63 - Explicaciones

Después de ese día, cuando hubo una conmoción en Bom Retiro y un desacuerdo con su padre, Helena pensó que era mejor irse a casa. Lo cual fue muy difícil, porque en el camino siempre conocí a un periodista, una persona curiosa o una fan de Raymond Acevedo.

Si su vida ya era complicada, ya que se reveló al mundo que era la chica de París, ahora con su aparición pública, ha empeorado mucho.

Ella regresó de otro día agotador en el trabajo. Fue agotador no por el trabajo en sí, porque Helena amaba su profesión, a pesar de todas las dificultades que presenta.

La agitación pública fue agotadora.

Cuando Helena fue dejada en la entrada de su edificio nuevamente por la limusina de su jefe, vio un gran vehículo blindado estacionado frente al edificio. Ya había visto ese auto desde algún lugar ... Pero prefería dejarlo solo, pensando que era solo una impresión.

_ Es solo un auto similar ... parece que está allí esperándome ... _ Se habló a sí misma.

_ ¡Por supuesto que no estoy allí, porque estoy aquí! _ Alguien dijo detrás de ella. Helena tuvo que taparse la boca con la mano para no gritar. Fue Ray sorprendiéndola nuevamente.

_ ¿Qué demonios haces aquí?

_ ¡Dije que te encontraría!

Realmente la estaba asustando. ¿Cómo sabía dónde vivía y dónde estaba? ¡Ella comenzó a pensar que cierto periodista estaba detrás de esto!

_ ¡Creo que es mejor que entremos antes de que provoques otro motin!

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A diferencia del edificio de Dayane, el edificio donde vive Helena tiene ascensor. Pero optó por subir las escaleras para no encontrar vecinos. Aún así, rezó para no encontrar a nadie. Y solo porque tenía tanta prisa por entrar a la casa de inmediato, la cerradura se atascó.

_ ¡Oh, qué maldita puerta! _ murmuró al entrar. Invitó a Ray a entrar justo detrás de ella ... de hecho, lo obligó a entrar. Tan pronto como atravesó la puerta, la cerró de golpe, pasó la llave y se apoyó contra ella.

Los dos se enfrentaron. El mayor deseo de Helena era saltar sobre él. Simplemente no había decidido si llenarlo con besos o palizas. Por otro lado, el deseo de Ray, era levantarla con cuidado contra la pared, pero, como parecía estar mal, tuvo que contenerse.

_ No me dijiste que te llamabas koúkla o kori mou ... _ Dijo Ray en un intento fallido de iniciar una conversación. Helena lo miró con cara de paisaje.

_ Debe ser porque este no es mi nombre. Koúkla significa "muñeca" en griego. Y Kori mou significa "mi hija". Y no me dijiste que te llamabas Raymond Acevedo. Entonces, estamos atados.

_ Bueno ... este ni siquiera es mi nombre. Cuando entré en Menudo, me mudé a Raymond. Algunos miembros colocan nombres artísticos. Después de que me fui e hice una carrera en solitario, se cayó para Ray, pero muchos todavía me conocen por mi primer nombre.

Helena seguía mirando.

_ Traté de llamarte, pero me robaron el celular ...

_ Yo se. Recibí tu mensaje en mi Whatsapp. Era el mismo mensaje que recibí de mi ex novio y, unos días después, publicó en Facebook para que todos vieran que estaba en una relación seria con esa perra. Así que me fui ... Y luego, quien robó el teléfono celular, vio las fotos y las publicó en Internet. ¡Y todos sabían que yo era la chica de París!

_ Te encontré en Facebook, quería enviarte una solicitud de amistad, pero temía que no me aceptaras ...

_ También te busqué en Facebook ... pero tenía miedo de ver lo que no quería ... si estuvieras con otra persona ...

_ No, yo no estaba. No podría involucrarme con otra mujer contigo en mi corazón. Ninguna mujer me ha hecho sentir lo que tú haces. Es por eso que hice la canción para ti. Era una forma de llamar tu atención.

Helena se rió de la declaración platónica de amor. Pero tuvo que aclarar algunas dudas que martillaban su cabeza.

_ Cómo me has encontrado ? ¿Te lo contó cierto periodista llamado Mitchel Junqueira?

Al ver que ya no podía esconderse, Ray reveló todo.

_ ¡Oh, por favor perdóname mi amor! Le pagué al periodista para que te encontrara. Me habló de la propuesta de entrevista que hizo para ti.

_ ¿Viste la entrevista?

_ Sí, ¡incluso te pregunté qué harías si nos volviéramos a ver! ¡Y tú mismo dijiste que si quisiera verte, te buscaría!

_ Ah, ¿fuiste tú?

_ Sí ... y escuché tu historia ... lo que sufriste ... ¡lo siento!

_ Todo bien. Se ha ido. Ya pasó. No funcionó. Y, por cierto, hiciste la canción para llamar mi atención, funcionó. ¡No era solo mi atención, sino también la de todos! ¡Desde que se lanzó la canción, no he tenido ni un segundo de paz! ¡Incluso me detuve en la estación de policía por eso!

Ray se rió de las historias de Helena. No era su intención hacerla enojar por la música.

_ Te ríes porque no estaba contigo.

_ Perdóname chica! ¡Se suponía que era una prueba de amor! ¡Era para mostrar cuánto estoy enamorado de ti!

_ Lo sé ... Entonces me viste en París ...

_ ¡Oh si! La vi en Paris, la mujer más bella, sexy y muy sexy del mundo.

_ Sí, pero ¿quién lo vio? ¿Ramón Enrique, Ray o Raymond Acevedo?

Ray ya sabía a qué se refería. Sabía que a Helena no le interesaba la cantante. Se enamoró del hombre detrás del cantante. ¡Eso lo hizo muy feliz!

_ Bueno... vamos a fingir lo siguiente: estabas con Ramón Enrique, que se te apareció como Ray, en las calles de París. Cuando nos separamos, le pedí a Raymond Acevedo que te hiciera una canción, ¿qué te parece?

_ Um ... puede ser! ¡La idea no es mala!

_ Pero si quieres, puedes tener a los tres ... No estoy celoso. ¡Porque no puedo estar celoso de mí mismo!

_ Oh, no dijiste eso ...

_ Pero cual es el problema? Tendrías tres hombres cuando quisieras. ¡Pero no puedes tener ambos al mismo tiempo!

Helena se rió de su comentario. ¡Eso fue asombroso! Pero al ver que finalmente bajó la guardia, fue a buscarlo. La inmovilizó contra la pared con su cuerpo, como la noche en las escaleras. Sin ceremonia, pronto besó más que arder, debilitando las piernas de Helena.