Capítulo 14

Al día siguiente, decido hablar con mi mejor amigo para que me diera una idea, de lo que podría hacerle a jazmín, sin que él se diera cuenta al final de cuentas era una sorpresa.

Mejor amigo: entonces, ¿ya tienes claro lo que tienes que hacer?

Yo: si, más que claro, no me creas tan boba, oigan a este.

Mejor amigo: solo digo, además, sabes que te quiero mucho y odiaría que ese tipo te hiciera algo a pesar de lo que estás haciendo por él.

Yo: si lo sé, me estoy arriesgando a que vuelva a fallarme.

Mejor amigo: pero más se está arriesgando él, sí solo piensa en hacerte daño.

Yo: Gracias por apoyarme y cuidarme siempre, eres el mejor.

Mejor amigo: Lo sé, no puedes vivir sin mí.

Yo: JAJA, oigan a este como si el pudiera vivir sin mí.

El timbre sonó, indicándonos que debíamos entrar a tomar clases, entramos y tomamos nuestras clases, al salir me despido rápido de mi mejor amigo y me voy a mi departamento en el camino decido hablar llamar a Jazmín.

Al cabo de unos segundos responde:

Jazmín: Hola amor, que sorpresa que me hayas llamado.

Yo: si, lo sé, ¿oye puede ser que podamos salir hoy?, digo si no estás ocupado.

Jazmín: para ti nunca estaría ocupado, pero ¿a dónde vamos? o ¿qué vamos a hacer?

Yo: es una sorpresa, prepárate y en una hora paso por ti. Chao

Le colgué y me dirigí a casa a prepararme, espero le guste lo que tengo preparado, de no ser por mi mejor amigo jamás hubiese pensado en algo para él.

Al cabo de una hora, ya me iba de camino a la casa de Jazmín, el al verme casi brinca de la alegría y se adentra a mi coche.

Jazmín: Hola amor, ahora si me vas a decir, ¿Dónde iremos?

Yo: Ya lo veras.

El solo sonríe y me da una mirada coqueta, tomamos unos minutos para llegar, era un parque de diversiones hermoso, el me miro como un niño emocionado.

Jazmín: Mi vida, ¿Cómo sabias que quería venir aquí?

Yo: no lo sabía, solo quise que darte esta sorpresa, espero te haya gustado.

Jazmín: me encanto, muchas gracias.

Yo: y las cosas no se quedan aquí.

Jazmín: ¿Todavía hay más?

Yo: déjalo a tu imaginación.

El solo sonrió y me abrazo como una forma de agradecimiento, yo me sentí satisfecha de que había logrado lo que quería y era hacerlo feliz, aunque solo sea unas horas.

Nos adentramos más al lugar y era más hermoso de lo que se veía de fuera, nos subimos a varios juegos y él sonreía como no lo había visto en el poco tiempo que tengo conociéndolo y me sentía bien al verlo así.

Luego nos fuimos a un restaurante cerca del parque, el me agarro las manos y eso me encanto.

Jazmín: enserio que estas llena de sorpresas… Cuando dijo eso sentí mis mejillas sonrojarse, saque de mi cartera una cajita con un reloj dentro y se lo obsequie.

Yo: espero te guste.

Jazmín: no puedo aceptarlo, es decir, se supone que sería yo que te regalara todo esto y que te invitara a salir, pero descuida que en cuanto tenga dinero lo hare.

Yo: no quiero que te preocupes por eso, si te invite a salir fue porque decidí hacerlo y porque quise, no para que me lo devuelvas ni nada parecido, no mijito yo no soy así.

Jazmín: es que soy el hombre, es decir, yo debería pagarte la cena y ni eso me has dejado hacer.

Yo: es que yo fui quien te invito, eres el hombre no un cajero automático, y el hecho de que yo sea la mujer no quiere decir que cada vez que salgamos a una cita tengas que pagar, las cosas no son así cariño.

Jazmín: gracias de verdad, y gracias a Dios le doy por haberme permitido conocer a alguien tan maravillosa y especial como tú.

Yo: tú te lo has ganado.

Jazmín: te quiero.

Yo le sonreí y lo abrace, el respondió al abrazo, luego nos dirigimos al vehículo y fui a dejarlo a su casa.

Jazmín: de nuevo gracias por todo esto y sobre todo por el reloj, prometo cuidarlo.

Yo: No hay que cariño, que pases una linda noche.

Jazmín: tu igual mi princesa.

Me dirigí a mi casa e inmediatamente le envié un mensaje dándole a entender que había llegado a casa al igual que a mi mejor amigo diciéndole que mañana hablaría con él y le explicaría como me había ido, al cabo de eso me acosté estaba muy cansada.