Capitulo 5

Cierro la puerta de mi habitación con fuerza, miro las bolsas puesta sobre la mesa y sonrió fríamente, sin entrar en locura.

Lo sabía todo de mi, está jugando conmigo.

Se supone que vine para escapar del pasado pero me metí en otro enrredo tan pronto como llego al país, ni siquiera dure una semana sin estar en problemas, aunque meterme en problemas no era lo mío pero está vez si cometí un gran error.

Me siento en el sofá dejando mi bolso a un lado, miro el techo y pienso en la enorme desventaja en la que me encuentro, no hay forma de salir sin que el lo sepa, no solo es un empresario es el futuro rey de una nación, es un hombre con todo el poder del mundo en sus manos o juego con el o muero sin siquiera tener un funeral, mis opciones son cortas y tuve que elegir una.

Busco el beneficio de esto y lo pienso, aunque todo sea un juego por lo menos el puede garantizarme protección de la familia O'Connor es lo que me prometió y podré obtenerlo, aunque no se en qué beneficia al príncipe heredero mi participación como su prometida por el momento debo actuar y buscar un plan para librarme de el si es posible.

me baño y ceno como lo haría normalmente, Dalila me visita unos minutos pero no tengo tanto ánimos como antes lo nota y se marcha prometiendo venir mañana, busco la tablet y lo arreglo descargando aplicaciones y todo preparado, siento el deseo de llamar a Thomas pero se que no es un buen momento.

Finalmente caigo al sofá desvaneciendome del sueño, no pienso en nada más y me dejó dormir esperando que todo sea un sueño y el día de mañana llegue como todo los días.

...

Miro el ventanal en silencio, sorbiendo mi taza de café espeso.

—Señora el jefe tiene una gala benefica por la noche y requiere su presencia a las seis de la tarde ¿Puede ir?

—Estoy muerta—escupo mirando el ventanal ignorando el anillo en mi dedo.

—La vendré a buscar a las cuatro de la tarde y un estilista la ayudará a cambiarse.—dijo ignorando mis palabras.

—Bien—contesto cortante, el hombre se retira cerrando la puerta.

Me imagino cien veces estrellando la taza contra la puerta, sin embargo no lo hago busco la toalla para bañarme antes de que Dalila venga aquí. En mi armario tomo un pantalón vaquero, una blusa manga corta morada, pantuflas, me ducho y me cambio sentándome en el sofá revisando el teléfono.

La puerta es tocada y me dirigo a abrirla permitiendo que una sonriente Dalila entre por la puerta con su teléfono en mano—¡Persefóne! ¡No sabes lo que encontré en un foro!

Se sienta a mi lado enseñándome un artículo en especial.—¡El príncipe heredero tiene prometida! ¡¿Puedes creerlo!? ¡esa persona es muy afortunada!

Ja.

Medios de comunicación informan que el principe heredero tiene prometida ¿Quien será la afortunada? ¿será ella la futura consorte del reino de Caelestis? ¿Habrá sido aprobada por la familia real? Estaremos al tanto de la comunicación emitida por parte de los miembro de la familia real ante la impactante noticia.

Una foto de una silueta femenina con signo de interrogación, Dalila parlotea a mi alrededor—¿Quien crees que será? ¿y como será ella? Debe ser muy hermosa para lograr engatuzar al príncipe heredero.

Miro el anillo en mi dedo, doy gracias de no tener algo en la mano porque sería capaz de quebrarlo en trocitos, reviso mi teléfono ignorando los artículos—¿Tienes instagram?

Cambio de tema rápido, asiento con la cabeza—Prestame tu teléfono.

Se lo doy, y la veo seguirse así misma por instagram y otras redes sociales, me devuelve el teléfono y observo la notificación de seguidores incluyendose ella en décimo lugar.

—No tienes muchas fotos.

—Compre el teléfono ayer—me arrepiento de salir.—Solo tengo una foto en mi galería.

—Eso tiene que cambiar, si tienes instagram debes ser activa—me sugirió, volteo a mirarla y recibo el flash de la cámara que me toma por sorpresa—Eres hermosa, pública diez fotos será suficiente.

—No soy de vivir en las redes sociales—informo, Dalila se pone de pie y escanea la habitación—¿Qué haces?

—Solo quiero tomarte otra cinco fotos en diferentes secciones ¿Puedes hacerlo?

Lo pienso tendré fotos en galería y podré enviárselo a Thomas cuando pueda, asiento con la cabeza, me acerco al ventanal y según Dalila me recuesto un poco mirando la ventana me siento estúpida, el flash me recibe junto a los gritos de mi amiga.

Sonrió ante ese pensamiento, de mi boca casi nunca salió la palabra amiga, es la primera vez que tengo contacto con una. Tres fotos y termina con Dalila cansada y yo publicando una foto de mi misma que me hace sentir nostálgica.

Quien me incitaba a tomar fotos era mi hermana, era ella quien mantenía mi perfil activo y me tomaba fotos cuando no me daba cuenta.

—Saldre está noche, cuídate—despido a Dalila, la castaña sonríe feliz mientras se marcha.

Borro mi sonrisa camino hacia mi cama mirando las bolsas de Dior y otras marcas, saco un vestido largo verdoso brillante, corte sirena y de tiras, la descarto por completo, busco otro vestido y escojo el que parece ser el más elegante y sofisticado, un vestido color rosado brillante sin mangas o tiras con escote de corazón ajustado en la cintura y pecho pero suelto desde la cadera hacia abajo, elijo tacones del mismo color.

Abro la puerta encontrando a una mujer rubia con una sonrisa en su rostro mientras me observa de arriba abajo con intereses no dudo que es la estilista.

—¿Señorita Persefóne?

—Solo haz lo que tengas que hacer—contesto sin una pizca de emoción, me siento en la cama luego de bañarme.

La mujer comienza a preparar mi cabello con mucho cuidado haciendo comentarios de halago hacia mi figura o largo cabello, lo ata en una sola coleta y le agrega un lazo que trae pequeñas cadenas adornadas en forma de hojas diminutas que descienden en la larga melena.

Minutos después llega el mismo hombre de la mañana a recogerme, me miro al espejo sin sorprenderme, tomo el bolso y en contra de mi voluntad me marchó del hotel para subir a la camioneta negra con un par de guardaespaldas detrás de mi.