~ MARC ~
Luego de que Elettra me echara de su habitación regresé a la mía demasiado dolor de cabeza, no sabía que pensar, había tantas cosas ahora en ella, que no podía ordenar mis ideas, por eso tomé una pastilla para dormir y me fui a la cama, necesitaba descansar luego de tan extraño día, no podía cegarme y solo seguir con el plan que había planeado estos días. Ya no era un jovencito como para arruinar mi vida y luego tener tiempo para volver a arreglarla, ahora que estaba más grande sabía que cualquier cosa que hiciera, me costaría el doble de solucionar, además de mucho dinero, la energía que ya no tenía seguía consumida.
Pero, ¿qué podía hacer? Ella había sido honesta y yo la había lastimado, conocía a mi amigo lo suficiente como para saber que él jamás se había cargo de un hijo que no quiere, así que, si no fuera mío, ese niño quedaría a la deriva, aunque me quedaba tranquilo al saber que Elettra tenía una familia bastante grande como para nunca estar solo, por eso podía sentirme mejor. Pero… ¿Y si era mío y yo me estaba negando el estar con ellos? El que Zane le haya dicho que el condón se había roto, no quería decir que sea de él. Pero me sentía tan inseguro ahora que no sabía qué más hacer qué esperar un poco más.
Por la mañana Goldie había querido ir a comer algo fuera del hotel, así que la complazco llevándola a un bonito lugar cerca de la playa, aquello me ayudaría a pensar en que estaba haciendo mal, la conversación con mi hija había sido un poco superficial, hasta que preguntó por Elettra, ahora no sabía que decirle.
—Hija, eres una adulta… Tienes la edad suficiente como para saber qué ha pasado —la tome de la mano, siempre había estado orgullosa de mi hija y lo madura qué era. Así que sabía qué esto podría tomarlo de la mejor manera—, hay una pequeña posibilidad de que el bebé que está esperando Elettra no sea mío… —La sorpresa había sido la misma que yo tuve la noche anterior, pero ella se veía un poco más tranquila.
—¿La quieres? —Ladeo su cabeza cuando me hizo aquella pregunta que me hizo sentir extraño, ya que no lo había pensado y considerado lo que yo sentía por Elettra. Aún me sentía inseguro de lo que podía salir entre ella y yo, éramos tan diferentes qué me daba miedo que todo termine feo, sobre todo después de todo lo que yo había vivido, sentía que quería algo estable en mi vida.
—La quiero, pero no quiero hacerle daño —Expliqué llevándome mi vaso de jugo a la boca, sentía la garganta seca después de aquella pregunta tan directa...
—¿Entonces vas a volver a cometer el mismo error de alejarte por tener miedo? Pensé que mi padre era alguien valiente, pero ahora solo veo a un cobarde qué le tiene miedo al amor —Sus palabras habían sido bastante directas, tanto que ahora sentía como una flecha en mi pecho—, papá, ambos sabemos que esa chica se muere por ti, ¿vas a negarte el estar con alguien que quieres y que te quiere por el miedo?
—¿En qué momento te volviste tan madura y sabía? —Me acerqué para darle un beso en la mejilla, ahora mismo me sentía mucho más orgulloso de ella y de la crianza qué le habíamos dado—. Te haré caso, la buscaré y si tengo que obligarla a escucharme, lo haré…
—Dios, tan grandes y solo se complican la vida —La vi voltear sus ojos a un lado mientras jugaba con la pajita de su jugo—, terminemos de comer, quiero ir a comprar unas cosas para mamá.
Ahora no tenía nada que pensar, sabía perfectamente lo que haría con Elettra, estaría con ella, quería tenerla a mi lado sin importar nada, Zane no tendría motivos para reclamar un hijo que tuvo con una mujer de una noche, le conozco lo suficiente como para saber que es un hombre responsable con sus cosas, pero no con las mujeres que tenía. Era un mujeriego y podría decir que ha estado con la mitad de las chicas de Berna. Estaba seguro de que ese pequeño era mío y no necesitaba de otra pelea tonta como para alejarme de ella. Ya estaba bastante grande como para estar jugando a esto.
Una vez regresamos al hotel corrí a la habitación de Elettra, teníamos que hablar lo más pronto posible y no aceptaría un no por respuesta.
—Elettra, ábreme por favor, tenemos que hablar —dije mientras seguía tocando su puerta, sin recibir nada de su parte—, pequeña, te quiero, quiero estar contigo y el bebé, no me importa el resto, solo me importa ustedes… Por favor, ábreme… —Pegue la cabeza de la puerta, sabía qué estaba afectada por lo que había pasado la noche anterior—. No me iré hasta que hablemos…
—Mejor siéntate a esperarla —Voltee para encontrarme a Santino con una mala cara—, se fue por la mañana, regresó a Roma… —Se acercó a mi lentamente. Mierda, si Elettra se había ido lo más seguro es que su familia piense que yo tuve que ver.
—Anoche estuve hablando de algunas cosas y ella me pidió que me fuera, qué no arruinara mi vida por ella y el bebé —Expliqué evitando decirle lo que Zane, seguramente ella no había querido mencionar nada al respecto, no era algo de lo cual yo tenga que meterme—, ella tiene miedo como yo, pero lo exteriorizo anoche —Ahora no sabía dónde meterme, ya que estaba seguro de que ella se había regreso a Roma por lo que habíamos hablado.
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Editado: 28.09.2023