Capítulo 13

Al día siguiente, desperté con una sonrisa radiante, me sentía tan bien al hablar y resolver las cosas con Jazmín, me levanto y me doy una breve ducha y cepillo mis dientes, preparo mi desayuno, unos brownie que por cierto me quedaron deliciosos, me lo como todo y me dispongo a estudiar, tengo un examen en la universidad.

Luego de haber estudiado un poco decido responder los mensajes que tenía sin leer, tengo varios mensajes de jazmín, y decido responderlos:

Jazmín: Buenos días princesa, ¿Cómo amaneciste?

- estoy preocupado, responde.

- princesa, ¿Dónde estás?

- por favor, estoy preocupado. Responde ya... Sonrió al ver su desesperación y le respondo:

Yo: Hola, buenos días, estoy bien, no te preocupes, estoy en el departamento, estaba estudiando un poco para mi examen de hoy, y ahora voy a prepararme... luego de responder los mensajes, lanzo el teléfono a la cama y me doy una ducha.

Me preparo y me voy a la universidad, desde que vi a mi mejor amigo le comente lo sucedido y este se alegró muchísimo de lo que había ocurrido y me dijo que tendría que amenazarlo de no hacerme daño de nuevo, yo solo reí y nos adentramos al aula e inmediatamente llego el profesor y nos entregó el examen para poder llenarlo.

Al cabo de unos minutos mi mejor amigo y yo salimos del aula y nos dirigimos a la salida, mientras lo hacíamos, hablamos de temas triviales, cuando llegamos al aparcamiento de la universidad donde están estacionados nuestros vehículos, en frente del mío puedo divisar a jazmín con un ramo de rosas amarillas, como sabía que adoraba ese color y más como se veían en las rosas, lo miro asombrada pero también encantada, al llegar lo saludo al igual que mi mejor amigo. Jazmín decide hablar.

Jazmín: ¡Amor! Qué lindo verte, te extrañé mucho, ¿Te Gustaría que saliéramos? Es decir, sería nuestra primera cita real.

Yo: Si, con gusto.

El me entregó las rosas y yo le agradecí por estas, esta vez nos fuimos en mi vehículo y dejé que manejara por mí.

Creí que me llevaría al restaurante de la playa, pero no fue así, no me llevó a ningún restaurante.

Estaba empezando a preocuparme, pero el sostiene mi mano dándome seguridad y nos lleva hasta donde puedo ver es una casa humilde y hermosa, parece ser una casa de campo sencilla, él se estacionó, abrió mi puerta para que así pudiese salir.

Nos adentramos a la casa, era sumamente hermosa y acogedora.

Jazmín: sé que no es ni la mitad de tu departamento pero hago lo que puedo.

Yo: Esta hermosa, me encanta

Jazmín: me alegra oír eso.

Él había preparado una mesa para dos con un vino, dos copas y una deliciosa lasaña nos esperaba lista para degustar.

Ponemos las rosas en el centro de la mesa en un jarrón con agua.

Comimos en silencio, él se levanta de la silla, lleva los platos a la cocina y prepara lo que creo que es un casete y se puede escuchar una hermosa melodía el vuelve hacia mí y me dice:

Jazmín: ¿Me darías el honor de bailar conmigo?

Yo: Claro.

Bailamos toda la noche mientras bailábamos me decía que estaba hermosa yo le sonreía y seguíamos bailando.

Jazmín: Me encanta estar contigo.

Yo: A Mí También.

Él me sonríe y me abraza. Se sentía tan bien su tacto. Nos despedimos al cabo de unas horas, y está vez yo decido hablar:

Yo: Fue increíble nuestra primera cita, me ha encantado tu casa. Es sencilla y humilde. Gracias por traerme aquí.

Jazmín: No hay de que, gracias a ti por aceptar.

Yo le sonreí y me adentré a mi vehículo y me fui a casa, pensando en todo lo que había pasado, se sentía tan bien estar con él que al irme sentís un vacío.

Llegué a mi departamento y está vez si decidí avisar que había llegado a casa y le dije:

Yo: he llegado, ahora voy a dormir. Que descanses y nuevamente gracias por todo.

Jazmín: Me alegra oír que hayas llegado bien. Y no te preocupes cuando quieras repetimos.

Yo sonreí y bloquee mi teléfono, me di una ducha rápida y me acosté. Había sido uno de mis mejores días.

Ore y di gracias a Dios, hacia día no lo hacía y no quería perder la costumbre. Al cabo de mi oración decidí dormirme.