4. Quiero nietos

¡Oh! ¡Aquí están de nuevo! ¿Es que ustedes no tienen vida social o qué? ¿No tienen tareas? ¿No tienen trabajo? ¿Qué hacen aquí leyendo los pensamientos de una gata tan bella y sensual como yo? Deberían estar trabajando, haciendo tarea, entregando su alma a Cristo rey, derribando la democracia, ¡Pero no! ¡Se la pasan los días jugando al delicioso! Pero bueno, ¿Quién soy yo para juzgar? Os invito seres inferiores míos a tomar asiento, iré a la biblioteca a dejar este libro, ya vuelvo, ¿Saben qué? Mejor no, aun no confío en ustedes, ¿Quién sabe cuales son sus verdaderas intenciones? Disculpen mi falta de confianza, pero...#tercermundo, espero que comprendan.

Ahora, sobre el tema de hoy, las conferencias fueron una maravilla, Sama se la paso con bellos vestidos y hermoso maquillaje, salía en la tarde y volvía en la noche, eso suena como ir de fiesta, pero en vez de reír, de venir con un macho encima y tan borracha que haya perdido hasta la dignidad, ¡No! ¡La muchachita llegaba quejandosé del dolor de los tacones y más sobria que el papa Francisco en misa! Ha este paso nunca va a dejar descendencia, niña estupida, ¡Si supieras que por tus venas corre sangre de reyes y reinas! Y así pasaron los días, con la atolondrada de mí dueña rechazando a coreanos con la misma frecuencia que se cambia los calzones y solo diré que ella esta en periodo de sangrado, quien quiera que intente meterse allí abajo será como Moisés abriendo el mar rojo, pero dejando los chistes de adultos aun lado, parecía que todo iba perfecto, al menos hasta el día de hoy, que fue a la iglesia, fue junto a su jefe, el Zhao Yi, tengame consideración, dure todo el día intentando aprender como escribir ese nombre, ¡Ni hablar de la pronunciación! A los humanos les encanta complicarse la vida, ¡Con lo fácil que es decir "Miau", per no! Tenían que inventarse todo un jodido dialecto.
Al llegar de la iglesia Sam parecía algo preocupada, consternada, como si hubiera visto al mismísimo fantasma de la ópera, y no, no con su máscara, aunque ahora que lo pienso, ¿Por qué le dicen fantasma si el tipo estaba más vivo que yo cuando abren una lata de atún? ¡Bueno, bueno, dejemos de divagar! Perdonen mí falta de atención, es que estoy realmente frustrada, el jamón con patas de Jocopino ha ensuciado toma mi bendita cama, he tenido que dormir de nuevo al lado de Sama, lo crean o no la esclava esa le gusta revolcarse mucho, ya me ha lanzado cuatro veces de la cama mientras duermo.

Sama se despidió de su jefe en la puerta y al instante salió corriendo a su habitación, empezando a leer algo en unos documentos, ¡Esclava inmunda! ¡Recuerda los 10 mandamientos! "Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas." ¡Y tú, como mi esclava, debes someterte a la ley! ¡No voy a quemarme en el infierno por tú culpa! Me abalance contra sus piernas e intente arañarla, pero ella ni se inmuto, ni por mis largas uñas, ni por mis maullidos, sus ojos seguían fijos en las páginas en sus manos, sus delicadas y suaves manos temblaron con las páginas, y una carpeta en ella, debo admitir que ese gesto de angustia en su bello rostro la hicieron ver más bonita de lo que era, eso junto al hermoso vestido rojo vino y sus tacones dorados, ¡Si fuera macho y humano ya me habría casado! Es muy linda, la maldita.
Sama se puso de pie y caminó lentamente hasta su tocador, observó su reflejo en silencio unos segundos, hasta que sin previo aviso emitió un grito tan agudo que me hizo erizar hasta el ronroneo, ella se cubrió el rostro y camino de un lado a otro en la habitación, con un claro gesto de angustia, de la nada se detuvo y me tomo de la cama, para empezarme a acariciar de forma desesperada.

— Friga, ¿Adivina a quién creo que vi hoy en la iglesia adventista coreana? 

¿Por qué esperas una respuesta si solo puedo maullar, idiota? Pregunto mí dulce y bella dueña conmigo todavía en sus brazos.
Sama me volvió a colocar en el borde de la cama y observo por la ventana en silencio.

— Creó que vi a Tae-sung en la iglesia, Friga — Sama retrocedió y se sentó a mí lado, para luego sacudir su cabello tan bien peinado aun en desesperación — ¿Y sabes qué es lo peor? — Y dale, rojo, dale, ¿Qué parte de que solo puedo maullar no entiendes, inmunda? —, con él tengo una reunión esta semana, ¡Es uno de los jefes que debo convencer!

¡Esta especie aparte de feos! ¡Brutos! ¿Como carajos no te diste cuenta de que él era uno de los jefes, mujer? ¿Como carajos no te diste cuenta? ¿Acaso estudiaste cinco años idiomas para nada?

Todos, incluido yo y el cerdo nos quedamos en silencio al oír el sonido del timbre de abajo, los colores del rostro de Sam desaparecieron de su rostro, ella se asomo por la ventana y rápidamente la cerró con las cortinas, pude asomarme un poco y vi a...¡Tae-sung! ¡Tae-sung está aquí! ¡Oh, por el amor a...! ¡Tenemos que huir! ¡Sama empaca las maletas! ¡Cerdo, empaca la comida! ¡Yo iré por los pasaportes falsos! Tendré que buscar a un amigo que sepa ocultar cadáveres, ¿Eh? ¿Oye, humana, por qué no me obedeces? ¿Quieres que te trate tan mal como la última vez? Y ahí va la señorita ultra masoquista a abrirle la puerta, bueno, vamos, no voy a mentir, ciertamente Tae-sung me ha dejado con más dudas que respuestas y es mi deber como la gata chismosa que soy saber el porqué de su actitud.

Me acerque con cuidado detrás de mi dueña, siguiéndola muy de cerca, necesito saber el chisme de primera mano, Más vale que digan aquí reto que aquí murió.

Sama suspiro, posiblemente orando, antes de abrir la puerta, es una fortuna que este tan hermosa y bien vestida, ¡Asi sabras de lo que te perdiste, Tae-sung! La puerta se abrió revelando a un más grande Tae-sung, bien vestido y muy apuesto en mi opinión, ¿Que les dan de comer a estos chicos? Paso de ser delgado a ser guapo y musculoso, quiero que me golpee, me embarace y me abandoné, ¡Esperen! ¡Ese no es pensamiento de una gata cristiana como yo! Sí, esta guapo, grrrr.