Capítulo 5 -Su aroma-

Narra Azazel

Estoy demasiado aburrido, esta mujer me aburre, su sola charla me resulta vacía y sosa. Sin embargo, no puedo decir nada ya que sus padres estan aquí cenando en mi mesa mientras hablan de política y de cuántos herederos desean, la rubía sentada a mi lado ríe  de manera estridente abrazandose a mi, quiero alejarla  pues su sola presencia me hace querer vomitar, esta no es la mujer que quiero en mi cama y mucho menos como reina de mi clan si ella esta aquí es por cuestiones políticas pues su padre considera que deberíamos tener una alianza en caso de que se sucíte alguna amenaza, sé porque lo hizo, su clan es debíl e insignificante son basura en pocas palabras y desean el poder que tanto me ha costado obtener, si he accedido a esta ridiculez de compromiso es simplemente porque ya he pasado 17 años lamiendome las heridas y autocompadesiendome por la muerte de Danae y no he dado una buena imagen a mi clan como lider absoluto, y no tengo algo mucho mejor que hacer, aunque si soy sincero conmigo mismo quiero acabar con ellos por el simple hecho de ser unos trepadores repugnantes.

-Azazel, ha sido una comida espléndida la de esta noche te agradezco tu hospitalidad- El simple hecho de que use mi nombre con tanta familiaridad me asquea demasiado, decido ser amable con estos intrusos por que lo que menos deseo en este momento es una guerra con otro clan, aunque bien podría ganarles sin mayores esfuerzos no tengo ánimos de involucrarme en algún asunto bélico así que solo asiento callado, la hija de este Conde es Adelia Bourgeois, aunque son dueños de un condado pequeño no tienen mayor poder económico ni social mucho menos político, aunque más de una vez los ví intentando convencer a mis padres para que comprometieran a Adelia conmigo ellos se negaron, es lo único bueno que han hecho mis padres por mí, sin embargo, ellos volvieron y ahora estoy próximo a casarme con ella en luna llena.

-Señores si me disculpan necesito tomar un poco de aire fresco, disfruten su estadía aquí, el personal de servicio con gusto los guíaran hacía sus aposentos- Me pongo de pie con toda la solemnidad que puedo aparentar.

-Espera mi amor te acompaño- Su chillona voz me marea y suspiro, quiero estar lejos de ella aunque sea por un segundo pues desde que llegó no ha hecho otra cosa mas que pegarse a mí como un chicle.

-En realidad, deseo estar solo aunque sea un poco así que con su permiso- Los tres me miran estupefactos y no dicen nada, no pueden ya que yo soy el máximo gobernante de la especie, en mi recae todo el poder y decido si dejarlos vivir o no, y si se atreven a contradecirme saben el destino que les espera, yo no quiero ser como mi padre pero si me provocan me veré obligado a usarlos como comida de las criaturas que habitan en el bosque de la niebla eterna. Así es como se rige entre la nobleza vampírica, la realeza es superior en todo al resto de vampiros, somos poseedores de una sangre pura y un linaje impecable...Un linaje que se vera manchado una vez que me una en matrimonio con esa mujer interesada, camino por el bosque alejándome del palacio hacia la zona neutral, la luna ilumina todo a su alrededor como si con su luz purificara todo aquello que toca, mis pies caminan hacia la zona neutral, un olor tan familiar pero a la vez tan desconocido golpea en mis fosas nasales y hace que todo mi sistema se estremezca, como olvidar aquel aroma? azucenas mezcladas con lirios...un aroma tan exquísito que me hace cerrar los ojos e inhalar mas profundo para meter ese aroma y abrazarlo en mi cerebro, corro hacía el origen de aquel olor y me detengo solo cuando veo una silueta que hace que mi corazón quiera salir de mi pecho, es ella....Danae...mi amada Danae esta ahí bajo la luz de la luna viendo las flores, salta y corre riendo sin darse cuenta de mi presencia..¿Cómo pude olvidarla?...¿Cómo pude olvidar su pureza, aquella pureza de la que me enamoré?, algunas lágrimas salen de mis ojos y corro hacía ella, se sorprende al verme pero no retrocede, al tenerla en mis brazos siento como si hubiese atrapado la felicidad misma, ambos caemos al suelo siendo amortiguados por las flores, ella esta en shock pero no grita y yo...yo estoy absorbiendo todo su aroma mientras mis lágrimas mojan su piel, como he extrañado esta sensación de plenitud, este sentimiento que llaman amor.

-Disculpa...pero...tu quien eres?-  Al escuchar sus palabras me repongo enseguida su sonrojo es muy notable en aquella pálida piel, sus hermosos ojos azules me miran con sorpresa y tiene sus rosados labios tan apetecibles entreabiertos, ella no es la misma niña de la que me enamoré en ese lugar, ya es casi una adulta pero conserva la inocencia de una niña...

-Y-Yo...soy Azazel DarkWood...no me recuerdas Danae??

-Lo siento pero...es la primera vez que te veo..y porque me llamas asi? Mi nombre es Eliana Marcovich...hija del Alpha- El que no me recuerde es doloroso pero al menos siento que he ganado un poco el cielo al tenerla en frente, aunque sé que ya no es ella su parecido físico es innegable y solo sonrio conteniendo las lágrimas porque esta aquí conmigo finalmente.

-Pero aún sigues aquí...porque??

-E-Es que...tu eres mi...mate...- Se sonroja de forma tan tierna que me es imposible no querer tomarla ahí mismo como mía, que el mundo sepa que bajo la bendición de la luna yo tome a mi amada en ese lugar, ella toma mi mejilla con cuidado y yo tomo su mano, su toque en mi fría piel es exquisito y amo como se siente, abro un poco mis ojos y grabo en mis pupilas cada detalle suyo, sus labios, sus ojos, como su piel resalta bajo la luna, toda ella es perfecta y su aroma...su aroma me enloquece, esta escena me es tan familiar por que ya la he vivido, esta vez haré lo que sea por ella, esta vez si podré protegerla de todos y de todo, sin darme cuenta algunas lágrimas recorren mis mejillas y ella las limpia.

-Oye porque estas llorando? te duele algo?- Su voz es suave y azucarada, siento que todas mis heridas interiores se curan de repente con sola oirla.