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Sinopsis del libro "Hijos De La Desgracia: El Camino De Celestino. "
En "Hijos De La Desgracia: El Camino De Celestino", presenciamos la continuación de la obra precursora, "Hijos De La Desgracia: Preludio", la cual cumplió el noble papel de llave inaugural para la epopeya que se despliega ante nosotros. En esta narración, nuevamente nos sumergimos en el arte de la metanarrativa, de la mano de la talentosa "Fabia, Pluma Rutilante". Es ella quien, en esta ocasión, desgrana las peripecias de Celestino, quien, tras cuatro largos años de riguroso adiestramiento bajo la tutela de Laureano y los demás miembros de la distinguida guardia real, finalmente se sumerge de lleno en la trama. En este punto, la historia se desvela y la subtrama principal sigue su desarrollo, centrada en el florecimiento del reino de Khirintorin.
Contenido del libro: 12 capítulos
Última actualización: 23 Sep
Sí, quiero
3 comentarios
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Lista para deleitarme con este libro
"El Camino de Celestino" se erige como el segundo esfuerzo de esta epopeya en pleno fragor de su forja, aún inmerso en el crisol de la creación. Con afán de complacencia, me complace presentarles sus destellos iniciales, anhelando que, al igual que su antecesora, brinde deleite a sus almas. Les insto a no ceder a la impaciencia, pues una urdimbre considerable demanda atención, y una minuciosa labor de revisión ha de culminar antes que esta obra alcance su fin. Sin embargo, esto no les privará de disfrutar cuanto humildemente ofrezco en estas páginas.
A aquellos que aún no han cruzado las páginas de "Hijos de la Desgracia: Preludio", aconsejo que no adentren sus miradas en "El Camino de Celestino", pues su contenido hallará un manto de incomprensión en sus ojos.
Siempre en complacencia,
Alejandro Aquino
Alejandro Noel Aquino, Anhelo con profunda convicción que perciban que este fragmento incipiente, aunque sólido, representa solo un destello de la obra en gestación. Numerosos capítulos aguardan su creación, y quizás ajustes habrán de ser forjados en el camino. Lo que aquí comparto es meramente un adelanto, destinado a demostrar mi compromiso inquebrantable con la labor. Les aseguro que no les abandonaré, pues el propósito de este esfuerzo es su disfrute.
Sin más que añadir, les invito a gozar de la lectura.
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