Noche 4

-Que lamentable lo que le paso a esa pobre chica- una de las señoras decía mientras vestía uno de los mejores vestidos de su guardarropa, -tienes toda la razón, pensar que su propia familia fue la causante de su muerte, es muy lamentable- decía el otro mientras se tapaba con su abanico de seda importada, las damas estaban reunidos en el palacio, en el funeral de la princesa heredera, la única que podía heredar al trono, la única que portada el extraño don del primer emperador, el don de poseer a la más peligrosa bestia que en el reino existe, unos grandes lobos de 3 colores diferentes, pero con una mirada profundamente negra, bestias que solo obedecía a la princesa, unas bestias capaces de destruir una capital entera sin hacer mucho esfuerzo, a pesar de tanto poder por algo murió el primer rey, quien al igual que la princesa fue asesinado por la familia. Hay un material, el hierro de cicelion, el único metal capaz de destruir a la dueña del poderoso animal, pero eso estaba extinto, o eso se creía, la familia del primer emperador, guardo el hierro con el que lo mataron a él, - ¿y ahora?, sin la princesa no queda un heredero al trono y como saben solo el portador puede subir, de lo contrario morirá- el trono era algo especial, hecha del pelaje del primer ser sobrenatural de la tierra, solo descendientes aceptaba. –señoras, señores, sé que este es un día de luto, nuestra princesa se ha ido, los responsables también, pero el futuro del imperio seguirá, un nuevo heredero al trono ha nacido, uno más poderoso que nuestra fallecida lutia, el imperio no será borrado con su muerte! - lutia ha reencarnado de nuevo!, *anunciaron los lobos* los mataremos a todos!- dijeron con una furia eminente.