Prólogo

El Dios Sol y la Diosa Luna se encontraban molestos, decepcionados al ver como sus hijos se discriminaban unos a otros por la diferencia de especies, por el quien era mas fuerte o quien era mas débil, por el quienes debían reinar y quienes debían servir a sus superiores.

Los Dioses cansados de la situación y no queriendo acabar con el mundo sobrenatural tomaron la decisión de que debían acabar con aquella creencia de estatus que ellos mismo se habían creado al precio que fuera, pero…

¿Como lo harían?.

Tuvieron la idea de variar las uniones sagradas, asignarle a cada ser un destinado completamente diferente, pero eso no dio resultado, los destinados con menor posición social eran maltratados y humillados por sus parejas por el simple hecho de ser diferente.

La última opción de estos fue crear aquella profecía que la raíz de tanto dolor haría que las diferencias de especies quedará de lado y haciendo que todas las especies pudieran vivir en armonía.

Dos lycans y dos vampiros elegidos para poner el futuro de las especies en la balanza, guerreros poderosos que con ayuda de sus dos mas grandes aliados acabarían con los principales impuros del mundo sobrenatural. La guerra de especies seria el momento en que miles de vidas se perderían y donde la extinción tocarla varias puertas.

Pero ese apenas sería el comienzo…

Aquellos elegidos engendrarían a quienes años más tarde reinarían el mundo sobrenatural y quienes acabarían con la maldad hecha persona y mantendrían la paz entre las especies. Los hijos de los dioses, gobernantes de la luz y la oscuridad.

El mayor, hijo del sol y Dios de la Luz, primer hibrido nacido de sangres enemigas que portaría un pelaje blanco con un sol de color negro en su mejilla izquierda que representaría el bien.

El menor, hijo de la luna y Dios de la oscuridad, segundo hibrido que se presentaría ante el mundo con aquel pelaje negro y una luna de color blanco en su mejilla derecha y representaría el mal.

Ellos serian los dueños del destino que llegarías para terminar con la desigualdad en el mundo, pero… hasta una profecía puede tomar un camino diferente a lo planeado.