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Durante los primero días de vacaciones, pase con Hannah y Roger, me mantuvieron entretenida lo suficiente para alejarme de las redes sociales y buscar cualquier cosa en la que estuviera involucrado Thomas. Les conté lo sucedido y ambos me dijeron que era más que obvio que yo le gustaba. Pero yo poniéndome en su lugar hubiera hecho lo mismo por cualquier estudiante si hubiera creído que se encontraba en peligro, así que… no tengo ni idea.

• Cambiando de tema, mañana es el cumpleaños de mi amorcito – dice Roger –
• Lo sé – dice Hannah girando los ojos – sé que han pasado dos años, pero no te refieras a mi primo como amorcito es asqueroso – me río –
• Quería hacerle algo íntimo, solo nosotros 5… luego solo los dos, ya saben – sonríe, levantando las cejas y Hannah lo golpea – pero Maggie me dijo que en el trabajo le están organizando una fiesta sorpresa y obvio nos quieren ahí – intercambiamos miradas un poco incomodas –
• No es que odie a los compañeros de trabajo de Maggie y Sam, es solo que los odio – dice Hannah –
• Solo hablan de trabajo – digo yo, encogiéndome de hombros –
• Yo sé, pero no podemos dejarlos solos – dice Roger- además es su día y a él le encanta hablar de su trabajo –
• ¿sería mañana la fiesta? – pregunto –
• Sí – agarra su celular y nos lee- “jueves a las 6, que salimos del trabajo. Deben estar ahí 6 en punto, porque nosotros estaríamos llegando 6:30” este mensaje me lo envió Maggie  -
• Tengo que ir a comprar un regalo para él – digo – aprovechando que tengo a su novio aquí ¿Qué le puede gustar?
• Hace tiempo que quiere una nueva billetera – sugiere Roger –
• Genial, iremos de compras – les digo –

Cuando regresamos a casa con el regalo de Sam, Roger se va al departamento de Sam, solo quedamos Hannah y yo.

• ¿Te gusta mucho ese profesor tuyo? – me pregunta mientras estamos sentadas en el sofá viendo una película en la laptop –
• Creo que sí – digo dudosa - ¿Por qué? –
• Es solo que… nunca he sentido algo tan intenso que me lleve a querer tirar todo a la borda – la interrumpo –
• Yo no voy a tirar nada por la borda…
• Me refiero que si llegan a tener una relación, podrían ¿expulsarte? A él ¿despedirlo?... no se bien que pasaría, pero seguro habría consecuencias – menciona ella –
• Si llegamos a tener algo… nadie tiene porque saberlo – me mira ternura, mientras sé que parezco asustada –
• Me corrijo, nunca he sentido algo tan intenso que me haga querer arriesgarlo todo… Maggie, Roger, Sam y ahora tu –
• Y ahora yo nada – le respondo –
• Bueno… Maggie, está tan feliz viviendo con su novio abogado, desde hace cuánto ¿4 años? Se conocieron en el trabajo, les importo una mierda la regla de no salir con compañeros, se mudaron; Roger y Sam se enamoraron, no les importo la diferencia de edad y se lanzaron a ello… yo nunca he sentido eso –
•  No has conocido a la persona adecuada y quizás yo tampoco – digo, pero me interrumpe bruscamente –
• La Summer que yo conozco ni si quiera permitiría que algo afecte su carrera, pero esta parte nueva tuya quiere asegurarse de tener todo, de tenerlo a él y de tener su vida intacta… yo creo que no haces eso por cualquier persona – me quedo callada y comenta - Tengo miedo de nunca sentir eso, de no conocer al adecuado –

Sus palabras me hacen pensar tanto, que no puedo dormir bien.

Al día siguiente nos levantamos tarde y pedimos unas empanadas de queso para desayunar, con jugo de naranja. La tormenta de ideas que ayer nos fatigo en la noche, se había despejado, aparentemente. Cuando fueron las 3 empezamos a arreglarnos porque queríamos llegar bien, sin ningún inconveniente. Para eso de las 4 estábamos lista, yo llevaba un pequeño vestido negro con unos botines (quizás podría conseguir un abogado y olvidarlo), Hannah se puso un vestido rosado y unas sandalias. El trabajo de Sam estaba a una hora desde mi casa… o lo que yo denomino al otro lado del mundo. Comemos algo antes de salir y llegamos allá cinco minutos antes de las 6, debido al tráfico.

Una vez dentro del bar, notamos que solo hay dos hombres de traje, que supongo que son colegas de Sam, casi al otro extremo Roger sentado en una mesa con su celular. Sabía que habían reservado el bar, por eso no me sorprendió lo vacío.

• ¿Dónde mierda estaban? – pregunta un Roger nervioso, al acercársenos a él  –
• ¿Qué pasa? – pregunto un poco preocupada, porque Roger no es de los que se altera porque sí–
• Los amigos del trabajo de Sam son unos idiotas – dice y se toma el líquido transparente de un vaso, suponiendo que es alcohol –  me han preguntado que si yo siento celos de ellos y otras cosas raras, que como hago cuando Sam está en el trabajo rodeado de hombres… son unos primitivos -
• No lo entienden – dice Hannah acariciando su cara y él la abraza – ellos no son más que extraños en nuestras vidas, que no te moleste –
• ¿me das uno a mí también? – pregunto y él me abraza súper fuerte –
• No sé qué habría hecho sin ustedes aquí, hoy y en el colegio – me suelta y parece que se encuentra bien –
• Muerte, guerra, odio – escupo palabras negativas divertidas
• La paz nunca fue una opción – bromea Hannah –

Siguieron llegando personas de traje, al cabo de las 6:15 el bar estuvo con unas 30 personas. Estábamos charlando los tres cuando entra Maggie por la puerta, emocionada y dice que está por entrar, ella apaga las luces y se queda junto a este, es la encargada de decir cuando hay que decir sorpresa. Entra un grupo pequeño de 3 personas, que se acomodan también y finalmente entra Sam, con el novio de Maggie, Michael.

• ¡Sorpresa! – gritamos todos, mientras se prende la luz –

Sam sonrió tan amplio que me recordó al guasón. Abraza rápidamente a Maggie mientras supongo que le da las gracias en el oído y se acerca dónde estábamos los tres. Abraza fuertemente a Roger y luego nos abraza a Hannah y a mí, mientras nos susurra.

• Hijas del demonio ¿Por qué celebran que me hago más viejo? – nos reímos tan fuerte que golpea levemente a Hannah en el brazo –