Fuera del bosque

Charlie

Llego a casa hecho un desastre, ese maldito árbol me sacudió tanto que vomité al menos tres veces y cuando el amanecer llegó me dejó caer de cabeza; por suerte estaba el profesor Valentine cerca y me atrapó justo a tiempo. Los demás se fueron a celebrar al Bar Bathory (a excepción de Dante y Shane que se fueron a sus casas contra su voluntad), pero decidí volver a casa, estoy exhausto y necesito un merecido descanso. Lo único bueno es que me libré de cuidar a los hijos de Sheppard, así que la casa está sola, o, bueno, tiene un acompañante (y ese soy yo); no participé tanto quisiera y aún no sé cómo sucedió todo, Dante y Oak no sabían cómo reaccionar, solo afirmaron que habían acabado con James Solart. Este asunto ya ha acabado y me alegro, quiero reestructurar mi vida ahora que Dante es un licántropo y mi círculo de amigos es en su mayoría de mi tipo, no mundanos que pueden ver más allá de lo que el ojo humano puede; tener que lidiar con ese hechicero truncó todas esas cosas. Ahora puedo ir a cazar con Dante y pedirle que abra frascos sin necesidad de hacer una invocación. En la ducha me imagino todas las posibilidades de ser un cazador con amigos míticos y como ahora no tengo que mantenerlo como un secreto capaz de causar la tercera guerra mundial, tengo amigos para hablar de ello, incluso puedo hablar con Shane Jalali, desde que Dante me contó que era parte de su manada su ego de artista ha desaparecido conmigo y se ha vuelto soportable. Al salir hace tanto calor que solo me pongo unos bóxers y me duermo. O no lo hago, cinco minutos después suena mi alarma, tengo que ir a la escuela. 

Dante se ve muy bien, muy fresco, y yo me veo como un zombie con mis enormes ojeras y ropa arrugada, no tuve tiempo de planchar mi ropa. Mierda, no tapé mi marca; normalmente no le doy importancia y dejo que la interpreten como un tatuaje hecho en un local clandestino, pero hoy me da un mal presentimiento, eso y que Alec no haya venido hoy. Tras unas aburridas clases y haberme dormido en literatura (el profesor Valentine hizo la vista gorda), voy con Danna para que me haga uno de sus tónicos que la mantienen activa todo el día. 

— ¿Acaso te atropelló un camión? —ella reconoce que me veo horrible. 

— Podría ser, un árbol me usó de piñata, tuve suerte de no morir.

— ¿Tan rápido mataron a ese hechicero? —Danna piensa que fue la cosa más fácil del mundo, tal vez ella hubiera durado más en batalla que yo.

— Duramos más de un mes, pero sí, ya nos deshicimos de esa cosa —Dante y Oak lo hicieron, aunque no me han contado cómo, están un poco fuera de sí—. Ese hechicero era tan aterrador, en un momento él estaba frente a mí y casi me corta el cuello.

— ¿Y ahora qué?

— Disfrutar de la calma y ver a Dante adaptándose a ser un hombre lobo, todo vuelve a la normalidad.

— Genial, supongo que ahora que es uno de nosotros querrás incluirlo en nuestro grupo —no quiero meter a Dante en un lugar en el que pueda no sentirse cómodo, pero quiero que interactúe con los suyos, se guarda casi todo para su manada y para mí.

— Si puedes intentarlo estaría agradecido, le sorprendería que no solo somos nosotros tres en este círculo mágico. Ya le dije a Tim que Dante vendrá el viernes.

— Sí tu lo dices, pero te advierto que no se va a tragar ese cuento; y si así son las cosas también hay que incluir a Shane Jalali, dios, entre más cerca de mí mejor.

— Mejor aún, Dante tendrá a alguien más de confianza para sentirse cómodo —Danna me dedica una nada sutil mirada para hacerme saber que no me estoy enterando de nada y sí, mencionó a Shane por una buena razón—. ¿Te gusta Shane?

— Es que él…dios, ¿Lo has visto? Es tan candente.

— Porque es un hombre lobo, ser uno lo hace sexy automáticamente.

— Eso no importa, es increíble y muy interesante.

— Con razón le pediste una copia de sus canciones, ya estás bien flechada por cupido.

— No le digas o te lanzo una maldición.

— Le dijiste a Lenny que lo amaba, una maldición no sería mucho para mí.

— ¡Se me salió por accidente! ¿Quién iba a saber que Alyssa llenó el ponche de alcohol barato?

— Mierda, ya estarás contenta.

— Un trato es un trato.

“Charlie Rooney, favor de presentarte en el vestíbulo inmediatamente” Los altavoces llenos de polvo resuenan en todo el salón, llamándome a mí.

— ¿Problemas o trabajo?

— Trabajo, haré una guía por la escuela a un grupo de chicos nuevos.

En serio quisiera seguir conversando con Danna, últimamente es con quien puedo hablar con más comodidad sin tocar temas sensibles; pero tengo que conseguir esos créditos extras para entrar a una buena universidad, la de aquí no maneja la carrera de psicología. El subdirector Blair ya me espera con cinco chicos que tienen una apariencia similar, cabello y ropa descuidada; eso es algo que es clave ignorar a la hora de hacer estas guías, así los haces sentir seguros y confiados. 

— Rooney, te presento a Aldric, Chase, Malia, Ethan y Ariadne —con nombres rudos, esos chicos han de tener un historial—. Jóvenes, les presento a Charlie Rooney, él será su guía a partir de aquí, recuerden acudir a mí por cualquier duda o problema que se puedan presentar.