El sol sale para todos - incluso para Carlitos

Carlitos había regresado a su pueblo, había devuelto el traje a su amigo, aquel que utilizo para ir al banco,  y mantenía su vida austera de siempre, cada tanto hacia alguna que otro trabajo por temporada o trabajando como vendedor en algún negocio cubriendo francos que le permitían subsistir, solo eso.  Su pueblo no le daba mas oportunidades que esas y Carlitos reflexiono una vez mas....

"La señora que hace pastas en el pueblo, (y son las mejores pastas del pais, sin lugar a duda), pero solo llegan a un pequeño puñado de clientes, y su producción le alcanza para vivir al dia, es mas, casi que lo hace por amor mas que por un negocio rentable, tiene todas las de perder siempre; en cambio hay pastas que son de una calidad mucho menor, en otras palabras "son feas", pero que su dueño o sus antepasados tuvieron la suerte de nacer en una gran ciudad, hoy se venden por todo el pais. ¿Entonces es una cuestión de méritos únicamente?, o se conjugan mas factores, también hay una suerte condenatoria para el éxito o el fracaso del lugar y las oportunidades que cada uno tiene? "seguramente es una mezcla de ambas analizaba y se preguntaba constantemente Carlitos".. "Que fácil es ser emprendedor, cuando se te sobran recursos para emprender y equivocarse y volver a empezar, no todos corremos con la misma suerte, pero no me voy a quedar de brazos cruzados, pensaba mientras miraba un partido de futbol por tv, cruzado de brazos. 

La ultima reflexión que hizo ese día fue sobre la diferencia que había entre tener la casa de los padres en ese pueblo abandonado, aunque muy pintoresco, y la de tener la casa de los padres en una ciudad, si hubieran nacido y construido la casa por ejemplo, en el centro urbano de una ciudad importante, hoy esa casa valdría 100 mil dólares, y la de él hoy realmente vale tan solo unos pocos pesos. Que merito tenían ambos herederos, que diferencia tenia o que superioridad tenia uno sobre otro? Ninguna. Solo lo que su padre le había dejado, en todo caso el sacrificio era del padre, ellos estaban a la par, sin embargo mas de una vez esa gente lo había menospreciado con aires de grandeza. 

Carlitos pensaba todo esto desde su punto de vista, pues no conoce otro punto de vista, el nació así y así fueron sus reglas del juego. Cada uno puede tener razón en sus planteos o pueden estar los dos equivocados. La razón creo que fue lo que mejor se repartió entre los seres humanos, pues todos piensan tenerla, a caso si en una Reunión donde hay que exponer su punto de vista ante un determinado tema, alguien preguntara o dijera que levante la mano quien no tiene la razón, difícilmente alguien la levante. 

Para Carlitos no hubo jamás vacaciones, ni siquiera de chico. (Vacaciones de irse con su familia algún lado, de pasear, de conocer lugares, lo mas lejano que conocía era la ciudad que estaba pegada a su pueblo a unos 150 km) 

Carlitos había dejado de contacto en el banco el numero de teléfono de su amigo, de los pocos que tenia fieles y leales, de los que no le importaron nunca las mentiras, del que las había entendido y también disfrutado. Carlitos era un gran contador de anécdotas (falsas e inventadas por supuesto). 

Una mañana mientras caminaba junto a un arroyito del pueblo, contemplando la naturaleza, que le servía a Carlitos para disimular sus penas, ve llegar el auto de su amigo, levantado polvareda hasta cercanías de donde el estaba y frenar de manera brusca.

-Carlitos!!! veni -te estuvieron llamando del banco toda la mañana, no sabia que decirles, ni donde encontrarte -dijo el amigo emocionado

-¿Y que le dijiste? pregunto Carlitos, sin entender la magnitud de lo que se venia. 

-Como que le dije? -lo que vos me dijiste la otra vez, que yo era uno de tus empleados y asesores -dijo con una sonrisa que se le dibujaba en la cara.

-Aprendiste bien a mentir, quien te enseño -dijo Carlitos largando la carcajada.

-Ahora te llaman cerca del medio día, me quedo acá con vos?

-Y claro, sino tengo celular yo -dijo entre risas, mientras se abrazaban.

Media hora mas tarde ,suena el celular

-Carlos Carlos, te están llamando atende...

-Si, dígame Carlos Beltran habla. -Carlos se puso en personaje y hablaba como todo un empresario. 

-Lo llamo del banco, quería consultarle, y ver la posibilidad, dentro de sus actividades y tareas, que día usted tendría disponible para venir a la sucursal.

-¿Porque motivo seria? -consulto Carlos 

¿Mire señor, si usted trae el proyecto del cual nos hablo por escrito, los pre contratos de construcción del hotel, y demás cuestiones del desarrollo turístico que pretende realizar, seria cuestión de días que se le acredite el dinero solicitado. Ya tiene el aval del municipio y del gerente regional del banco y su crédito pre aprobado por 650 mil dólares. Espero ese monto un poco menor le alcance, -se lamento el gerente. 

-Señor? me escucho? -pregunto el gerente, pero a Carlos no le salían palabras de su boca. Estaba detenido en el tiempo. 

-Luego de unos segundos de silencio, ensayo un carraspeo con la garganta, y dijo en forma muy baja, -si si.. disculpe estaba consultado la agenda con mi asistente, el dia martes de la semana que viene puedo ir.

-Perfecto señor. -Un placer para nuestro banco, sumarlo a usted y su empresa a la cartera de clientes. Nos vemos el martes. -corto el teléfono el gerente, sumamente feliz por el dialogo y la respuesta positiva de Carlos-

Por otra parte Carlos le devuelve el teléfono a su amigo, estaba blanco como un papel. 

-No puede creer lo que acaba de pasar -dijo Carlitos que no podía ni pestañar. -Voy a necesitar que seas mi socio, que me ayudes de acá al martes. -Esto nos puede cambiar la vida para siempre. 

Su amigo le creyó, por primera vez en la vida, sintió que Carlitos le estaba hablando en serio.