pregunté, porque estábamos en el medio de la nada. 

— En Corea del Sur. 

 — ¿Y por qué no estamos en la ciudad? 

 — T/N me sorprendes, tan inteligente que eres y vienes a hacer esa pregunta tan boba; estamos aquí porque no sería normal que dos personas aterrizaran desde el cielo con un portal mágico arriba, duh.

 — Buen punto —dije viendo a mi alrededor—, ¿cuándo vamos a la ciudad? 

 — En un momento, tengo que revisar si estamos en el lugar correcto...Si, si estamos, bien, vayámonos —hizo otro portal y llegamos a un callejón solitario—. Bueno, aquí me despido yo.

— ¿Ah? ¡¿y no piensas dejarme instrucciones?! Yo no sé ni entiendo coreano, a parte ¡¿dónde voy a vivir?! ¡¿Quién será mi familia?! ¡No puedes irte sin decirme nada! —había entrado en pánico.

— Ya estás hablando en coreano.

— Te estoy hablando en español.

— Y yo en coreano.

— ¿Cómo vas a estar hablando en coreano si me hablas en español? —ésta solo reía como si su vida dependiera de eso. 

— ¿De que te ríes? ¡Responde!

— Cuando hables aquí las otras personas entenderán un perfecto coreano, y cuando ellos te hablen a ti, entenderás un perfecto español.

— Eso es imposible.

— Pero lo es, recuerda que soy El destino y El tiempo, todo lo puedo —me dio una hoja de papel donde todo estaba escrito en coreano. 

— ¿Qué esto? No entiendo.

— Mira otra vez.

Le hice caso y ya los símbolos estaban transformados en letras normales

— ¿Qué es esta dirección?

— Tu casa.

—Oh, ya. Gracias.

— No me agradezcas, tu eres la que me está ayudando. Antes de irme ¿algo que quieras saber?

Me quede un rato pensando y me di cuenta que no estábamos en la ciudad 

—¿Dónde estoy? Esta no es Corea del Sur.

— Si lo es, pero estamos en 2009 —mi corazón casi se sale—. Relájate, estás en otra época porque ayudarás a Hoseok desde sus inicios, ahora tiene 15 años, tu tienes 16 pero tienes cara de bebé aún, así que te camuflas. Tu nombre será el mismo, eres una chica que nació en T/P pero llegó aquí hace cinco años a Corea con su familia, vivirás en esa dirección con tus nuevos padres que si son de nacionalidad coreana, estudias en un instituto privilegiado, tu identificación y otras cosas que quieras saber estarán en tu habitación —creó el portal hacia otro mundo y me dio una última mirada—. ¿Otra cosa? —negué con mi cabeza—, volveré cuando hayas terminado, porque no me necesitarás. Nos vemos T/N...Y recuerda, no menciones nada del futuro, eso de celulares, computadoras, audífonos, patinetas, música, política, desastres, todo eso queda allá en el 2020, tu ahora eres una chica de 15 años común y corriente de 2009 ¿vale?

— Vale, nos vemos pronto, Destino y Tiempo —me despedí y ella igual, el portal se cerró y ahora iba por mi cuenta, tenia que elaborar un plan pero primero debía ir a casa.
 

Salí de ese callejón, la ciudad no es igual que 2020, todo se ve tan normal y no evolucionado como en el futuro, caminaba algo confundida y algunas personas me miraban raro porque cargaba mi pijama pero lo único que me importaba era llegar a casa. Pedí un taxi y le di la dirección, revisaba mis bolsillos y no estaba mi celular

Que lógico T/N buscar tu Samsung A10 en pleno 2009, tonta. 

Llegué a la casa le dije al taxista que esperara mientras mis padres habrían, salió una mujer asiática y cuando me vio comenzó a abrazarme como loca, miró al taxista y le pagó para que así entráramos.

—¡T/PP! Ya volvió —en menos de un segundo tenía en frente a un hombre sin descendencia coreana, creo que son mis padres.

—¡T/N T/A! ¿quieres qué a tu madre y a mi nos dé un infarto?

— Si, ¿cómo pretendes salir de casa a estas horas así en pijama y sin decirnos nada? —me dieron un leve golpe y yo solo me quede ahí paralizada, no sabia que decir, ni siquiera son mis padres pero lo serán durante un largo tiempo.

— Perdón, soy distraída, no sé que me pasó por la cabeza, no volverá a pasar, lo prometo.

— Obvio que sabemos que eres distraída —dijo mamá peinándome—, pero esto se fue de control, sabes que nosotros somos muy liberales contigo y que te dejamos hacer lo que quieras con tal que nos digas la verdad y pidas permiso.

— Tu madre tiene razón, T/N. Tienes que pelear con tu subconsciente para deje de controlar tu cuerpo —rió.

Creo que puedo tener la misma confianza que tengo con mi verdaderos padres.
— Si, papá. Ahorita en la noche peleo.

—Ven a cenar, señorita pelea —dijo mamá tomándome de la mano y así dirigirnos a la cocina.

Cené y charlé con ellos para así irme a mi habitación, la encontré fácilmente porque en la puerta decía "Si irrumpes mi privacidad sin tocar antes la puerta, me encargaré de cortarte las manos." frase que tiene mi puerta en T/P porque siempre entraban sin tocar, y por lo que veo aquí también pasa lo mismo. Estoy empezando a creer que nada cambió, solo la época.

Mi habitación era la misma, bueno, mi cama no es de esas que se mueven solas o algo por el estilo, El Destino se encargó de hacer que todo esto del viaje sea cómodo para mi, sonreí por eso. Mire todas las cosas, fotos de cuando era bebé, a mi nuevos padres, familiares y amigos. Todo eso era diferente, mi armario de ropa era algo anticuada, nunca fui fan de la moda en del año 2000, tanto que me burlaba de mi mamá y ahora el karma se encargó de hacerme esto. Mi celular era un Motorola como los de mis abuelos en 2020, mi uniforme era lo único que me gustaba porque era normal para mi. Extraño mi laptop, TV plasma, Siri, auriculares inalámbricos, mi música, ropa, maquillaje, películas, ¿ahora cómo se supone que viva?.

Salí de mi habitación para curiosear la casa, no la había detallado y es casi igual a la que tengo, solo los electrodomésticos son como los de viejos.