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No llevábamos mucho tiempo fuera del castillo y la gente ya se estaba dando cuenta de que no éramos del pueblo y que podríamos ser peligrosos ya que llevábamos armas, así que las personas se ocultaron en sus casas, supongo que del miedo que les producíamos, en ese momento Leo se nos adelantó y les dijo a los habitantes que nosotros no les haríamos daño y que de hecho los liberaríamos.

La gente no se confió mucho y decidió no salir de sus casas, pero no nos dio mucha importancia y nos dirigimos por una ruta diferente a la anterior vez que era una bajada a lo que parecía ser una granja, pero había algo raro, en esa ruta todo estaba lleno de casas y estaba muy oscuro.

En cuanto pasamos por ese lugar un monstruo salió de las sombras y nos quiso robar, pero al ver que teníamos armas salió huyendo, creíamos que nos habíamos librado del, pero después de unos minutos el mismo salió con otros monstruos, en total eran 10 no creíamos que nos harían mucho daño, pero Leo dijo que huyéramos, Carla no reacciono al instante y casi la atrapan, pero decidí agarrarla de la mano y salir corriendo con ella tomada de la mano.

Cada vez sentía que se nos acercaban más, así que no me dio más opción que alejar a Carla y enfrentarme yo solo contra los diez, saque mi hacha y cargue contra ellos, pero en ese momento apareció uno más y me pateo en las costillas, ese golpe sí que fue duro, pero no me podía rendir, de repente se acercaron todos mis amigos y peleamos contra ellos, Craig le dio a Carla sus nudillos para que ella también peleara, pero ella se rehusó a usarlos.

De entre las sombras salieron muchos más monstruos de los que ya había, terminaron reagrupándose y al final terminaron siendo 60 monstruos los que se abalanzaron contra nosotros.

-esto no les parece un poco injusto-dijo Craig un poco asustado.

-por supuesto que es justo-dijo Leo seriamente.

-ellos son 60 a mano y nosotros somos 6 pero con armas, más una metida-dijo Leo seriamente.

Lo que dijo era razonable, pero eso no quitaba que ellos eran 60 mientras que nosotros éramos 7, dicho esto comenzó una guerra por la supervivencia, Leo iba con su sable cortando a todos los que se metían en su camino, Mauro no le toco más que usar sus dagas, ya que no podía atacar de lejos, Carla se estaba alejando de todos, Craig aplastaba a todos con su martillo, Gustavo quemaba a todos los que veía, pero al parecer algunos monstruos eran inmunes al fuego, José iba cortando a todos por la mitad.

A mí me toco luchar con el que parecía ser el jefe de la banda y también el más fuerte, salte e intente clavare mi hacha en la cara, pero al hacer esto el agarro el hacha con ambas manos y eso me dejo un momento de ventaja, ya que él estaba desprotegido así que aproveche esto y le di una patada en la cara, seguido de esto él se tapó la cara por el dolor, aproveché la situación y le corte las piernas, todos vieron esto y decidieron salir en retirada, no sin antes raptar a Carla que estaba oculta en un rincón.

Todos nos quedamos en silencio por unos minutos, por lo cansados que estábamos, pero nadie mostraba ninguna preocupación por Carla, así que me toco a mi romper el silencio.

-no puede ser que hallan raptado a Carla, ahora tenemos que ir a buscarla-dije enojado.

-qué tal si dejamos que se queden con ella-dijo Leo a modo de broma.

-sería una buena opción-dijo Craig riéndose.

No podía creer que mis amigos estén diciendo esas cosas, ya que ellos siempre habían sido más compasivos y amables con las demás personas, de Leo si me lo esperaba, pero aun así no podía dejar que esos sucios monstruos se quedaran con Carla, quien sabe que cosas le podían hacer, pero antes de que pudiera decir algo leo me gano.

-qué tal si intentamos seguir el rastro de esa pandilla, para ver si podemos recuperar a esa entrometida-dijo Leo sin motivación.

Me quede sorprendido por las palabras de Leo, ya que él siempre quiso que Carla no estuviera con nosotros, después de las palabras que dijo Leo todos asintieron y nos pusimos en marcha para ver si podíamos seguir el rastro de esos monstruos, logramos seguir a uno que iba muy lentamente lo malo, era que estaba yendo por un callejón muy oscuro y estrecho por el que posiblemente nos podían atacar, pero sorprendentemente nada paso.

El callejón por el que estábamos pasando cada vez se hacía más oscuro, pero por suerte se hizo más ancho, Gustavo al ver que todo estaba más oscuro hizo que su espada se incendiara, haciendo que se hiciera la luz, pero justo en ese momento el monstruo al que estábamos siguiendo se dio cuenta de que estaba siendo seguido y salió huyendo.

Para nuestra suerte ese monstruo no era muy inteligente que digamos ya que nos llevó directamente hacia su guarida, que al parecer era en las alcantarillas, todos nos rehusamos por un momento, pero después decidimos entrar, porque si no lo hacemos no podremos salvar a Carla.

-no puede ser que esa chica nos haga venir por las alcantarillas-dijo Leo enojado.

-yo me hubiera ido en cuanto la raptaron-dijo Craig burlonamente.

-cállense ya-grite enojado.

Todos querían irse sin Carla y eso hizo que me enfadara con todos mis amigos, yo sabía que no podíamos, tal vez ella nos ayude en el futuro, ella tiene una vida por delante, que ojalá no sea conmigo.

-debemos encontrarla lo antes posible-dije seriamente.

Se hizo un silencio atormentador y cada vez olía peor, pero eso no nos iba a parar porque de seguro nos pasarían cosas peores.

Cuando parecía que no había más que explorar en esa alcantarilla vimos una luz intensa, que se reflejaba al fondo del camino, todos fuimos corriendo hacia esa luz y al parecer habíamos llegado a la guarida de los monstruos, que era una cueva, al parecer no eran una banda, eran una secta, todos iban vestidos con capuchas que los cubrían todo, la cueva estaba decorada con fotos de monstruos, pero todas estaban borrosas, a excepción de una, que era la que me llamaba más la atención, que era la de una cabra parecida al gran maestro.