CAPÍTULO 28

Jungkook

Dejé a Sae en su casa y fui a la mía. Al llegar estacioné el auto y abrí la puerta de la casa y vi a mi mamá sentada en el mueble bebiendo té.

-Hola, mamá -dije, la abracé, me senté a su lado y puse mi cabeza sobre sus faldas.

No sé, pero me siento animado, contento, ... feliz. Para reforzar mi buen ánimo, compartir un momento con mi madre es lo más valioso y sagrado. Desde que papá se fue, ella es mi refugio y mi fuerza. A veces, actúo como un niño pequeño, en otras, todo un hombre adulto capaz de tomar decisiones. En fin, quiero abandonarme en los abrazos y cariño de mi progenitora.

-Hijo mío, cariño. Por un instante, me dejé abandonar por el miedo, pero al instante estaba convencida que todo iba a estar bien, pues, se trata de mi querido Kook. No ibas a permitir que seas un motivo de mi preocupación, sino de mi orgullo y confianza -dijo acariciándome con mucha ternura.

-Así es madre. Confía en mí. Sae y  yo no tuvimos problemas graves. Solo la movilidad que lo solucionaste con mucha prontitud. Recuerda, madre, somos un equipo -expresé señalando con mi pulgar.

-Temo, ser inoportuna con lo que diré, pero en la empresa hay muchos inconvenientes.  Realmente, esto es estresante. Ya no veo el momento que tomes la gerencia y así cuidar de nuestro patrimonio.

-No se preocupe, madre.  Desde el último año de mi carrera, me encargaré de todo de todo y usted podrá descansar. Para ese tiempo, estaré más preparado para tomar  decisiones que no ponga en peligro su estabilidad económica, sobretodo.

-Yo confió en ti, mi hijo. Y ¿esa chica con la que estabas en Seogwipo?

-Es Sae, la familia de los Kim.

-¿Los Kim? Por Dios del cielo -dijo, poniéndose de pie -Hijo, te dije que no te acerques a ellos. Su padre es el principal  culpable de la muerte de tu papá. Él puede tramar tu muerte y cualquier familiar de esa familia, incluso, esa chica.

-Cálmate, mamá. Ella no es de temer y la conozco bien. No creo que ella sea capaz de eso. Además ... -titubeé decirlo - creo que... me gusta bastante -confesé.

-Hijo, espero que no lo digas en serio. No puedo obligarte a ignorar ese agrado tuyo, pero lo mejor es alejarte de ella y es por tu bien. Nada bueno se puede esperar de los Kim. Ahora, ella puede ser una fuente de  una venganza irracional hacia tu padre. Aunque él ya esté muerto, seguro querrán continuar  y no quiero que te hagan daño.

-Lo sé, pero no bajaré la guardia. Te lo prometo. Bueno, ahora voy a mi habitación -sonreí y le di un beso -No te preocupes. Todo va a estar bien.

-Ojalá sea así, hijo, aunque me quedo con una incómoda sensación. Te aviso para almorzar, cariño.

Subí a mi habitación y, después de realizar mis asuntos de siempre, me acosté y me quedé dormido. Desperté a las 3:00 de la madrugada, sobresaltado ¿Sae estará despierta?

Sae

Estaba durmiendo y me despertó el sonido de mi celular. Veo la pantalla y es Kook ¿Qué querrá? Debe ser algo importante para que me llame a esta hora.

-Hola, Jungkook ¿Qué pasó? -dije con sueño.

-Humm Nada. ¿Cómo estás? -dijo.

-En serio me llamas para... Te voy a colgar, tengo mucho sueño.

-Esperaaa...

-Dime...

-Te quiero...

-¿Ah? ¿Qué dijiste? - Abrí mi ojos asustada.

Ni siquiera me dejó terminar cuando colgó ¿Qué acaba de decir? 

-Te quiero... 

Esa palabra resonó en mi mente. Mentiría si dijera que no me emocioné, que mi corazón se aceleró y aquellas mariposas empezaron a agitarse dentro de mi estómago. 

-Y si yo le gusto a Jeon Jungkook -dije en voz alta- No lo creo. ¿Cómo le voy a gustar a él o sí? Sae no digas cosas que no son, mejor ponte a dormir, si mejor hay que dormir.

Mi mente me estaba haciendo imposible poder dormir, pero el cansancio del viaje pudo más.

Jungkook

- ¿Qué acabo decir? -me dije.

Como si fuese un niño pequeño, empecé a patalear, logrando desordenar mi cama. En ese momento, quería  desaparecer sobre la faz de la tierra y no es mala idea.

No pude conciliar el sueño o fue intermitente toda la noche , gracias a mi repentina llamada a Sae. Amaneció y me puse a cavilar. Ahora el problema no solo es mi confesión ¿Cómo haré para hablarle? Me resultará  muy difícil e incómodo. Nunca estuve en esos aprietos . Uff, felizmente, es fin de semana y no hay clases. Debería salir un rato. Me puse de pie y tomé un baño. Cuando me disponía a salir de mi cuarto, mi celular empezó a vibrar.

-Hola Jungkook ¿Cómo estas? ¿Qué planes tienes para hoy? 

-Humm... Espera -me hice el desinteresado.

-Hace mucho que no salimos a comer algo. Tae irá ¿Vienes con nosotros?

-Mmm.. No estoy de humor -contesté.

-Nunca estás dispuesto kook ¿Tanto te tiene loco esa chica que ni hay tiempo  para tus amigos de toda la vida? En serio, amigo. No te das cuenta, pero desde que apareció, todo lo que haces gira en torno a ella.

-No es eso. Estás exagerando. Solo estoy cansado.

-No te creo. Además, no te estoy preguntando. Nos vemos en el restaurante que está a lado del centro comercial Lotte Outlets, a las 6.

-Ok, ok. Nos vemos allá -colgué.

 Mi madre no estaba. Supuse que ya estaba en el trabajo por la hora que era y no tuve más remedio que desayunar solo. Pensé en caminar un rato, pero me acordé que tenía que ponerme al día. Tendría que llamar a Sae, pues de seguro ella ya habrá copiado todo lo del viernes. No me atreví. Le pedí a Jimin que me pasara los apuntes de los cursos que compartimos. A cambio, me reuniría con ellos. 

...

Terminé de copiar todo lo que me atrasé. Miré el reloj  y me alisté para el encuentro, eran las 5:45. Subí al auto y me dirigí al bar. Jimin me alzó la mano desde el balcón y me acerqué a su mesa.