Matrimonio Oculto

Prologo

–Es mejor que estés preparada  Alison –dijo su madre mientras recogía la pequeña cobija del suelo –Pronto  el asistente de tu futuro marido llegara y debes estar lista para él.

 

Alison dejo su libro con la página marcada y le sonrió a su madre.

–Estoy lista mamá, no puedo vestirme y causar una impresión diferente a como me verán a diario

 

La dulce joven camino hasta estar frente a su espejo y mirar a través de él. Pronto se convertiría en la señora Hamilton solo por salvar la vida de su hermano menor.

–Si no quieres hacerlo, no te obligaremos cariño –hablo su madre, reconfortándola –Podemos buscar otra forma de pagar la operación y…

–No mamá –Alison sonrió –. Papá lo despidieron y tú no puedes trabajar por más horas  sin que te duela la columna. Solo será un año y todo terminara.

– ¿Sabes que tu hermano  estará más que agradecido contigo, verdad?

–Solo me importa pagar su operación, mamá –Alison dio media vuelta y la abrazo –Haría cualquier cosa por mi familia.  

 

El sonido del timbre las distrajo.

– ¡Ya llego, mamá! –el grito alegre  de Aidan las hizo reír.

–Te espero en la sala –la mujer mayor beso su mejilla y salió de la habitación dejándola  sola. Alison aliso su vestido floreado y forzó una sonrisa antes de desearse suerte y salir.

 

En la sala, un hombre con traje la esperaba  mientras miraba las paredes deterioradas y el viejo sillón con tapiz roto, para un hombre que estaba acostumbrado a la comodidad aquello era una burla y un respecto para quienes trabajaban duro solo para tener donde vivir. Su mirada se desvió hacia el pequeño pasillo donde una hermosa joven caminaba hacia él.

–Buenos días, me llamo Alison –la joven tendió su mano y sonrió alegre. Cuando había llegado a ese vecindario de pequeñas casas no entendía como su jefe se había metido en un lugar como aquel para elegir a una mujer entre un millón. Pero esa respuesta estaba frente a él sonriendo; Alison era una hermosa joven de ojos verdes y belleza encantadora que podía encantar a cualquier hombre que ella quisiera.

 

–Buen día Alison. Mi nombre es Charlie –el abogado aparto su mano y Alison lo invito a sentarse en el desgastado sillón –. Muy bien,  ¿Podemos comenzar?  -la familia asintió y Charlie saco copias para toda la familia –. Mi cliente le pareció bien sus requisitos y los acepta, pero agrego otro punto más y cambio la duración del matrimonio.

 

Alison lo miro con esperanza, eso significaba que su futuro esposo no quería estar por mucho tiempo casados.

– ¿Cuáles son esos puntos extras? –cuestionó el padre de Alison sin llegar a entender el documento que tenía en sus manos.

–La señorita Alison podrá convivir donde ella quiera, si ella desea vivir en una casa asignada por el señor Hamilton será dada,  otro punto es que cuando el hijo del señor Hamilton…

– ¿Hijo?  -pregunto Alison asustada –. Usted no dijo nada que su jefe tenía un hijo en la primera cita.  

–El hijo del señor vive con su madre. Por lo que tiene una custodia compartida entre su futuro esposo  y eso quiere decir que usted será informada de los días que el niño este con su padre.

– ¿Y porque debería saberlo?

–Porque usted acompañara al niño cuando el señor no esté –el abogado miró  en su libreta personal y luego dijo –. Eso sería en un largo periodo señorita, usted deberá hacerse cargo del niño.

 

–Pero… el niño no es mío, no es mi responsabilidad. ¿Cuánto podría tardar su jefe? ¿Un mes? –consulto dejando de sonreír.

–El señor viene dos veces al año a la ciudad, es por eso que usted se casara con él; su papel será cuidar del niño.

–Si mi papel solo es cuidar del niño, ¿Por qué no solo me contrata como su niñera? Soy eficiente en mi trabajo…

–Ese no es mi asunto, si usted no desea casarse. Podemos cancelar el contrato y acta de matrimonio, eso quiere decir que también se cancela la dote de la esposa.

 

Alison al escuchar aquello rápidamente negó.

– ¡Esta bien! Seré su esposa y cuidare al niño cuando sea necesario.

 

Charlie aliviado, saco otro documento de su maletín –Ustedes no se verán al menos que sea necesario, obtendrá una cuenta bancaria y tarjetas de crédito para lo que usted quiera. Pero también debe saber que su matrimonio no será por un año… sino hasta el tiempo determinado que el señor quiera.

 

A ese punto, la tranquila Alison comenzó a hiperventilar, ¿Algo más le podía suceder? Miró  a su hermano de diecisiete años, sino fuera por el hecho de que necesitaba un trasplante de corazón, nunca se hubiera comprometido con un ser extraño que ni sabía su nombre más que apellido.

– ¿Dónde debo firmar? –pregunto la joven, Charlie le tendió el documento de matrimonio donde ya tenía una firma a su lado.

–Muy bien –sonrió Charlie levándose como resorte al guardar el acta de matrimonio –. Pronto le haremos llegar sus cosas como señora Hamilton.

 




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