Capitulo 15

Un mes después.

Todo el caos de mi padre, de su sucesor, de mi marido que no quiere firmar el divorcio y de toda la prensa que busca cualquier escusa para parecer y desde que hable todo se calmó, me suspendieron bajo investigación por lo que hice y porque salió a la luz que soy la hija y la esposa de los peores hombres un narcotraficante y un terrorista, mi equipo volvió al trabajo hace días y yo sigo fuera del campo, no me preocupa, pero parezco pez fuera del agua.

- así se ve una oficial dada de baja - me dé tengo al ver quién es el que habla encontrando a Maldonado sentando - que difícil a de ser.

- no tanto como para ti estar sin poder hacer tú salta voluntad- sonríe ampliamente- ¿qué quieres?

- digamos que tengo una curiosidad- levanto la cejas- ¿ya no me amas? - su pregunta me sorprende- creo que estamos a mano.

- eso crees - rio negando - nunca estaremos a mano, no importa todo lo que yo te haga, nunca terminarás de pegar todo el daño que me causaste.

- podemos empezar de cero - mi ceño se frunce- irnos lejos y empezar de cero

- tú y yo jamás podremos estar juntos- nos apuntó - eres un mafioso y yo quiero vivir sin temer por mi vida- camino lejos de él

- no es como que tengas una vida muy tranquila- dice atrás mío siguiendo mis pasos - te sigo amando.

- una lástima - empiezo a trotar, pero no deja de seguir mis pasos.

Sigo haciendo rotando y el paro a la segunda vuelta y se sentó a mirarme en el mismo banco en el cual lo encontré.

- Julieta - veo a Alejandro- perdón Mia - sonrió abrazándolo - te he extrañado, demasiado.

- suelta a mi mujer - dice cargando el arma - quítale tus sucias manos policía.

- no quiero -me pongo en el medio - dispara si tantos huevos tienes.

- no - digo interviniendo - Maldonado baja el arma - él niega - no es el lugar por favor.

- déjalo cariño - dice Alejandro para provocarlo- demuestra que solo es hombre con un arma.

- no me hagas reír - escupe Nicolás - con o sin ella puedo matarte - descarga el arma y la tira a un lado - ven.

Alejandro se rebaja a pelear con él sin importar mis súplicas, se están matando a golpes y nadie se mete, Derek solo mira al igual que León.

- Adrián, has algo - grito demostrando mi preocupación- van a matarse.

- es su decisión- gruño alejándome de ellos - ¿dónde vas?

- dónde no tenga que ver cómo se matan.

Camino a mi departamento con un gran enojo acumulado, son unos desgraciados, entro azotando la puerta, camino unos pasos más y me tiró al sillón de la sala cansada de todo, mis ojos se cierran del cansancio, estos días he dormido nada, pensé que vengarme me haría sentir mejor, pero no fue así.

Los golpes en la puerta hacen que me despierte de un salto, corro a la puerta, pero me arrepiento cuando veo quién esa el que golpea con tanta fuerza.

- ¿qué quieres? - me hace a un lado y entra - claro pasa total eres bienvenido.

- gracias- gruñe tirándose al sillón todo ensangrentado- ¿por qué te fuiste? Acaso no querías ver a tu amante morir.

- primero estás ensuciando mi sillón - señalo - segundo no me quedé porque estaban haciendo el ridículo y tercero dudo mucho que lo mataras, están al mismo nivel y solo se lastimaron por lo que veo.

-  lo conoces muy bien - asiento poniendo pausa a la TV- ¿cuántas veces te acostaste con él?

- no te incumbe - me agarra de la muñeca y la aprieta - te conviene que me sueltes o serás un cadáver.

-¿cuántas? - gruñe me suelto de su agarre - estoy esperando que me digas.

- ya cállate de verdad me tienes cansada - me siento junto a él - qué malo eres para pelear - ríe, pero se agarra del lado derecho - déjame ver - digo levantando su camisa.

- si quieres verme y tocarme solo tienes que decirlo - ruedo los ojos - estás tan cambiada.

- si verdad- digo con sarcasmo- ya no soy la niña a la que molías a golpes - larga un suspiro con los ojos cerrados.

Nos quedamos los dos callados, su mirada está atenta a todo los movimientos que algo, lo curo para que se pueda ir.

- listo - digo tirando los guantes a bote de basura - no son más que golpes superficiales y la ceja sanará en 10 o 15 días.

- sabes de esto - asiento - ¿qué fue lo que hiciste en tantos años?

- ser mejor de lo que era y aprender mucho - él toma mi mano y la besa - te vas a lástima.

- no importa- sus labios dejan de besar mi mano y se Acerca a mi boca su aroma masculino me consume- yo morir cada día un poco más al no poder besarte - pasa su mano por mi mejilla con suavidad- cada maldito día en estos 7 años te busqué- rosa su nariz con la mía - cada hora y cada segundo- atrapa mi labio inferior y lo aprieta con sus dientes lo que hace que largue un jadeo - sin poder dormir y volviéndome cada día más loco.

Se apodera de mi boca, me cuesta seguirle el ritmo, pero lo logro y le sigo el beso con la misma agresividad, me subí a horcadas encima de él, mi cabeza dejo de funcionar en cuanto me beso, ahora es mi cuerpo el que reaccionar a él a tenerlo de nueva tan cerca.

Estoy segura de que todos los vecinos escucharon mis gemidos y gritos pidiendo más, lo miro a mi lado respirando pesadamente. Me pongo de pie, envolviéndome con las sábanas, busco en mi último cajón y saco una carpeta negra.

- ¿qué es eso?- pregunta sentándose en la cama - deja eso y ven.

- no - se la tiró a sus piernas - son los papeles de divorcio - él niega tirando a un lado-esta contiene todas las pruebas que tengo contra ti.

- ¿dónde quieres llegar Hazinem?- pregunta acostándose su tranquilidad me estresa.

- firma los papeles, te llevas todo lo que te incrimina y no nos volvemos a ver.

- Hazinem - advierte, parándose - escúchame, no firmaré ni entregarás nada de eso, te irás conmigo a Turquía dónde pertenece y seremos felices, fin.

- te di tus opciones - agarro los papeles y los pongo ante él con la pluma - sales de aquí libre o con esposas para pasar toda tu miserable vida en un agujero- agarra la carpeta negra y se pone a revisarle su seño se frunce.